Podemos pasa página. Apenas cuatro días después de que el Gobierno de coalición recibiera la luz verde del Congreso a su reforma laboral, los de Ione Belarra han intentado este lunes cambiar el marco político para que se deje de hablar de la norma estrella de su lideresa in pectore, Yolanda Díaz, y de cómo logró aprobarse: gracias al error de un diputado del PP.
Por eso, Podemos ha juntado en Madrid a la cúpula del partido para abrir otra gran batalla con el PSOE: la reforma fiscal. Y para ello han contado con el apoyo del dirigente y diputado del Partido Laborista de Reino Unido, Jeremy Corbyn, de Susana Ruiz, abogada responsable de Justicia Fiscal de Oxfam Intermón y de Carlos Cruzado, presidente de los técnicos de Hacienda.
Y es que el socio menor de la coalición propone una subida generalizada de impuestos que afectará, según detallan, a las grandes rentas y que aportará a las arcas del Estado alrededor de 30.000 millones anuales más que quieren destinar a Dependencia, Sanidad o Educación.
Los impuestos a subir
Podemos, en definitiva, quiere recaudar más vía IRPF, sociedades, transacciones financieras, grandes fortunas, gravando a las eléctricas, con nuevos impuestos para la salud (comida basura) y a la vivienda vacía. Es más, solo hay un impuesto sobre el que proyectan una bajada: el IVA. Los morados pretenden aplicar el tipo superreducido a los productos veterinarios y de higiene femenina y rebajar al 10% el que afecta a peluquerías y servicios veterinarios, entre otras medidas. Todo ello supondría una merma recaudatoria de 1.200 millones.
Lo cierto es que el partido es consciente de que la convalidación de la reforma laboral gracias al apoyo de más formaciones de derecha que de izquierda, ha dejado tocada la conexión con las bases y con los votantes más izquierdistas. No por casualidad, pese a celebrar el 'sí' al real decreto cocinado por Trabajo y tutelado por el núcleo duro de Moncloa, Podemos ha reiterado cada vez que ha podido que de ser mayoría en el Gobierno habría hecho otra reforma laboral.
Podemos intenta tapar el ruido de la reforma laboral
De esta manera, los de Ione Belarra intentan tapar el ruido político que ha generado la reforma laboral y recuperan uno de los grandes arietes con los que nació Podemos. En verdad, el partido considera que ya es el momento de abordar esa nueva fiscalidad, en la que trabaja un grupo de expertos en el Ministerio de Hacienda, porque la llegada de los fondos europeos y el crecimiento económico permiten abrir el debate.
Eso sí, Podemos, que se ha rodeado de miembros de ERC y de EH Bildu para presentar sus propuestas de fiscalidad (Gorka Elejabarrieta y Marta Rosique i Saltor), ha lanzado todo un aviso a navegantes. Si toca abrir el melón de la reforma fiscal, este solo tiene un camino: el bloque de la investidura. Y es que para la secretaria general morada, Ione Belarra, solo queda ese apoyo para lo que queda de legislatura.
El partido insiste una y otra vez, en línea con el resto del Gobierno, en que la salida de la crisis ocasionada por la pandemia ha sido diametralmente opuesta a la de 2008. Y así lo ha zanjado el secretario de Estado de Estado de Derechos Sociales, y hombre fuerte en Economía de los morados, Nacho Álvarez: "Hemos gestionado la crisis de manera distinta. Hemos tardado año y medio en recuperar el nivel de empleo anterior a la pandemia. Y en 2008 se tardó toda una década".
La pista de Yolanda Díaz
Álvarez se ha mostrado convencido de que España debe avanzar hacia la convergencia europea en fiscalidad: "Tener un Estado del bienestar como el que tienen los países del norte de Europa es posible si tenemos una estructura fiscal acorde, si tenemos un sistema tributario similar al de estos países". En esa línea ya se mostró Yolanda Díaz en un acto similar, en el que la vicepresidenta segunda conversó con el economista francés Thomas Piketty para avanzar que la fiscalidad será la gran bandera de su futura plataforma.
La líder del espacio morado en el Gobierno insinuó este domingo en una entrevista en Salvados que hubiera dimitido en caso de que la reforma laboral hubiera sido tumbada en la Cámara Baja. La situación política de Díaz de cara al proceso de escucha que quiere impulsar también se ha visto torpedeada por la reforma laboral. Podemos lo sabe y, quizá por ello, el único acto al que acudirá Díaz para hacer campaña en Castilla y León será este jueves en Castronuño, un municipio de 800 habitantes.
En Podemos, no obstante, hay quien asume que la reforma laboral es una suerte de dolor de cabeza que golpea más a Díaz que a ellos. Y todo porque la vicepresidenta segunda del Gobierno ha personalizado en exceso su proyecto estrella. El sentir de otros sectores morados es que ya que es la reforma de Díaz, el golpe de pactarla con empresarios y convalidarla con más partidos de derecha que de izquierda, es más fuerte para ella que para el espacio de Unidas Podemos. Los morados ya han puesto rumbo a otra batalla. Y esta la esperan ganar.