Andalucía

Andalucía saca pecho por la recuperación del lince ibérico

La especie ya no está catalogada en peligro de extinción tras una asombrosa y costosa labor de recuperación

  • Suelta de linces en Almodóvar del Río (Córdoba) -

Este 12 de diciembre se ha instaurado como el Día Internacional del Lince Ibérico para celebrar es considerado como uno de los mayores logros en conservación de especies a nivel mundial. El lince ibérico (Lynx pardinus) estaba en 2002 al borde de la extinción con apenas 94 ejemplares en libertad. A día de hoy, ha alcanzado un censo superior a los 2.000 individuos en la Península Ibérica y Andalucía es el epicentro de este milagro. 

La comunidad lidera con 759 ejemplares censados en 2023 el registro. En estos momentos, la especia ya no se cataloga “en peligro crítico de extinción”, sino simplemente como “vulnerable” dentro de la Lista Roja de la UICN. Para que esto haya sido posible han intervenido todas las administraciones y millonarios fondos europeos.    

Desde 2002, se han destinado 88 millones de euros a iniciativas como Life Lynxconnect, que ha establecido nuevos territorios, mejorado la conectividad entre poblaciones y reforzado la cría en cautividad. Hasta la fecha, alrededor de 400 ejemplares nacidos en cautiverio han sido reintroducidos en el medio natural. 

Medidas como para frenar la caza furtiva, la reintroducción de conejos y la cría en cautividad y reinserción de poblaciones son la receta del éxito que arrancó en Andalucía con dos programas en Doñana y Sierra Morena. Posteriormente, el tercer programa, el Iberlince extendió las áreas de reintroducción a Extremadura, Castilla-La Mancha, Murcia y el sur de Portugal. Actualmente, Life Lynxconnect está en su etapa final con el objetivo de conectar todas las poblaciones existentes a través de corredores ecológicos que propicien la viabilidad genética de las comunidades de felinos y la expansión de la especie. 

En Andalucía, los linces se distribuyen en núcleos como Doñana-Aljarafe, Sierra Morena y las Sierras Subbéticas. Los datos de 2023 reflejan la vitalidad de la población, con 156 hembras reproductoras y 228 cachorros. Además, la Junta ha implementado medidas como la colaboración con agricultores y ganaderos, control de las poblaciones de conejos —que pasan por ser la principal fuente alimenticia del lince— y el monitoreo genético para prevenir enfermedades. 

Aunque las cifras son alentadoras, el lince ibérico aún enfrenta desafíos. La mortalidad no natural, especialmente los atropellos, sigue siendo un problema significativo en áreas humanizadas como el Aljarafe sevillano o las carreteras del entorno de Doñana.  

La diversidad genética es otro desafío crítico, pero los programas de refuerzo en Doñana han logrado camadas más resistentes y numerosas, reduciendo el impacto de enfermedades como la leucemia felina. 

Un símbolo de esperanza para la biodiversidad  

El éxito del lince ibérico también ha sido un modelo de desarrollo sostenible. "Proteger al lince es proteger nuestra riqueza natural y el legado para futuras generaciones", ha dicho la consejera de Sostenibilidad, Catalina García con motivo de la celebración. La Junta enfatiza el impacto positivo en las áreas rurales que ha propiciado el lince con el equilibrio entre conservación con oportunidades socioeconómicas. 

El caso del lince ibérico es un ejemplo inspirador para otras especies del que Andalucía saca pecho. Hace dos décadas, la especie estaba al borde de la extinción, pero hoy crece a un ritmo anual del 20%. El esfuerzo por preservar esta joya de la biodiversidad ibérica se mantendrá hasta que la cifra de animales en libertad no supere los 30.000 individuos, mientras no se puede dar por recuperado al lince. 

 

 

 

 

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