La subida de precios en el supermercado catapulta la marca blanca. Si ya en el primer trimestre había batido su récord histórico de cuota, la marca blanca lo ha vuelto a conseguir en mayo. Solo en alimentación supone ya un 48,9% de la cesta.
En concreto, según los datos de NielsenIQ, la marca de distribución ha subido un 1,5% en mayo en la categoría de bienes de consumo, lo que le hace alcanzar un 41,7% del total. Así, esta cifra refleja un aumento evidente frente a la aportada por Kantar Worldpanel para el primer trimestre, cuando las marcas blancas alcanzaron una cuota del 40,7%.
Son cifras muy superiores a las registradas a cierre de 2020, cuando la marca de distribuidor se situó en el 37,2% de cuota, y a la de 2021, el año en el que la marca blanca tenía una cuota del 38,4% en el mercado de gran consumo. De hecho, es las cifras están muy por encima de las cifras de la crisis de 2008; en ese año, su cuota se llegó a situar en el 27%, subiendo en los años siguientes hasta alcanzar el 34% en 2014, según Kantar.
Un crecimiento de la marca blanca que, como apuntan desde NielsenIQ, es todavía más relevante si la atención se fija en el sector de la alimentación. Ahí se acerca a la mitad, suponiendo ya en mayo un 48,9% de la cesta de la compra, frente al 51,1% de las marcas de fabricante. Con los precios de los alimentos disparados un 11% en mayo, la tasa más alta desde 1994 -como refleja el último Índice de Precios al Consumo (IPC)-, el consumidor está acudiendo más que nunca a la marca blanca para tratar de ahorrar en su compra diaria.
"En este entorno la escalada de precios continúa en un contexto que nos era difícil de imaginar hace tan sólo unos meses, provocando un cambio en el comportamiento de compra del consumidor que impulsa el crecimiento del peso de la marca de distribuidor frente a la de fabricante o las compras más frecuentes y de menor precio”, explicaba este lunes Patricia Daimiel, directora general de NielsenIQ para el Sur de Europa.
Los precios seguirán subiendo
La subida de precios es evidente en todas las cadenas de supermercados (Carrefour, Alcampo, DIA, Mercadona...), tanto en las marcas blancas como en las marcas de fabricante. No obstante, los supermercados defienden que la subida de alimentación no refleja todavía la elevada presión en costes que sufren las empresas.
"La distribución ha servido de dique, porque en la medida que el aumento se acerca al consumidor, al PVP, los márgenes se van estrechando por la competencia tan dura que existe", aseguraban hace unos días fuentes del sector consultadas por Vozpópuli. Así, los supermercados no descartan que la subida se vaya a seguir produciendo.
"Cambia en función de los acontecimientos, y las causas siguen siendo la repercusión del coste de la energía y los carburantes, y las materias primas", apuntaban estas fuentes, que insisten: "Al haber tanta competencia, los subiremos lo menos posible, pero siempre va a ser a costa de nuestro margen".
