Del ex presidente del Gobierno se ha filtrado también otra opinión que refleja su visión sobre el caos que reina en su organización. “El partido está roto”. El objetivo de Felipe González, explican fuentes socialistas, pasa por convencer a Rubalcaba de que los resultados electorales, en justicia, hay que achacárselos a Zapatero –“No has perdido, te han perdido” – y de que la delicada situación que ha abierto el 20-N requiere altura de miras y, sobre todo, responsabilidad.
Las mismas fuentes confirman que González y Rubalcaba han hablado en, al menos, dos ocasiones desde la noche electoral y que la preocupación del primero ante la posibilidad de que su ex ministro tire la toalla le ha hecho reaccionar en caliente. Durante la campaña, González y Rubalcaba tuvieron también oportunidad de analizar todos los escenarios posibles, aunque ninguno de los dos temía un castigo tan severo como el que finalmente se ha producido para los socialistas.
La filtración de que González respalda el acceso de Rubalcaba a la secretaría general en la nueva etapa que se abre para el PSOE, ha llevado también a retratarse en la misma dirección a otros hipopótamos de su partido. Los testimonios más sabrosos llegaron este miércoles de boca de su todavía presidente, Manuel Chaves, y también de José Bono. En clave cifrada, como gusta hablar al presidente del Congreso, dijo ayer: “El PSOE debe apostar a la grande, por España, y no a la chica”. Y para quien tenga malas entendederas, añadió: “Lo importante son las personas, no los territorios…”. Bono y Rubalcaba formaron tándem en julio de 2000 durante el congreso del PSOE que ganó por sorpresa Zapatero, aunque con posterioridad el segundo se recicló hasta auparse a la vicepresidencia primera, cargo que nunca llegó a ocupar con González.
Chacón sabe ya que no cuenta con el abrigo del ‘aparato’ ni tampoco con el de la vieja guardia felipista, por lo que aspira dentro de estas coordenadas a ser la ZP del año 2000 y a dar la campanada en el 38º congreso con un discurso y un programa aparentemente renovadores. En esta ocasión, Zapatero se ha comprometido ya con ella a no hacer movimiento alguno para dejarla en la cuneta, al contrario de lo que sucedió en las primarias, garantizando desde la secretaría general un cónclave “en plena libertad”.
En el congreso de febrero se enfrentarán, si González no consigue cuajar una candidatura de unidad, dos modelos bien diferentes de partido, uno que aspira a perpetuar las viejas esencias y otro que quiere recoger el testigo de Zapatero para encauzar el relevo generacional que ha quedado entre paréntesis con la irrupción de Rubalcaba en escena. La opinión de este último, que comparte también el ex presidente González, es que el partido “no está para bromas”.
Chacón pierde pie en Andalucía
La traición de José Antonio Griñán, presidente de la Junta de Andalucía y cabeza visible de la federación que más delegados aportará al congreso, ha supuesto un duro golpe para las ambiciones de Chacón, pues en las fallidas primarias que iban a celebrarse en primavera contaba con su aval. Ahora Griñán ha levantado la voz en defensa de la candidatura de Rubalcaba a la secretaría general en un intento de salvar in extremis su permanencia en el cartel electoral andaluz. Quid pro quo.
En los tres días que han transcurrido desde las elecciones generales, los equipos de Chacón y Rubalcaba han testado las opiniones de las distintas federaciones y ambos cuentan ya con un mapa de maniobras bastante aproximado, pero prefieren de momento la discreción hasta conocer también el grado de decibelios que tienen que soportar el sábado en el comité federal que convocará el congreso.
En Ferraz se espera que el madrileño Tomás Gómez termine dando también el paso de presentar su candidatura, a pesar de su doble fracaso electoral: el del pasado 22 de mayo frente a Esperanza Aguirre y el del domingo, donde el PP sacó en Madrid una diferencia de 26 puntos al PSOE. La gente de Rubalcaba acusa a Gómez de haberle hecho una contra campaña en esta comunidad, un reproche que también hace extensivo al PSC de Chacón. A propósito, en Parla, exitosa cuna política de Gómez, el PP barrió a los socialistas el domingo por 10 puntos de distancia.
