Economía

La victoria americana de Florentino Pérez y otras consecuencias inmediatas de la nueva era Trump

El Ibex es un gran termómetro del impacto que tendrá el triunfo republicano en las empresas. Ganarán las constructoras, y ya están sufriendo renovables y banca

Florentino Pérez e Ignacio Galán protagonizaron en la primera década de los 2000 una de las batallas más memorables de la historia empresarial española. El pulso concluyó con la victoria del presidente de Iberdrola y la retirada del fundador de ACS, pero alargó la rivalidad en el tiempo y en el espacio. De lo último da fe la apuesta que ambas empresas hicieron en Estados Unidos y las consecuencias que tendrá en sus negocios el retorno de Donald Trump a la Casa Blanca.

La evolución, este miércoles, de Iberdrola y ACS en bolsa es un fiel de reflejo del escenario que se abre con la victoria republicana. La multinacional energética con sede en Bilbao es siete veces más grande que el grupo de infraestructuras afincado en Madrid. Pero las acciones de ACS iniciaron la jornada son subidas superiores al 2%, mientras que las de Iberdrola caían por debajo del 1%. La constructora de Pérez está en el grupo de compañías a las que, presumiblemente, le irá bien en la nueva era Trump. Y la energética es un ejemplo de las empresas españolas a las que les cambia en mayor o menor medida el horizonte, con la debacle de los demócratas.

De Trump se espera una apuesta fuerte por la inversión en infraestructuras, en tecnología o en el sector farmacéutico. También un impulso a fuentes de energía fósiles como el gas, que habían quedado en segundo plano ante el apoyo de Joe Biden a las renovables. Un botón de muestra: las acciones de Naturgy apenas han sufrido impacto este martes en bolsa. En todos los casos, se priorizará el impulso del empresariado local, en detrimento de los operadores extranjeros. 

Esa hoja de ruta ayuda a explicar el gran batacazo bursátil de Acciona Energía y Solaria (en torno al 4%), y el descenso de Iberdrola. El grado de caída varía en función de la exposición al mercado estadounidense que tiene cada cual. Por ejemplo, al gigante que lidera Galán le perjudica un menor impulso a las renovables, pero le compensa la fuerte inversión esperada en redes eléctricas de transporte, su gran punto fuerte en Estados Unidos. 

La oportunidad de las constructoras

El mismo factor justifica por qué están arrasando este lunes en bolsa grupos industriales como Acerinox o Arcelormittal (metalurgia), Grifols (farmacia) y las grandes constructoras, como ACS o Ferrovial. Tanto el grupo de Florentino Pérez como el de Rafael del Pino tienen en su contra en Norteamérica la nacionalidad española, pero muy a favor su liderazgo y su 'know-how' en el sector de las infraestructuras, que les abre las puertas del mercado estadounidense, incluso con un gobierno como el de Trump.

El desplome de los bancos españoles en bolsa también refleja otro de los parámetros que cambiarán durante el mandato republicano. De Trump se espera un dólar fuerte (este miércoles, el marca el nivel más alto desde 2020) y, por supuesto, un incremento de los aranceles, que provocará una guerra comercial con la Unión Europea y, sobre todo, con China. Esa pugna puede golpear seriamente a la economía europea, en un momento muy delicado para dos de sus principales motores (Alemania y Francia). 

Otro dilema para el BCE

Un retroceso del PIB y un euro débil obligaría al Banco Central Europeo (BCE) a acelerar las bajadas previstas de tipos. El gran problema para la institución es que una batalla comercial a gran escala es inflacionista, por naturaleza, ya que las barreras impuestas a las mercancías tiran hacia arriba de los precios. Esa amenaza llega a Europa en un momento delicado, cuando el BCE había logrado atajar la crisis inflacionaria que desató la invasión rusa de Ucrania. En la Zona Euro, el IPC ya está en el 2% (objetivo del BCE) y en España dos décimas menos. La posibilidad de que la inflación vuelva a calentarse en los próximos meses complica más aún la política monetaria diseñada en Fráncfort.

Todos las dudas qe emergen en el horizonte a todos los bancos españoles, no sólo a aquellos que tienen presencia en Estados Unidos. La sensabilidad ante la evolución de los tipos está provocando este miércoles caída próximas al 5% en las acciones de Unicaja, BBVA, CaixaBank o Sabadell. Lo que ha votado un campesino de Nevada tendrá una influencia en las decisiones estratégicas que debe adoptar un director financiero en Málaga. Ya la está teniendo, de hecho, sólo unas horas después del cierre de los colegios electorales al otro lado del Atlántico.

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