El comercio descarta ya que los días de Semana Santa puedan servir para registrar un 'tirón' en las ventas. Con una facturación en las últimas rebajas por debajo de lo previsto -debido sobre todo al impacto de la variante ómicron-, los pequeños y medianos establecimientos no creen que estos días festivos se traduzcan en un repunte de las ventas.
"Aunque por las previsiones turísticas creemos que aquellas tiendas que estén en esas zonas se verán más revitalizadas, la mayoría del comercio tradicional no tendrá grandes ventas", prevén portavoces de la Confederación Española de Comercio (CEC), en conversación con Vozpópuli.
Pese a que "no es tradicionalmente una semana de grandes ventas", puesto que muchos comercios cierran alguno de los días, desde la patronal del pequeño y mediano comercio no son optimistas con este año: "El escenario de incertidumbre, en el que se están posponiendo las decisiones de compra, no es favorable".
Se trata de una previsión que contrasta con la que manejan sectores como el hostelero, en el que las fuentes consultadas señalan que el incremento del turismo se nota ya en las reservas de los restaurantes y hoteles. "Los comercios dedicados a alimentación, hostelería, restauración y ocio se verán más beneficiados, son los que mejores previsiones pueden tener, pero el resto no estará especialmente activo", asumen desde la CEC.
El comercio mira a las zonas más turísticas
La excepción para el comercio estará en las zonas más turísticas, como las playas españolas o las grandes ciudades. De hecho, el Gobierno y los operadores del sector cuentan con que en este periodo festivo llegarán a España más turistas internacionales que en ningún otro periodo vacacional desde que estallara la pandemia. Según los datos de Forward Keys, presentados la semana pasada, el número de turistas extranjeros que visitarán España en Semana Santa solo estará un 13% por debajo que en el mismo periodo de 2019.
Un optimismo contenido es el que reflejan también desde el sector textil, que ha cerrado marzo con un aumento de las ventas del 11,7%, según el barómetro de Acotex. "El sector sigue en la senda de recuperación de las ventas, dato positivo, aunque el sector sigue con mucha incertidumbre motivada por el incremento del coste de la luz, incremento de las materias primas y logísticos y ahora nos encontramos con la guerra Rusia-Ucrania generando mayor incertidumbre y desconfianza en el consumidor", explican desde la patronal del textil.
Con un IPC disparado, la CEC considera los problemas se multiplican en el sector justo cuando podía empezar a mejorar sus cuentas. "Unido a los otros muchos costes sobrevenidos a los que estamos haciendo frente (como el aumentos de los costes energéticos o el las materias primas), y a la reducción de la capacidad de gasto de las familias, está poniendo en una situación muy complicada al sector, en un momento de reactivación", comentaban.