Son pocos los que conocen a qué temperatura exacta les gusta el agua de la ducha. La respuesta suele ser "templada", “más fría” o “más caliente”. Si se tiene en cuenta que la temperatura corporal media está entre los 36 y los 37 grados, y que un ‘agua tibia’ puede alcanzar un máximo de 40 grados, ducharse con un agua por debajo de los 35 grados se puede considerar una “ducha fría”. Una temperatura que el Gobierno considera “suficiente” en su carrera por ahorrar energía en invierno.
El plan de seguridad energética que ha presentado este martes la ministra Teresa Ribera recomienda que, con carácter general, una temperatura del agua entre 30ºC y 35ºC “puede ser suficiente” en su uso doméstico. Esta recomendación de ahorro y eficiencia energética en los casas que se acompaña de una petición a los ciudadanos de “usar el agua caliente con prudencia” para el plan del Gobierno de bajar la demanda de gas natural.
“Es recomendable prestar atención para que nunca se quede un grifo abierto más de la cuenta”, expone el Gobierno en su documento de 164 páginas. Su exigencia en este sentido es aún mayor para los centros de trabajo de las administraciones públicas. El plan de seguridad energética recomienda a los responsables de estos edificios que eviten el uso de agua caliente en el centro de trabajo cuando no sea imprescindible, suprimiendo o desconectando termos eléctricos.
Las propuestas que acompañan este plan también lanzan varias recomendaciones para la climatización de los hogares. El Gobierno quiere que, cuando sea necesario renovar los equipos, sustituir los sistemas de calefacción y agua caliente sanitaria actuales al uso de electricidad con bombas de calor (aerotermia, geotermia), o de otras renovables (biomasa, solar térmica). Una propuesta para la que ofrece su programa de ayudas a la instalación de sistemas de climatización renovable en hogares.
Su intención es que los hogares ahorren este invierno con el uso de válvulas termostáticas para regular adecuadamente las instalaciones de calefacción para conseguir un funcionamiento más eficiente. Y, además, que se compruebe periódicamente que la programación del sistema de calefacción se ajusta al horario familiar. Estas son alguna de las apuestas para conseguir un ahorro entre el 5,1% y el 13,5% del gas natural.
Revisar las calderas
Otra forma que ven posible ahorrar en el uso de la calefacción es llevar al día la revisión y cumplir con las recomendaciones de mejora de los técnicos. “Un mantenimiento adecuado puede suponer ahorros del 15%”, aportan. A las empresas, el Gobierno les propone que comprueben periódicamente que la programación del sistema de calefacción se ajusta al horario de trabajo para lograr sus objetivos de ahorro.
La apuesta para los edificios públicos, aunque también se extiende para empresas y hogares, es que mantengan las condiciones de temperatura en locales e instalaciones, limitando la calefacción y refrigeración a 19 y 27ºC, respectivamente.
El Gobierno quiere que apagues la nevera… si puedes
Sus guías también incluyen un mejor uso de los electrodomésticos domésticos. La primera vía para esta bajada del consumo es pagar los electrodomésticos cuando nos ausentemos de casa por un período largo. “Especialmente el frigorífico-congelador, que consume hasta el 30% del total del consumo de la vivienda”, expone su plan de seguridad energética.
Mantener los electrodomésticos en “stand by” es otro de los factores de 'derroche eléctrico' que se debe evitar en esta crisis. De cara a las buenas temperaturas, que con el cambio climático abundan, se recomienda aprovechar las horas de sol para el secado de ropa. Aprovechar al máximo la luz natural apagando la luz de las zonas iluminadas de manera natural y siempre que haya espacios abiertos o paredes acristaladas que contribuyan a una vigilancia pasiva. Son deberes que el Gobierno recomienda seguir para acompañar sus 73 medidas para afrontar un invierno que estará marcado por la gestión energética.