Los mercados subieron ayer con auténtica furia, gracia a una acción concertada de los bancos centrales que los expertos justificaron por el principio de acuerdo del Ecofin, que se celebraba por la mañana. Pero en mercado se especulaba con la posibilidad de que el martes por la noche, un gran banco europeo, probablemente francés, se encontrara al filo de la quiebra, y los bancos centrales de todo el mundo acordaran actuar de manera conjunta para rescatarle, inyectando liquidez a espuertas y que así no se repitiera un caso similar al de Lehman Brothers.
Así lo recoge un medio tan prestigioso como Forbes, que publica un artículo del economista y gestor Nigam Arora. De inmediato fue replicado en numerosas mesas de operaciones financieras. Esto es "lo que los bancos centrales no nos dicen”, comentaban entre ellos, a través de líneas internas, correos electrónicos y Twitter. Era así como titulaba un e-mail un broker desde Nueva York esta posibilidad, citando el documento de Arora.
El artículo apunta la posibilidad que la pasada noche “un gran banco europeo estuvo cerca de la bancarrota. Las firmas financieras del viejo continente, “especialmente las francesas”, tienen una enorme dependencia de los mercados monetarios y “al parecer, esa gran entidad atravesaba serios problemas para cubrir sus necesidades de liquidez”.
Así, la Reserva Federal, el Banco de Inglaterra, el Banco Central Europeo (BCE), el Banco de Japón, el Banco Nacional de Suiza y el Banco de Canadá inundaron de liquidez el sistema, dando la vuelta a los mercados con una fuerza inusitada.
Mientras, y como quien no quiere la cosa, el Banco de China recortaba el porcentaje de reserva que deben tener sus entidades financieras en medio punto porcentual. El organismo no rebajaba este tipo desde hace tres años, para contener la inflación, pero ayer, curiosamente, también lo hizo.
Y en EE UU, donde la Fed se apresuró a decir que no hay ningún problema con ningún banco de su país, se acordó rebajar el precio del swap euro-dólar, medida para facilitar la liquidez.
El documento adjunto indica que hay convencimiento entre los expertos que haber dejado caer a Lehman Brothers fue un error y que “las autoridades no van a cometer el mismo error”. La única explicación para esta intervención masiva es “la preocupación de los bancos centrales por una inminente caída que no es públicamente conocida”.