Andalucía

Benitagla, el pueblo con menos habitantes de Andalucía, apenas supera los 53 vecinos

Según el Instituto Nacional de Estadística el municipio tiene 53 habitantes, aunque su alcalde asegura que el padrón ha subido en lo que va de año y ya son 62 vecinos

  • La Iglesia de Benitagla, el pueblo más pequeño de Andalucía

Los pueblos siguen siendo esos lugares que recordamos con cierta nostalgia. Son los encargados de guardar memorias de abuelos, de infancia, de fiestas veraniegas y de primeros amigos. En Andalucía, además, muchos son refugio para el calor y el último reducto alejado de tecnología y ruido de coches. Así es Benitagla, situado en la sierra de los Filabres en Jaén, es el pueblo más pequeño de Andalucía, según el INE, con 53 habitantes censados.

Los datos de 2022 del Instituto de Estadística y Cartografía de la Junta de Andalucía, aseguran que Benitagla cuenta con una población de sólo 53 personas, dejando la segunda posición a la localidad onubense de Cumbres de Enmedio, que hasta el momento era el pueblo más pequeño de toda la región, y que suma ahora 59 habitantes.

Benitagla puede ser pequeño, pero su ubicación, en plena Sierra de los Filabres, es todo un lujo que permite que se pueda realizar la ruta de senderismo Pueblos del Interior GR -244. Se trata de un sendero circular de gran recorrido de 109 km habilitado para ir a pie, a caballo y, en su mayoría, en bicicleta de montaña. Recorre diez municipios de la Sierra de Los Filabres Alcudia de Monteagud, Benitagla, Benizalón, Castro de Filabres, Lucainena de las Torres, Senés, Tabernas, Tahal, Uleila del Campo y Velefique. Además, se realiza desde 2017 en el mes de febrero la ruta de Almerndros en Flor entre Benizalón y Benitagla. Sin duda alguna, una ruta para amantes del senderismo, la naturaleza y para todo aquel quiera conocer la preciosa Sierra de los Filabres.

Entre las muchas cifras de Benitagla, destacan sus dimensiones, 6,39 kilómetros cuadrados o 74 kilómetros, la distancia que separa esta pequeña localidad de la capital de provincia. Pero no solo Benitagla representa a Almería en la lista de los pueblos menos habitados de Andalucía, la provincia almeriense suma 6 de los 10 pueblos más pequeños de toda Andalucía.

Diez pueblos andaluces que no superan los 200 habitantes o no alcanzan los 60

Estos son los diez pueblos andaluces con menos habitantes de toda la comunidad.

Benitagla, Almería (53 habitantes)
Cumbres de Enmedio, Huelva (59 habitantes)
Castro de Filabres, Almería (115 habitantes)
Alsodux, Almería (129 habitantes)
Alcudia de Monetagud, Almería (133 habitantes)
Juviles, Granada (134 habitantes)
Lobras, Granada (135 habitantes)
Beires, Almería (138 habitantes)
Cóbar, Almería (160 habitantes)
Salares, Málaga (175 habitantes)

La Andalucía despoblada está abocada a la desaparición

Sin médico con consulta diaria, ni escuela, bar del pueblo o panadería, Benitagla, en la sierra de los Filabres, encabeza el ranking de la Andalucía despoblada. Este municipio serrano cuenta sólo con 53 habitantes censados, de los que apenas unos treinta tienen fijada allí su residencia diaria.

Los municipios que pierden más población y que más envejecen están situados en la Sierra: En la provincia de Huelva, Aracena y Picos de Aroche tienen un despoblamiento muy acusado, extremo. Riotinto y Cuenca Minera también pierden vecinos. En Sevilla, la Sierra Norte; en Córdoba, Los Pedroches; en Almería y Granada, Las Alpujarras; y en Málaga, la Serranía de Ronda.

El alto nivel de vida de las ciudades, unido a que tras la pandemia muchas familias teletrabajan y valoran espacios al aire libre y cercanos a la naturaleza, alimenta la esperanza de los vecinos. Hasta ahora solo el turismo rural fijaba su interés en los pueblos pequeños.

El proceso de despoblación en las zonas serranas tiene dos causas principales: el envejecimiento y la emigración de los residentes. Un joven de un pueblo de la sierra, que no encuentra oportunidades para trabajar, emigra a la ciudad a estudiar, comienza a trabajar y ya no vuelve al pueblo. Generar proyectos innovadores y facilitar la llegada a nuevos vecinos es la clave para atraer y fijar la población a unos pueblos abocados a la desaparición.

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