Susana Díaz ya fracasó en su intento de frenar a Vox en Andalucía durante la campaña de las elecciones autonómicas de diciembre de 2018. La táctica de alentar el miedo a lo que podía suponer la irrupción de la formación de Santiago Abascal no le funcionó. Le dio tanto protagonismo en sus discursos que fue contraproducente para el PSOE andaluz, al engordar al partido a la derecha del PP, que fue la llave para el gobierno actual de PP y Cs. A pesar de tal error estratégico, el sucesor de Díaz para recuperar el Gobierno andaluz, Juan Espadas, ha situado este jueves como uno de sus principales retos y compromisos "frenar de manera clara, radical y terminante a la extrema derecha".
Espadas, que ha participado desde Málaga en el primer Comité Director del PSOE-A desde que lo lidera (máximo órgano entre congresos), cree que las próximas elecciones autonómicas en Andalucía "serán determinantes para el futuro de España". Poco antes ha animado a los asistentes al acto a que "ningún socialista" saliera de allí sin "un compromiso, si cabe más fuerte aun", de combatir a Vox en lo que queda de aquí a los comicios. Deberán ser convocados por el presidente de la Junta, Juanma Moreno, más bien hacia el otoño de 2022, tras el fiasco del PP en Castilla y León, lo que le llevó a descartar la opción inicial de junio.
Fuentes del propio PSOE andaluz, consultadas por Vozpópuli, albergan bastantes dudas acerca de que la estrategia del miedo y el "que viene la extrema derecha" vaya a resultar productiva en los próximos meses, es más, creen que introducir lo que se llama "el elefante en la habitación", puede resultarles contraproducente, como ya le ocurrió a la expresidenta Díaz.
No obstante, la determinación de Espadas, que llega a acusar al PP de "engordar a Vox", es clara: jugar con el temor a un gobierno del PP con una vicepresidencia de Vox, como él mismo se ha encargado de anunciar ante los suyos. Aunque en esta ocasión el orden de los factores no altera el producto, el segundo eje sobre el que pivotará la campaña socialista consistirá en tratar de erosionar al máximo a Moreno con la mala situación de la atención primaria, en el marco de críticas globales a la sanidad pública andaluza.
El secretario general del PSOE andaluz ha profundizado también en la idea de que Moreno va a pasar de ser un presidente del PP que "se apoya en Vox", como socio de legislatura, "a introducirlo en el Gobierno con una vicepresidencia", en clara alusión a quien podría ocupar tal cargo, que no es otra que la candidata 'in pectore' Macarena Olona, todavía no designada de forma oficial.
Ante unos 400 asistentes a este cónclave socialista, celebrado en un céntrico hotel malagueño, Espadas ha puesto sobre la mesa algunas cifras del "moderado" Moreno Bonilla que "ahora viene a decirnos que no quiere saber nada de Vox". En este punto, tras recordar que "fue el primero que apostó por la extrema derecha" para apoyarse en ella, ha enumerado lo siguiente: De 67 decretos llevados al Parlamento "65 se han aprobado con Vox"; de 20 Proyectos de Ley han salido adelante 14 con la derecha radical. Además, han sido aprobados, gracias a ellos, 18 de 20 Proposiciones de Ley.
La crisis entre Génova y Ayuso como telón de fondo
Como era de esperar, Juan Espadas no ha desaprovechado la oportunidad para introducir en su discurso el caso de supuesto espionaje a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso:“Ahora el PP, para desconcierto general, vuelve a liarla con dos elemento que no son nuevos, la corrupción y el espionaje", ha denunciado para regocijo de los presentes.
Tras hablar del PP como "un partido descabezado", el aspirante a ocupar el palacio de San Telmo se ha preguntado en tono jocoso si "Moreno Bonilla es de papá o de mamá, de Ayuso o de Casado". A juicio de Espadas "ese partido de Aznar, en el que todos estaban juntos, ahora son dos partidos que no pueden vivir sin estar juntos", en referencia a la escisión de Génova que fue Vox cuando se creó.
Como colofón a su discurso Espadas ha animado al socialismo andaluz a acudir en masa el próximo sábado, en las ocho capitales de la comunidad, a las manifestaciones por la sanidad pública convocadas por UGT y Comisiones Obreras, ente otras organizaciones y 'mareas' de batas blancas.