El Senado controlará con un algoritmo los vehículos que accedan a la Cámara Alta. Cualquier rincón será analizado en búsqueda de elementos extraños que puedan suponer una amenaza, como lo podrían ser artefactos explosivos.
La necesidad viene marcada por las obras de remodelación de la Plaza de España y su entorno, que abrirán un nuevo acceso subterráneo al garaje de la Cámara Alta, el cual se conectará con el futuro túnel de la calle Bailén.
Con el fin de proteger el edificio público, el Senado ha lanzado una licitación que ya se ha adjudicado, y que integra, como explica el pliego de condiciones consultado por Vozpópuli, un sistema de Inteligencia Artificial capaz de detectar elementos extraños adheridos a los bajos de los vehículos.
Este tipo de sistemas funciona generalmente mediante procesos de comparación de imágenes. Se parte de una base de datos con fotos de cientos o miles de vehículos en su estado 'natural'. Cuando un coche pretende acceder a la instalación protegida, un sistema de cámaras realiza múltiples fotos del mismo antes de acceder, y compara esas instantáneas con las que ya posee en la base de datos. Si no se presenta ninguna anomalía, se da luz verde al acceso. Todo este proceso sucede en cuestión de décimas de segundo.
La necesidad viene marcada por las obras de remodelación de la Plaza de España y su entorno, que abrirán un nuevo acceso subterráneo al garaje de la Cámara Alta que la conectará con el futuro túnel de la calle Bailén
El contrato no da explicaciones concretas pero reclama un "algoritmo de detección automática de objetos extraños mediante comparación de fotografías del mismo vehículo (...) y un sistema de inspección de bajos de vehículos". Este diario se ha puesto en contacto con el Congreso de los Diputados para comprobar si se utiliza un sistema similar, a lo que fuentes de la Cámara Baja se han limitado a explicar que "no está permitido dar detalles sobre los sistemas de seguridad de entrada al hemiciclo por motivos de confidencialidad".
La unidad de imagen constará de una cámara a color de alta resolución, superior a los 5 megapíxeles de calidad, con un zoom de alta precisión -hasta 5 milímetros-, luz infrarroja y sensores para que se active de forma automática.
Además, la cámara estará incrustada en el pavimento, para lo cual debe estar preparada, o ubicada de tal suerte, que sea capaz de soportar cargas superiores a 35 toneladas sin que esto afecte a su funcionamiento normal.
En cuanto al software, el contrato exige la "posibilidad de integración con el sistema informático de gestión de accesos, posibilidad de integración con cámara de seguridad IP con protocolo ONVIF, algoritmo de detección automática de objetos extraños mediante comparación de fotografías del mismo vehículo".
El documento añade que "todos los sistemas deben encontrarse perfectamente integrados mediante una aplicación informática que gestione el control de los accesos. Actualmente el Senado dispone del software SACAP, que se utiliza para procesar la lectura de las matrículas de los vehículos tomadas en los tres accesos al Senado y su envío automatizado al Ayuntamiento de Madrid".
El Senado exige más tecnología
El contrato, además, detalla la necesidad de integrar dos semáforos (uno en color rojo y el otro en verde) para informar a los vehículos del estado de las barreras y obstáculos de acceso -si están abiertos o cerrados- al Senado. De igual forma, el adjudicatario deberá instalar un reconocedor de matrículas para los coches ya registrados en el sistema, con el fin de facilitar el paso de forma automática, así como impedir el acceso a los que no se encuentren registrados en el sistema.
La licitación se lanzó en mayo y ya ha sido adjudicada. Ha sido la empresa Trablisa Integrated Security quien finalmente ha ganado el concurso, cuyo precio final ha sido de 130.000 euros. Entre las empresas que compitieron para hacerse con la licitación estaban Securitas, ICE Seguridad o CYME Seguridad.