"Jamás he tenido ningún negocio, ni con David Marjaliza, ni con nadie". Así se expresó el pasado octubre ante el juez Eloy Velasco el presunto cerebro de la trama Púnica, Francisco Granados, en una declaración de más de dos horas de duración en la que negó toda relación con este constructor, a quien se considera el nexo de unión entre los distintos alcaldes madrileños imputados en esta operación anticorrupción. En su comparecencia en la Audiencia Nacional, el exsecretario general del PP de Madrid también rechazó el haber compartido bienes inmobiliarios y cuentas en Suiza con quien los investigadores sospechan que es su principal socio en la trama.
En su testimonio ante el juez, Granados reconoce que en 1994 abrió una cuenta en suiza, en Crédit Lyonnais, con unos fondos que en 1999 transfirió a otra entidad, Parisbas. Ese año, al ser elegido alcalde del municipio madrileño de Valdemoro, afirma que decidió cerrarla, pero ante las dificultades que el banco le ponía para hacerlo, optó por extraer los 320.000 euros de los que disponía y transferir su titularidad a otra persona. ¿A quién? Casualmente, a Marjaliza, a quien conoce desde la adolescencia, pero con quien niega cualquier vínculo empresarial.
Durante el interrogatorio, a cuyo sonido ha tenido acceso Vozpópuli, Granados incide en que los fondos de esa cuenta proceden de sus actividades profesionales de director de análisis financiero de Société Générale, así como de una donación de su padre. Niega tener relación con la cuenta con otros 1,6 millones de euros descubierta en Suiza por los investigadores, cuyos fondos se sospecha que proceden de las comisiones de los amaños con las Administraciones públicas madrileñas que se asocian a esta trama de corrupción.
Granados asevera que para transferir la titularidad de la cuenta a Marjaliza y darle poder sobre la misma firmó unos "papeles en blanco" que le desvinculaban de facto de su control. En 2006, cuando ya se había "olvidado" del asunto, el constructor contactó con él para enviar su dinero de esa cuenta a la de otro banco, una acción para la que necesitaba su firma. Pero, a partir de ahí, rechaza cualquier relación bancaria con Suiza y, por tanto, desmiente ese supuesto de la investigación.
Granados niega que le pagara a su amante brasileña el alquier de la casa y una factura médica por valor de 1.500 euros
Durante el interrogatorio del juez sobre los contratos adjudicados por el Ayuntamiento de Valdemoro, Granados echa balones fuera y niega que haya intervenido para favorecer a empresas como Dico o Waiter Music, ni cuando estaba en la empresa Arpegio ni cuando fue alcalde del municipio madrileño ni cuando fue consejero de Presidencia de la Comunidad de Madrid.
El ex número dos de Esperanza Aguirre reconoce su amistad con Javier López Madrid y que ha estado en su yate “dos veces el año pasado y dos o tres el anterior. Este año no he ido”.
Niega rotundamente poseer un tercio de la propiedad de ese yate y afirma que López Madrid “nunca” le ha cobrado nada por ir a su barco.
Granados afirma ante el juez que mantenía “una relación íntima” con Cristiane Jucar Guimaraes, una brasileña que tenía una empresa de azafatas, pero niega que le pagara 1.500 euros para unas pruebas médicas, el alquiler de su casa y los muebles de su oficina.
Se muestra muy sorprendido cuando se le pregunta si tiene "un tercio de la propiedad" del yate de López Madrid, algo que niega
Preguntado por el dinero prestado a Jesús Moreno Torres, Granados reconoce en un principio que le prestó “1.000 o mil y pico euros”, aunque el juez le recuerda que en una conversación se habla de “20.000 euros”. También niega que le entregara dinero en mano al conductor de David Marjaliza cuando fue a su casa y dice que “sería por algo de las vacaciones”.
También rechaza una práctica de hinchar los contratos de adjudicación de fiestas patronales y eventos a Waiter Music desdes varios municipios de la Comunidad de Madrid.
Ante la pregunta de si ese dinero de los contratos se “repartía entre el alcalde, usted y el PP de Madrid”, Granados escenifica estar muy sorprendido y dice: “Lo niego al 100%, qué tiene que ver en esto el partido”.
Uno de los asuntos a los que dedica más tiempo el juez Velasco es el relativo a las cinco parcelas de Valdemoro que heredó en 1999, tras la muerte de su padre. Una de ellas se las vendió a cuñada, María del Mar Alarcón, mientras que las otras cuatro, a la inmobilaria de David Marjaliza. Ahora bien, Granados rechaza que hubiera sobrepagos en la transacción, así como que durante su estancia en la Alcaldía de Valdemoro recalificara "un sólo metro de terreno" en su propio beneficio.
En el interrogatorio, también es preguntado por la casa que posee en la Urbanización Arenal, en Marbella, y que se sopecha que compró tras el descubrimiento de una segunda cuenta a su nombre en Suiza. El exconsejero de Presidencia de la Comunidad de Madrid niega cualquier irregularidad al respecto, aunque reconoce que en las parcelas aledañas a este chalé veraneaban Marjaliza y el exalcalde de Valdemoro, José Miguel Moreno.
"Con el alcalde anterior (Moreno) tenía una relación prácticamente de hermano y pasábamos los veranos juntos en hoteles. Él es muy amigo también del señor Marjaliza. Si no me hubiera gustado el sitio no me la hubiera comprado", expone Granados, que afirma que antes de adquirir la casa estuvo en régimen de alquiler durante un tiempo.