Seis meses. Ese es el plazo que se ha marcado el futuro presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, para poner en marcha el grueso de las reformas anticrisis que quiere abordar. Seis meses para incorporar cambios en el mercado laboral y en el sistema finaciero; para hacer el ajuste presupuestario, para desarrollar por Ley Orgánica la reforma de la Constitución que marca el techo de déficit, y para diseñar un modelo de funcionamiento entre administraciones que elimine de una vez por todas las duplicidades. Todo ello lo puso encima de la mesa durante su reunión y posterior almuerzo con los presidentes autonómicos y regionales del PP, según ha podiso saber Vozpópuli de fuentes presentes en la cita.
Mucho más circunspecto que en otras ocasiones, ya con el peso de la púrpura del poder, Rajoy desgranó las prioridades de una legislatura que arrancará en el primer Consejo de Ministros del día 23, centrada más en los nombramientos, pero que conocerá una semana más tarde, en el Consejo del 30, las primeras medidas, sin esperar más.
Rajo fue a lo práctico ante un auditorio deseoso de colaborar, consciente de que las Comunidades deben jugar un papel fundamental en las futuras políticas económicas. De hecho, hoy mismo, la presidenta de la Comunidad de Castilla-La Mancha y mano derecha de Rajoy en el partido, María Dolores de Cospedal, presentará un nuevo recorte presupuestario de 350 millones de euros para su autonomía que se une a los más de 1.800 que anunció a finales de agosto.
Inquietudes de los presidentes autonómicos
Los presidentes autonómicos del PP suscitaron muchas cuestiones que les preocupan en estos momentos. La jefa del ejecutivo aragonés, Luisa Fernanda Rudi, puso sobre la mesa la posibilidad de que los Parlamentos regionales desarrollen también por Ley el techo de déficit; la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, que no pudo estar en la primera parte de la reunión pero sí en el almuerzo, insistió en su propuesta de que los pensionistas con altos ingresos paguen una parte de sus medicamentos; el balear, José Ramón Bauzá, defendió la necesidad de que se aplace el pago de los adelantos a cuenta. Precisamente, sobre esta cuestión, y a pesar de una información que apuntaba ayer por la mañana en este sentido, Rajoy no negó esta posibilidad pero tampoco la terminó de cerrar. Otros presidentes pidieron políticas comunes en cuestiones tan controvertidas como el número de horas lectivas que deben dar los profesores y que ha llevado al sector en Madrid a varias convocatorias de huelga.
Además, como hiciera un día antes con los líderes sindicales, el próximo presidente del Gobierno dijo que el techo de déficit marcado por la Unión Europea hay que cumplirlo "sí o sí" y, sin revelar mucho más, indicó que ya se está en contacto con los gabinetes de Gobierno de otros países de la UE de cara al consejo del día 9 al que no podrá acudir por no haber sido todavía investido presidente del Gobierno.
