La estrecha relación que mantenían la vicepresidente de Venezuela, Delcy Rodríguez, y el empresario español Víctor de Aldama queda reflejada en las conversaciones aportadas por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil a la Audiencia Nacional. En ellas no sólo hablan del encuentro en Barajas que da el nombre al Delcygate o el contrato para la compraventa de oro; también hablan de asuntos políticos y de la presencia en España de Leopoldo López, líder de la oposición venezolana que se reunió con Pedro Sánchez.
Ni la presencia de Leopoldo López en España ni su reunión con Pedro Sánchez fueron del agrado de Delcy Rodríguez, tal y como le traslada a Víctor de Aldama en una conversación. “Que no apoyen en nada al psicópata”, advertía la vicepresidenta venezolana. “Si sigue la conspiradera desde allá te mandaré las pruebas”, añadía a continuación.
A renglón seguido adelantaba un ultimátum en caso de que Leopoldo López tuviera éxito en España tras sus reuniones con representantes políticos, incluido el propio Pedro Sánchez: “Ojalá no tengamos que escalar”.
“Ok, así lo traslado -le respondía Víctor de Aldama, en conversación fechada el 6 de noviembre de 2020, a las 7.25 de la mañana-. Igualmente desayuno ahora con el jefe y le digo, y vamos hablando. Gracias por todo, besos”. En otras partes de la investigación se apunta a que "el jefe" sería José Luis Ábalos, entonces ministro de Transportes.
Unas horas más tarde, a las 14.14 de ese mismo día, Aldama trataba de tranquilizar a Delcy Rodríguez en cuanto a la situación de Leopoldo López en España: “Le tiene en vigilancia CNI me dice [sic] pero que cualquier cosa que creas necesaria lo hablamos y agradecido”. “Que ya sabía que el que esté [Leopoldo López en España] era una patata caliente aquí”, le decía el empresario español a Delcy Rodríguez.
“Vale, Vic”, concluía la vicepresidenta de Venezuela.
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