Mark Zuckerberg, el propietario de WhatsApp, Facebook e Instagram, no pagará indemnizaciones por la caída histórica de los servicios ofrecido por estas aplicaciones, que el pasado lunes tuvo cerca de siete horas a sus usuarios sin acceso.
Hablamos de servicios (WhatsApp, Facebook e Instagram) que se ofrecen gratis a cambio del acceso a determinados datos del usuario, lo que dificulta en gran medida realizar un cálculo de pérdidas para fijar una compensación. Por la otra, no existe jurisprudencia en cuanto a la reclamación de compensaciones económicas por la caída del servicio.
Facebook se ha curado en salud explicando que "durante la caída no se sirvieron anuncios, por lo que no serán facturados". Una justificación lógica, pero los anunciantes han visto interrumpida su publicidad en las redes sociales afectadas. Algo que se puede trasladar a los usuarios de WhatsApp Business, la app de mensajería de Zuckerberg pensada para empresas y comercios. La atención que muchas corporaciones prestan a través de ese canal ha podido provocar pérdidas entre las empresas que las utilizan, situación susceptible de animar a presentar reclamaciones a la compañía norteamericana. Reclamaciones que, casi con toda seguridad, caerán en saco roto.
"Los servicios han estado caídos unas siete horas, pero aunque se pueden pedir responsabilidades en los juzgados, hay pocas posibilidades de conseguir una compensación económica. No hay jurisprudencia sobre este apartado, que es de corte cibernético. Mi predicción es que se puede reclamar pero no se va a lograr nada en la práctica. Es un problema marcado por la propia idiosincrasia de la red, de Internet", explica Álvaro Écija, managing partner de Ecix Group, firma especializada en la prestación de servicios de Compliance y Ciberseguridad.
Unas declaraciones alineadas con lo que desde la asociación de consumidores FACUA expresa Rubén Sánchez, su secretario general. "¿Cómo tasar una paralización del servicio ofrecido por Facebook, Instagram o WhatsApp? En el caso de empresas energéticas u operadores de telecomunicaciones es más sencillo saber cómo compensar la caída de un servicio. Si hablamos de WhatsApp Business, que está orientado a empresas, quizá iniciar un proceso jurídico sea más fácil y lógico, pero consideramos que las reclamaciones no van a fructificar en ningún caso".
El modelo de WhatsApp, Facebook e Instagram
El modelo de negocio de Facebook, Instagram e Instagram es similar al de la mayoría de las aplicaciones de este tipo. Ofrecen gratuidad en el servicio a cambio de cierto control sobre los datos de sus usuarios, que, todo hay que decirlo, han de dar su consentimiento para acceder.
Esa información, esos datos, son los que utilizan Facebook e Instagram para que las empresas que deciden contratar servicios de publicidad en sus plataformas tengan campañas más exitosas. Lo hacen mediante el perfilado de los usuarios: edad, sexo, preferencias, gustos, aficiones, localización... Con esos datos y los productos ofrecidos los anunciantes se orientan los anuncios al público más susceptible de comprar.
Unos 3.500 millones de usuarios de todo el planeta tienen cuentas en Facebook, Instagram y WhatsApp, lo que supone prácticamente la mitad de todo el planeta. Ese número de personas recibe habitualmente anuncios en Instagram y Facebook. En el caso de la versión de WhatsApp, la aplicación deriva los datos de sus usuarios a Facebook e Instagram para afinar aún más los anuncios.
Los operadores recibieron la noticia con alegría en bolsa
Telefónica recibió la noticia de la caída de los servicios propiedad de Facebook con una subida del 3% en bolsa. El operador español cotizaba el 4 de octubre a 3,8 euros euros el título, pero en el momento que se comunicó la caída comenzó a subir hasta sobrepasar los 4 euros, tal y como publicó Vozpópuli.
La francesa Orange vio ascender sus acciones desde los 9,2 euros hasta los 9,4 euros, un incremento del 2,2%. Telia Sonera, corporación con sede en Estocolmo (Suecia) escaló desde las 35,8 coronas suecas hasta las 36,3 coronas a los que se cambiaba cada unidad de sus acciones.
Vodafone, sin embargo, fue más tímida en su comportamiento. El día de la caída de los servicios cotizaba al 1,1 libras esterlinas, subiendo hasta las 1,16 libras esterlinas a cierre de mercados. En cuanto a la alemana Deutsche Telekom, la teleco más grande por facturación en Europa se mantuvo estable, en el entorno de los 17,2 euros el título (apenas creció hasta los 17,3 euros), lo mismo que la italiana TIM, que se movió en los 0,34 euros.
