Tregua, de momento. Los principales banqueros de España templan la relación con el Gobierno tras la tensión vivida por el impuestazo que Pedro Sánchez prorrogó un año más a finales de 2023 y que tiene intención de hacer permanente. Y todo tras batir beneficios récords, muy criticados en otras ocasiones por el ala dura del Ejecutivo de coalición.
“La relación no estaba deteriorada”, “excelente colaboración con cualquier Gobierno”, “no hay que mejorar algo que no estaba dañado”. Estas son algunas de las frases que han expresado José Ignacio Goirigolzarri, Ana Botín y Carlos Torres, presidentes de CaixaBank, Banco Santander y BBVA, respectivamente, ante la incógnita de sí se puede reconducir a tiempo la relación con el Gobierno.
"Carlos Cuerpo se ofreció a los banqueros a ser el contrapeso de los ataques del ala dura del Gobierno
Una posición común para calmar la tensión como continuidad a la mano tendida de Carlos Cuerpo, ministro de Economía, en la ronda de encuentros privados con todos los primeros espadas en las últimas dos semanas. Cuerpo recibió uno a uno y en su despacho a los presidentes de los bancos. Antes de las citas, los bancos ya pactaron transmitirle al ministro un mensaje de hastío por los continuos ataques al sector, sobre todo de Sumar, según trasladan fuentes financieras.
Cansancio por los ataques
“Estamos cansados de ser el pim, pam, pum” del Gobierno, dejaron claro los primeros espadas de los bancos españoles que fueron desfilando por la sede del Ministerio de Economía estos días. Y Cuerpo, según fuentes conocedoras, se ofreció a los banqueros como “contrapeso”.
Esta promesa parece haber surtido efecto entre los grandes bancos. Ni en público ni en privado han querido ahondar más en la herida y se han mostrado comedidos sobre la relación con el Ejecutivo.
“Es bueno normalizar la situación aunque haya diferentes opiniones. Se agradece el movimiento del nuevo ministro de Economía”, transmite en privado un alto directivo de uno de los grandes bancos del Ibex.
La banca ha cerrado una semana repleta de presentaciones de resultados. Todos han batido récords gracias a las subidas de tipos de interés del Banco Central Europeo (BCE), con más de 26.000 millones de beneficios en conjunto. Y todo apunta a que las cifras se volverán a pulverizar este año, a pesar de la expectativa de que se inicien ya las rebajas del precio del dinero en Europa.
"Pelearemos por eliminar el impuesto", garantizó Dancausa, la más combativa. Todos los bancos han recurrido el gravamen en los tribunales, lo que dificulta sellar la paz
Pero la mejora de las relaciones con el ministro no quiere decir que las entidades no darán la batalla por el impuestazo. “Pelearemos por eliminar el impuesto”, defendió sin ambages María Dolores Dancausa, consejera delegada de Bankinter que desde el próximo 21 de marzo se convertirá en presidenta no ejecutiva en sustitución de Pedro Guerrero. Todos los bancos han recurrido en los tribunales el impuestazo, al considerar que supone una doble imposición.
¿Habrá cambios?
Y, en su defecto, en el seno de las entidades se confía en que el Gobierno pueda revisar el gravamen, como planea para las empresas energéticas. “Tendría sentido”, defendió Carlos Torres sobre la posibilidad de que algunas inversiones de los bancos, como las ligadas a la sostenibilidad, se pudieran deducir fiscalmente.
Los banqueros tampoco parecen fiarse del todo del Gobierno y no descartan volverse a convertir en el “blanco fácil”, como denuncian desde hace meses. Tras una legislatura tensa, el camino de la nueva al menos se ha iniciado sin espinas. El reto es convertir la tregua en una paz definitiva, como señalan en privado fuentes financieras.
M-V-P
Los bancos se deben a sus accionistas y ellos solo quieren ganar dinero., Sus accionistas pueden ser de cualquier color: rojos, azules, morados, verdes, etc. así que dependiendo de quien gobierne se tienen que llevar bien con él independientemente del color de su partido y no olviden: a rio revuelto ganancia de pescadores.
joluisma
Con el GOBIERNO, no con YOLANDA DIAZ,
HUNTER
Los bancos se deben a sus propietarios, accionistas y clientes pero también a la sociedad a la que sirven. La distancia entre prudencia empresarial y cobardía, cuando no complacencia con una Dictadura, a veces es muy tenue.