La Comisión Europea no contempla obligar a las aerolíneas a retomar su actividad con parte del avión vacío como medida sanitaria para asegurar la distancia entre los pasajeros que viajen a bordo. En sus 'Directrices sobre la restauración progresiva de los servicios de transporte y conectividad', publicadas este miércoles para relanzar el turismo este verano, recomienda protocolos sanitarios como el uso generalizado de mascarillas por parte de pasajeros y trabajadores, especialmente cuando la distancia mínima no esté asegurada.
También propone otras medidas como el aumento de frecuencias para reducir la concentración de pasajeros, pero no hace mención expresa a la medida que ha puesto en jaque al sector aéreo en las últimas semanas, la obligatoriedad de volar con una parte del avión vacío para garantizar la distancia física entre los pasajeros, una medida que desde el sector aéreo ya habían advertido que acarrearía una subida de precios en los billetes o quiebras en el caso de algunas compañías.
"Siempre que sea posible y que la situación de salud general lo requiera, las prácticas de distanciamiento entre los pasajeros deben aplicarse". En este sentido, recomienda "reducir, cuando sea factible, la densidad de pasajeros en los medios de transporte colectivos y en las áreas de espera", reza en el informe.
En todo caso, Bruselas adelanta que la Agencia Europea de Seguridad Aérea y las autoridades competentes trabajan con el Centro Europeo de Prevención de Enfermedades para presentar "en las próximas semanas" directrices específicas a nivel técnico y operacional para ayudar al sector con las nuevas medidas.
Entre los ejemplos que espera que queden detallados en el protocolo de salud y seguridad para el sector de la aviación, la Comisión enumera en su comunicación limitar la interacción abordo, "explorar la asignación más adecuada de asientos en función de las limitaciones técnicas", dar prioridad al uso de documentos y métodos de pago digitales y evitar la concentración de pasajeros.
Hacer "más atractivos" los bonos
En cuanto al reclamo de la industria de permitir ofrecer bonos a los clientes que hayan sufrido cancelaciones en sus viajes en sustitución del reembolso, para mejorar la liquidez de las aerolíneas, Bruselas anima a las compañía a hacer "más atractivos", y entre ellas sugiere la posibilidad de que los gobiernos pongan en marcha esquemas de avales públicos que garantice su desembolso en casos de insolvencia.
La legislación europea permite a las aerolíneas en caso de cancelación de vuelos ofrecer a los consumidores afectados vales para la compra de futuros viajes en lugar de la devolución de dinero, pero esta opción es voluntaria debe ser aceptada por los afectados, que en cualquier caso siempre podrán exigir el reembolso en efectivo.
La vicepresidenta comunitaria responsable de Competencia, Margrethe Vestager, ha incidido en la "enorme presión" a la que está sometida la industria que depende del turismo, como hoteles y aerolíneas, que ahora deben reembolsar miles de cancelaciones. "Los consumidores europeos tienen derecho a un reembolso en efectivo y punto", ha dicho la política danesa, para pedir después, sin embargo, que esos cupones sean más atractivos para que los consumidores "los acepten".