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La Junta Militar egipcia pide disculpas a las víctimas por los choques en Tahrir

La Junta Militar de Egipto presentó hoy sus disculpas al pueblo egipcio y a las víctimas de los violentos enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y los manifestantes que ocupan la plaza Tahrir de El Cairo. "El Consejero Superior de las Fuerzas Armadas presenta su pesar y sus disculpas por los mártires, hijos fieles de Egipto, en los últimos acontecimientos en Tahrir", apunta la Junta en un comunicado difundido en su página en Facebook.

La Junta Militar de Egipto presentó hoy sus disculpas al pueblo egipcio y a las víctimas de los violentos enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y los manifestantes que ocupan la plaza Tahrir de El Cairo. "El Consejero Superior de las Fuerzas Armadas presenta su pesar y sus disculpas por los mártires, hijos fieles de Egipto, en los últimos acontecimientos en Tahrir", apunta la Junta en un comunicado difundido en su página en Facebook.

La Junta Militar, que representa la máxima autoridad en el país desde la renuncia del presidente Hosni Mubarak el pasado 11 de febrero, se compromete a abrir una investigación "rápida y crucial" para procesar a todos los que causaron los sucesos.

En la nota se añade que las Fuerzas Armadas egipcias abrirán una hospital militar de campaña en Tahrir para ofrecer atención médica a los manifestantes en esa plaza y ayudarán a los heridos y familiares de los fallecidos. También la Junta asegura que hará todo lo posible para impedir que se repita lo sucedido.

La tensión en la plaza Tahrir creció hoy en medio de intentos vanos del Ejército de detener la violencia entre manifestantes, por un lado, y policía y matones, por otro, mientras la crisis política se agrava a cinco días de los comicios. En el quinto día consecutivo de protestas contra la Junta Militar, tres carros blindados del Ejército entraron hoy en la calle Mohamed Mahmud, epicentro de los choques, para cubrir el repliegue de la policía, que ha sido sustituida en parte por soldados.

Sin embargo, la escasa presencia militar, que posibilitó una breve tregua, no fue suficiente para impedir que se reanudaran los enfrentamientos, después de que ayer decenas de miles de personas se manifestasen para exigir la renuncia de la Junta Militar en un ambiente predominantemente pacífico.

En las calles cercanas al reforzado Ministerio del Interior y a la plaza Tahrir, la policía ha colocado barreras y dispara gases lacrimógenos contra los manifestantes, quienes no dejan de lanzar piedras.

A primeras horas de la noche, los "baltaguiya" (matones) hicieron acto de presencia en la calle comercial de Talaat Harb, que desemboca en Tahrir, y se enfrentaron con palos y armas blancas a los manifestantes. Los heridos no paran de llegar en ambulancia, moto o incluso a pie hasta los improvisados hospitales de campaña de Tahrir, cada vez más llena de tiendas de campaña y de personas dispuestas a resistir los ataques de las fuerzas de seguridad.

Entre los heridos se encuentra el fotógrafo español Guillem Valle, a quien la policía propinó ayer una paliza y le robó su equipo.

En coincidencia con el llamamiento de la ONU a que se investigue la represión de las protestas en Egipto, el Ministerio egipcio del Interior pidió a la Fiscalía que estudie las acusaciones contra la policía por el uso excesivo de la fuerza.

El titular de Sanidad, Amro Helmy, admitió hoy que varios de los 33 fallecidos contabilizados por el momento en disturbios murieron por heridas de bala.

Helmy agregó que su ministerio está analizando los gases lacrimógenos empleados por la policía después de recibir denuncias de que son más fuertes de los utilizados habitualmente para dispersar las protestas.

Según pudo comprobar Efe en el lugar, se están empleando botes de gas CS, en algunos casos caducados desde hace más de tres años. El ministro de Sanidad restó importancia a este asunto diciendo que el uso de gases caducados no significa que estos sean cancerígenos, sino que han perdido "eficacia". Sin embargo, uno de los doctores voluntarios en Tahrir, Amro Murada, explicó a Efe que se han encontrado botes de gases que están prohibidos en Estados Unidos por sus efectos secundarios y cancerígenos.

Esa situación también fue denunciada por la organización Human Rights Watch, que recogió testimonios sobre cómo las fuerzas del orden apuntan a la cara de los civiles cuando disparan pelotas de goma o utilizan fuego real. Incluso el imán de la institución de Al Azhar, la más prestigiosa del islam suní, Ahmed Mohamed el Tayeb, pidió hoy a la policía que no abra fuego contra los manifestantes.

En Tahrir, algunos egipcios enseñan en público los botes vacíos de gas lanzados e insisten en que permanecerán en la plaza pese a las últimas promesas del jefe de la Junta Militar, mariscal Husein Tantaui, que dirige Egipto desde la renuncia del presidente Hosni Mubarak el pasado 11 de febrero.
Anoche, el mariscal se comprometió a celebrar elecciones presidenciales antes de julio de 2012, mantener los comicios legislativos como estaba previsto y crear un gobierno de salvación nacional.

Sin embargo, a día de hoy, a solo cinco días de las elecciones legislativas, Egipto está gobernado por un Ejecutivo dimisionario, lo que ha llevado a algunos partidos a pedir el retraso de los comicios.

El Partido Socialdemócrata, uno de los más importantes del bloque laico, anunció que está intentando convencer al resto de formaciones para que las elecciones se pospongan al menos dos o tres semanas, hasta que asuma el nuevo Gobierno.

Sin embargo, la Comisión Electoral egipcia reafirmó hoy que las elecciones se celebrarán en las fases establecidas, la primera de ellas será el próximo lunes 28 y se desarrollará en nueve provincias, incluidas las convulsionadas Alejandría y El Cairo.

Pese al decreto ley aprobado hace dos días por la Junta Militar para impedir la participación política de miembros del disuelto partido de Mubarak, el órgano electoral reconoció que dicha norma no podrá ser aplicada a tiempo.

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