Llegó a producir más de 400.000 vehículos años y hasta siete modelos distintos al mismo tiempo. Apenas seis años después, Ford Almussafes languidece con una pérdida de modelos y de producción que, acentuado por la crisis del coronavirus desde 2020 y de la falta de suministro de chips el pasado 2021, ha terminado por poner en riesgo su futuro tras producir el año pasado apenas 165.000 vehículos, la cifra más baja de los últimos diez años.
Y es que los últimos dos años han marcado mucho a la mítica planta valenciana, que produce modelos años atrás de segmentos muy demandados como el de las berlinas o los monovolúmenes, pero que han visto como en estos últimos años tanto el Mondeo como el Galaxy o el S-Max han ido perdiendo fuelle en las ventas quedando como principal atractivo en la planta el Kuga, un exitoso SUV en un segmento que ha ido restando ventas tanto a berlinas como a monovolúmenes.
Por ello, el futuro de la planta está ahora focalizado en el coche eléctrico, y la posible asignación de un nuevo modelo con esta tecnología sigue en el aire a la espera de la decisión final que desde Ford Europa se tomará en los próximos meses. Pero este enero a punto de finalizar va a resultar decisivo pues a las dos plantas europeas que optan al último modelo eléctrico que queda por asignar –la de Saarlouis en Alemania y la propia de Almussafes–, el día 27 se les acaba el plazo impuesto por la compañía para presentar sus propuestas, con la obligación de haber suscrito el Acuerdo por la Electrificación de Almussafes.
Asegurar un futuro a 15 años
Una dura negociación en la que la dirección de Ford Almussafes ha insistido ante los sindicatos en la reducción salarial del 10%, la reducción de las vacaciones en una semana y ampliar 30 minutos cada turno de trabajo. Tras la última reunión mantenida entre la dirección y los sindicatos, fuentes de UGT han indicado que la dirección les ha comunicado que para poder optar a ese futuro que garantizaría 12 o 15 años de trabajo "la contención salarial no es suficiente".
Desde UGT han trasladado a la dirección la posibilidad de contemplar un acuerdo a 4 o 5 años "siempre condicionado a la adjudicación de los vehículos eléctricos donde tendrían más sentido las posibles medidas de flexibilidad". "No en estos momentos que sabemos caminamos hacia dos o tres años de baja producción y dificultades en la fábrica", indican las mismas fuentes.
Ante estos planteamientos y puesto que este proceso de negociación afecta a la situación de Ford en Europa, señalan desde el sindicato, a principios de enero solicitaron una reunión con la dirección europea "y estamos pendientes de respuesta, puesto que en este contexto la pandemia no está ayudando".