¿Se imaginan que el hijo de Mariano Rajoy fuera periodista y escribiera una crónica con datos exclusivos de lo que pasa en el Palacio de La Moncloa? ¿O que la reina Letizia tuviera un blog en un digital en el que contase las interioridades de Zarzuela? El éxito de ambos estaría asegurado, pero el escándalo sería mayúsculo y se pondría en duda la ética de dichos informadores. Pues es lo que se está planteando estos días en el seno de la Policía, donde no terminan de comprender cómo la hija periodista del actual máximo responsable de la lucha antiterrorista, el comisario Enrique Barón, hace méritos en un diario digital con noticias 'exclusivas' sobre el yihadismo cuyo combate dirige su padre. Y todo ello sin que el Ministerio del Interior diga ni mú.
La última de tan sagaz plumilla, Bárbara Barón, es de esta misma semana. En concreto, un reportaje en el que asegura en su titular que "140 peligrosos islamistas convertidos salieron de la CUP y ERC". Además del lógico revuelo e indignación que ha causado en las filas de ambas formaciones políticas dicha afirmación, el malestar se ha extendido a la propia Policía donde creen que en esta ocasión la periodista no ha entendido bien a su 'fuente', porque insisten que no hay nada de eso. Un malentendido, quieren pensar, que no se explican dadas las asiduas visitas que hace la joven al blindado edificio de la Comisaría General de Información, donde es necesario pasar varios controles de seguridad para acceder a él y donde las 'visitas' sólo se pueden mover acompañadas.
Le dicen a este humilde Buscón que la hija del jefe se ha convertido en una imagen habitual por el edificio, donde se pasea como 'Pedro por su casa' pese a que ya anteriormente ha levantado ampollas con sus informaciones sobre la lucha antiterrorista. De hecho, hace ahora dos años, en junio de 2014, se generó un enorme revuelo al conocerse que Barbara Barón había participado como 'empotrada' en la operación contra una red de reclutamiento de yihadistas que fue desarticulada entonces en Madrid. La entonces estudiante plasmó su experiencia en un reportaje publicado en el diario de la Universidad Francisco de Vitoria, donde estudiaba. Lo tituló 'Empotrada en una detención de yihadistas' y en él contaba cómo se preparó el dispositivo desde las dos y media de la mañana hasta que concluyó diez horas después. En su relato, detallaba conversaciones, preparativos, objetivos... que sólo podía saber alguien que estuvo allí.
Entonces, la publicación de dicho reportaje provocó estupor en la propia Policía, pero tanto el mando policial como el Ministerio del Interior terminaron poniendo sordina a la polémica. El padre negó la mayor e insistiendo que estuvo allí, pero no 'emprotada', sino como otros periodistas en la acera de enfrente a la que se desarrollaba el operativo. Y el departamento de Jorge Fernández Díaz dio por zanjada meses después el revuelo con una respuesta parlamentaria por escrito en la que aseguraba que aquella crónica periodística sólo buscaba "resaltar determinados aspectos y valores humanos de los policías participantes". Desde entonces, la hija, ya trabajando para un medio, ha publicado muchas otras informaciones sobre terrorismo y yihadismo que han provocado más de un comentario sarcástico entre los policías. Sin embargo, el titular de esta semana vinculando el islamismo más radical con la CUP y ERC ha colmado el vaso de la paciencia de los agentes. ¿Qué hubiera pasado si el ángel Marcelo hubiera hecho público el día a día de su protegido Fernández Díaz?, se pregunta más de uno.