Economía

Cenas de Navidad: las empresas sopesan PCR, mesas de no vacunados y cancelación

La preparación de las cenas de Navidad está suponiendo un quebradero de cabeza para las empresas. Ya no se trata este año sólo de que haya restricciones sanitarias que evaluar,

  • Un restaurante. -

La preparación de las cenas de Navidad está suponiendo un quebradero de cabeza para las empresas. Ya no se trata este año sólo de que haya restricciones sanitarias que evaluar, que no se descarta que lleguen de forma generalizada pero de momento operan únicamente en algunas comunidades. El problema que está planteándose es qué protocolo seguir con la vacunación y las pruebas de antígenos, en un momento en el que crece la presión para vacunarse y en el que algunas empresas exigen certificados de vacunación a clientes y proveedores y estudian incentivar a los empleados vacunados.

Este escenario se produce en un país en el que la vacunación es voluntaria y las empresas no pueden preguntar a sus empleados sobre datos sanitarios. Ante las cenas a menudo multitudinarias que ultiman, hay empresas que sopesan introducir protocolos sanitarios por convencimiento propio y otras lo hacen por presión de sus trabajadores, que llegan a demandar que se habiliten mesas y espacios para no vacunados.

Los despachos están recibiendo un alud de consultas de empresas angustiadas por la base legal que tienen para actuar y sobre las responsabilidades que asumen. Muchas sopesan cancelar la cena, lo que ya se ha producido en muchos casos, por ejemplo, por parte de los propios bufetes como empresas.

Sara Bermejo, abogada de Abdón Pedrajas Littler, recuerda que nos encontramos ante una colisión entre dos derechos: el derecho de los trabajadores a la intimidad, no se puede obligar a vacunar ni a hacer test de antígenos, ni preguntar si se está o se ha hecho, y el de las empresas de velar por los derechos de los trabajadores, en la que cree que hay muchos matices. Ya no es que no sea obligatorio vacunarse y que no puedan pedirse datos sanitarios y exigirlo dé base a demandas por vulneración de derechos fundamentales, es que hacer un test o cribado para decidir quién va puede considerarse discriminatorio.

Cosa distinta es que el restaurante al que se vaya lo exija, lo que ya ocurre en algunas comunidades. La empresa entonces sí tendría legitimidad. "En este caso, la posible discriminación puede verse justificada por cierta causa objetiva", explica Bermejo. En este escenario tan complejo, la abogada traslada que han recibido consultas de empresas que finalmente deciden no hacer la cena para evitar el riesgo.

Eduardo Peñacoba, socio de Laboral de Simmons & Simmons, recibe un aluvión de preguntas de las empresas y ha elaborado un protocolo que plantea que la empresa recomiende que los trabajadores que vayan a la cena de Navidad se hagan PCR de forma voluntaria y que se haga con una comunicación privada con el servicio médico de la empresa. Peñacoba traslada que algunas empresas están siendo presionadas por trabajadores que exigen que los no vacunados cenen en una mesa o un espacio aparte.

A su vez, Íñigo Sagardoy, presidente de Sagardoy, traslada que están recibiendo una catarata de consultas sobre la cena de Navidad y que están elaborando protocolos. Gemma Fabregat, of counsel de Sagardoy, señala que el escenario legal es muy complicado en España por la falta de regulación de base y por la disparidad de decisiones de comunidades y tribunales. "Si se pide autorización para entrar en un local, ya no es cuestión tanto de la empresa como de lo que establece la comunidad, afecta a la empresa y a los trabajadores como clientes", señala.

En el caso concreto de las cenas de Navidad, Fabregat explica que generan problemas a la empresa si se las considera tiempo de trabajo y, por lo tanto, responsabilidad de la empresa lo que allí ocurra, accidente de trabajo, en lugar de eventos especiales fuera de la jornada. En este sentido, ha habido sentencias diferentes. El Tribunal Supremo consideró en marzo de 2019 que son tiempo de trabajo.

Fermín Guardiola, socio de Laboral de Baker McKenzie, señala que las grandes empresas están recomendado hacerse PCR a quienes crean haber tenido contacto con un positivo o no ir a la cena, pero no mencionan el estar vacunado porque no se atreven. Esto, para el caso de cenas multitudinarias. Cuando son más pequeñas o en el caso de consejos de administración, ha observado que algunas empresas tratan de provocar que se hagan las PCR.

Por último, Talmac Bel, socio de Laboral de Fieldfisher, detecta problemas legales en todo el planteamiento que se hacen las empresas, tanto si la cena de Navidad es un evento interno como externo, estos últimos complicados además en el caso de las distintas comunidades y para compañías con presencia en varias.

Comedor de no vacunados

Mientras las empresas tratan de salir del atolladero que les está suponiendo esta Navidad la cena de empresa, con casos de trabajadores presionando para que se segregue a los no vacunados, Seat ha anunciado la separación en el comedor a los trabajadores que hayan recibido la vacuna de los empleados que no. Seat ha explicado en un comunicado que hace unas semanas llegó a un acuerdo con los sindicatos para "establecer áreas dentro de los comedores de la empresa" que hagan esta distinción. Las áreas creadas para los trabajadores que no hayan recibido la vacuna tendrán unas medidas más estrictas.

La empresa automovilística ha aclarado que se trata de recomendaciones, ya que no se puede obligar a las personas a comer por separado. El máximo líder sindical de UGT en Seat, Matías Carnero, ha asegurado que "esto es para garantizar la salud de quienes no están vacunados y los que sí están vacunados". Asimismo, Carnero ha detallado que de los 11.000 trabajadores de la planta de Martorell, cinco comieron por separado la semana pasada. Desde Seat han trasladado que el 96% de sus trabajadores están vacunados y recibieron sus dosis en la fábrica.

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