Economía

El teletrabajo altera las vacaciones en el sector público: se acumulan y gastan fuera del verano

El hecho de que los empleados públicos acumularan y gastaran días a finales de 2021 provocó que la brecha entre las horas trabajadas y las contratadas se disparara hasta las 2,6 semanales en el último trimestre

  • Una empleada pública durante su jornada laboral. -

Las pautas vacacionales de los empleados públicos han cambiado con las restricciones de la pandemia y el teletrabajo. Los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) que elabora el Instituto Nacional de Estadística (INE) muestran, en primer lugar, un aumento de los ocupados que disfrutaron de su descanso en 2021 respecto al año anterior (1,43 millones de personas frente a los 1,20 millones de 2019); y, por otro, de los que lo hicieron en el primer y último trimestre del año.

En 2020 el número de trabajadores del sector público que se ausentaron de su puesto de trabajo por vacaciones o días libres se redujo a 1,11 millones (88.000 menos que en 2019). Esto refleja que, tras un 2020 atípico por las restricciones que acarreó la pandemia, algunos empleados públicos acumularon días de vacaciones que tuvieron que disfrutar en el primer trimestre del año. En concreto, 194.800 personas disfrutaron de sus vacaciones en los tres primeros meses de 2021, 61.300 más que en el mismo trimestre de 2019, antes de la pandemia.

Además, los datos apuntan a que con la implementación del teletrabajo en la Administración Pública, algunos trabajadores no cogieron sus días de descanso remunerados en verano, como es habitual, y lo hicieron a finales de año, antes de que 'caducaran'. A lo largo del cuarto trimestre de 2021 disfrutaron de sus vacaciones 256.000 personas, casi el doble que en el mismo trimestre de 2020 (131.800 personas) y también lejos de la dinámica precovid (en el cuarto trimestre de 2019 lo hicieron 179.900 personas).

De esta forma, en los datos de 2021, los últimos que ha publicado hasta ahora el INE, se observa un cambio en la pauta vacacional de los empleados del sector público por esta 'bolsa' que generó, en primer lugar, la pandemia y, en segundo lugar, el teletrabajo. Con todo, el porcentaje de trabajadores que cogen vacaciones en verano, un trimestre habitualmente turístico, ha bajado en tres puntos, hasta el 61%. Por contra, un 32% lo hizo en el primer o último trimestre del año (frente al 26% de 2019).

Absentismo récord en el sector público

El hecho de que en el cuarto trimestre haya aumentado el número de ocupados que no han trabajado por vacaciones o días de permiso explica, al menos parcialmente, que la brecha entre las horas acordadas y las realmente trabajadas en el sector público alcanzara niveles récord en ese último trimestre.

Entre octubre y diciembre los empleados públicos no trabajaron un 7,1% de las horas que figuraban en su contrato. En concreto, se registraron 33,8 horas efectivas de media a la semana, frente a las 36,4 que debían trabajar. Es decir, una diferencia de 2,6 horas semanales que se traduce en unas 33 horas menos, de media, en el trimestre.

Esta brecha entre las horas trabajadas y las contratadas en la Administración pública se duplicó respecto al trimestre anterior (cuando la diferencia fue de 1,1 horas de media) y triplicó respecto al segundo trimestre (con una brecha de 0,8 horas entre abril y junio del pasado año).

Macroeconómicamente, este absentismo tiene varias implicaciones. Por un lado, si los 3,47 millones de ocupados que había en el sector público en el cuarto trimestre hubieran trabajado la totalidad de la jornada contratada, el Estado podría haberse ahorrado 250.000 puestos de trabajo sin perjudicar los bienes y servicios disfrutados por los ciudadanos.

Además, en el trimestre habría supuesto un ahorro de más de 2.000 millones de euros en gasto público. Finalmente, fuentes expertas detallan que, dado que más de la mitad del consumo público se explica por el empleo público, de haberse trabajado la totalidad de la jornada contratada, el PIB del cuarto trimestre podría haber aumentado en más de medio punto.

Crece la contratación y los salarios

La función pública ha registrado una evolución positiva en el número de empleados y el valor de los salarios medios. El número de empleados públicos ha crecido desde los 2,98 millones en 2015 a 3,45 millones de media en 2021. El mayor aumento en la contratación se ha producido en los últimos años, con motivo de la pandemia.

Además, mientras en 2015 cobraban 2.586 euros, la cifra ascendió en 2020 a 2.885 euros, el último año del que se disponen datos. Es decir, que de media los salarios se han revalorizado en cerca de 300 euros en cinco años. Y si se relacionan estos datos con las horas trabajadas de media en 2021 (35 horas semanales), los empleados públicos cobran 20,6 euros por hora trabajada.

En este contexto, la brecha entre los salarios públicos y privados también se ha ido agrandando con los años y alcanza ya los 1.000 euros de media al mes. Esta diferencia es especialmente significativa en este momento, cuando la inflación se encuentra en niveles récord de hace tres décadas y amenaza el poder adquisitivo de los españoles. La diferencia por hora trabajada es de 7,7 euros, tal y como publicó Vozpópuli.

En un informe reciente denominado Por una mejora de la eficiencia del gasto público en España, el Instituto de Estudios Económicos (IEE) asegura que España podría reducir su gasto público en un 14% y seguir ofreciendo el mismo nivel de servicios si lograra mejorar su eficiencia hasta alcanzar niveles similares a los de la OCDE. En términos absolutos, hay un margen de mejora de 60.000 millones de euros, calculan los expertos.

El Instituto también hizo una estimación de cuánto tiene que pagar cada trabajar privado para mantener el sistema de pensiones, las prestaciones por desempleo y los salarios de los funcionarios; y la media asciende a 1.600 euros al mes. Es decir, que cada persona que trabaja en el sector privado tiene que hacerse cargo, como media, de 19.110 euros al año para pagar la España pública.

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