Es poco probable que los candidatos sean capaces de sacar de su cabeza por unas horas lo que pasará el domingo, pero al menos lo intentarán. La ley electoral les obliga al descanso, por un día no tienen opción de mandar consignas, ni de buscarle las cosquillas a los oponentes y mucho menos de hacer mítines o pedir el voto. Nada de eso, descanso y poco más.
No es, en todo caso, un descanso secreto. Más bien al contrario, los candidatos cuentan los días previos cuál será su rutina el sábado, pues la última foto, aunque sea de un paseo, también suma. Las agendas, en esto al menos, son abiertas.
Quizá el que más necesita parar es Mariano Rajoy. La semana ha sido accidentada y el puñetazo que le propinó un joven pontevedrés aconseja ciertos cuidados. No tuvo grandes consecuencias físicas, pero la magulladura y el dolor, que ahí están, se cuidarán mejor estando en casa. En su caso, claro, en La Moncloa, donde hará piña con sus hermanos, su padre, su mujer Elvira y sus hijos. No ha especificado más de la rutina concreta que seguirá, pero a tenor de lo escuchado varias veces durante la campaña es probable que se haya levantado pronto y haya hecho sus irrenunciables 40 minutos de caminata.
También propone un plan familiar el socialista Pedro Sánchez. En su caso estará con su mujer y sus dos hijas revisando los programas que le ha hurtado la campaña durante estas últimas semanas. Por la mañana, y como es costumbre en él, ha salido a correr y luego ha ido a ver a su hija en un partido de baloncesto. La temporada de mítines le había impedido hasta el momento constatar la calidad deportiva de su hija. Pretende incluso ir al cine con sus asesores para ver, cómo no, Star Wars, El despertar de la fuerza. Es el estreno de la semana y, en el cine, puede evadirse de las llamadas de sus asesores. Que el descanso es obligado por ley, pero no impide que el teléfono suene.
El cine es la opción más habitual entre los candidatos, que probablemente se pasarán el día colgados del teléfono
La película de marras también está en la agenda de otro de los candidatos, Pablo Iglesias. El líder de Podemos es un reconocido cinéfilo, no pierde la ocasión para recomendar –o regalar, una de sus señas de identidad- películas y series. En su caso, con menos obligaciones familiares que sus rivales, se puede permitir un programa doble de cine. Por la mañana, casi como mensaje, la película sobre Bárcenas; por la tarde, la Guerra de las Galaxias.
La familia también tiene un lugar especial en la reflexión de Albert Rivera. El candidato de Ciudadanos durmió en Madrid, pero pronto por la mañana cogió un tren para pasar el día con su hija Daniela, protagonista indirecta en la campaña pues Rivera le ha escrito una carta en uno de sus anuncios electorales. Rivera, que está divorciado, ha hablado en varias ocasiones sobre su hija en entrevistas de las últimas semanas y de las dificultades que entraña ser candidato y figura pública y combinarlo con la vida familiar. Hace casi 20 días que no la ve y, en su caso, también es probable que termine recalando en el cine.
También viajará a su tierra Alberto Garzón, de Izquierda Unida. El candidato se ha dado un paseo con sus asesores por Madrid por la mañana, pero la tarde la pasará en su Málaga natal. Se espera que coma unos espetos en su pueblo, el Rincón de la Victoria, a la espera de una jornada que, también para él, supondrá su primera vez como candidato a La Moncloa.
