El secretario general de la Unión General de Trabajadores (UGT), Cándido Méndez, ha sido citado el próximo 25 de mayo por la magistrada de lo Social número 2 de Valladolid para ser interrogado por un litigio interno. El juicio al que ha sido convocado Méndez, inmerso estos días en los preparativos de las próximas movilizaciones del 29 de abril y Primero de Mayo, tenía que haberse celebrado hoy, pero la jueza ha acordado suspenderlo porque Méndez no estaba, ya que su defensa ha alegado que la demanda está mal planteada.
El lío parte de una demanda presentada por seis históricos militantes de UGT, ya jubilados, contra unas sanciones que les impuso en 2009 su propio sindicato. La dirección confederal prohibió a estos veteranos militantes, activistas durante la Dictadura y la Transición, desempeñar cargos en la organización durante tres y cinco años. Al parecer, UGT les amonestó por ocupar precisamente cargos que no les correspondían en la Federación del Metal, Construcción e Industrias Afines (MCA.)
La sanción partió de la MCA, una rama muy fuerte en Valladolid por la presencia de Renault, y fue ratificada por la Comisión de Garantías Confederal, máximo órgano de UGT.
Entonces los seis, ahora vinculados a otra rama, la Unión de Pensionistas y Jubilados de la capital castellana, se rebelaron contra la dirección confederal y regional y contrataron a un despacho privado. Dos letrados de UGT asumen, a su vez, la defensa del sindicato.
Un testigo de la defensa con el que ha hablado Vozpópuli carga contra los seis históricos: “En vez de respetar los estatutos confederales por unas sanciones del todo lógicas, buscan que venga Cándido Méndez para dar el cante mediático”. De momento, la jueza se ha inclinado por suspender el juicio hasta dentro de un mes y no por sancionar a Méndez.