BlackRock es el segundo máximo accionista de Iberdrola y Repsol, dos empresas salpicadas por el caso Villarejo. Según explican fuentes judiciales a Vozpópuli, la imputación de la petrolera y de Iberdrola Renovables como personas jurídicas podría llegar este mismo mes de julio. Un asunto con el que tendrán que lidiar la considerada 'mayor gestora de fondos del mundo' y otras grandes firmas de inversión como Amundi, JP Morgan o Norges, que cuentan con participación en estas compañías.
Este tipo de inversores, que se asientan en el capital de estas compañías pero no tienen asiento en el consejo, dependen de las decisiones del consejo y cómo afecte la reputación a su cotización. Como apuntan a este medio analistas del mercado que prefieren mantener el anonimato, Iberdrola y Repsol son algunos de los triunfadores de las inversiones de las gestoras en criterios ESG (environmental, social and governance). Ambas empresas cuentan con una apuesta clara por ser actores relevantes en el terreno ambiental, tienen un recorrido socialmente responsable, y puede fallar 'la última pata' si la investigación de Villarejo va a más.
BlackRock, Amundi y JP Morgan han preferido no hacer ninguna valoración al respecto de este asunto ante las preguntas de este medio, aunque alguno de estos fondos ya han enseñado sus cartas para aquellas inversores que no cumplan con criterios ESG. Y el asunto de Villarejo pone en riesgo la vía de las políticas de transparencia en su información pública o sus códigos de conducta de este tipo de inversiones.
El propio BlackRock publicó una carta pidiendo a las empresas que proporcionasen información de acuerdo con las directrices de la la Junta de Normas de Contabilidad de Sostenibilidad (SASB, por sus siglas en inglés) y del TFCD. "Debido a que los mercados de capital ponen el riesgo por delante, veremos cambios en la asignación de capital más rápidamente de lo que vemos cambios climáticos. En un futuro cercano, y antes de lo que la mayoría anticipa, habrá una reasignación significativa de capital con estos factores", explica este misiva.
BlackRock tiene 760 millones de euros 'metidos' en Repsol y 3.400 millones de euros en Iberdrola. Norges Bank, el fondo soberano de Noruega, cuenta con algo menos del 3% de la empresa de Ignacio Sánchez Galán y su apuesta está valorado en 2.040 millones de euros. Norges detalla a sus inversores que "los problemas ambientales, sociales y de gobernanza pueden afectar el valor de las empresas en las que invertimos. Trabajamos en la identificación, medición y gestión de riesgos y oportunidades que podrían afectar el valor del fondo".
"Respeto" con Villarejo
Este escenario también afecta a los accionistas más pequeños. La Accionistas Minoritarios de Empresas Cotizadas (AEMEC) ha reclamado este mismo miércoles "respeto" y "prudencia" con el caso Villarejo e Iberdrola. "Iberdrola es una compañía que goza de la total confianza de la comunidad internacional de inversores, en tanto en cuanto dispone de uno de los Sistemas de Gobierno Corporativo, más completo, sólido y exhaustivo que se puede observar en el ámbito de las empresas cotizadas", defienden en un comunicado.
AEMEC apunta que "las buenas prácticas de gobierno corporativo" se completan además con "una responsabilidad social destacable y un compromiso de sostenibilidad y adecuación a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (“ODS”). "Es por ello que requerimos respeto, prudencia y consideración, tanto a las normas y procedimientos de gobernanza de la compañía, como al correcto desarrollo de la fase de averiguación del procedimiento judicial en que se halla, manifestando nuestra total confianza en el sistema judicial español", comenta su misiva.
Este tipo de inversores, representados por el bufete Cremades & Calvo Sotelo, se oponen y alertan "sobre aquellos comentarios e información pública, que pretendan afectar el valor de cotización, y persigan objetivos distintos al esclarecimiento veraz de los hechos". Un inversores que, al igual de los institucionales, están pendientes sobre las novedades de estas empresas con el caso Villarejo.