El Pleno del CGPJ se reúne este jueves con cero expectativas de nombrar a sus dos candidatos para el Tribunal Constitucional. Las posiciones encontradas, unido al órdago de Carlos Lesmes sobre su posible dimisión, abocan este encuentro a una mera toma de contacto en la que se antoja difícil que se estudien ya nombres para el tribunal de garantías. El bloque progresista pondrá algunos sobre la mesa, pero el conservador ya ha advertido que este jueves se va a hablar del procedimiento a seguir. Sin límite de tiempo alguno.
Las aguas están revueltas en un CGPJ que se acerca con resignación a su quinto año en funciones. Su presidente ha pedido a los 18 vocales que cumplan con la Ley y nombren a los dos candidatos que les corresponda. La reforma impulsada por el Gobierno establece el 13 de septiembre como fecha límite, pero todos dan por hecho que se va a alargar. El propio Lesmes lo asume aunque le resta importancia porque su objetivo es sacarlos adelante. Casi la mayoría comparte, además, que los nombres se negociarán fuera de las reuniones y se convocará otro Pleno cuando se vislumbre el acuerdo.
Sin embargo el calendario no se interpreta por igual entre los miembros del CGPJ. Los vocales progresistas quieren nombrar cuanto antes. Alegan que no hace falta establecer reglas del juego para elegir a sus dos propuestas y entienden estas dilaciones como una estrategia del Partido Popular: "No quieren soltar el control, lo de este jueves es para marear la perdiz", dicen algunas voces en conversación con Vozpópuli.
Sin acuerdo en el CGPJ
El bloque conservador, por contra, sostiene que nunca antes han votados su candidatos al TC. La última vez fue en 2013, cuando el CGPJ eligió al progresista Juan Antonio Xiol Ríos y al conservador Santiago Martínez-Vares. Por ello quieren pactar primero el procedimiento y, después, negociar los nombres. "Este jueves se tratará cómo vehicular el procedimiento", explican fuentes de este bloque. Las mismas no ocultan su malestar con el Ejecutivo por mermarles su capacidad de nombrar cargos discrecionales y luego reestablecérsela únicamente en lo que respecta al TC.
Mientras tanto, todas las miradas se fijan en Lesmes. El presidente dio un golpe en la mesa este miércoles en la apertura del año judicial y lanzó un ultimátum: o Gobierno y PP acuerdan la renovación en semanas o tira la toalla y abandona la presidencia que asumió en 2013. Ahora bien, según sostiene, su salida en ningún caso se produciría antes de elegir los dos nombres para el TC.
Si Lesmes se va, la renovación del Tribunal Constitucional es imposible Fuentes del bloque conservador del CGPJ
El bloque conservador, por contra, no comparte este planteamiento. "Si Lesmes se va, la renovación del Tribunal Constitucional es imposible", explica uno de los vocales a este medio. Entienden que la pelota está ahora en el tejado del Gobierno, a quien le piden o renovación del Consejo o restitución de todas las competencias; es decir, que se cumpla la Constitución y puedan nombrar también en Audiencias Provinciales, Tribunales Superiores de Justicia y en el Supremo; órgano este último donde la situación es "insostenible".
Un CGPJ con presidente progresista
El duro discurso pronunciado ayer por Lesmes iba en esa dirección: "Solicito que presidente del Gobierno y jefe de la oposición lleguen a un acuerdo. De no ser atendido el llamamiento, se reflexionará sobre otro tipo de decisiones que ni queremos ni nos gustan", dijo. Entre dichas decisiones se encuentra la de su dimisión, aunque hay otras vías desconocidas hasta el momento. Su órdago pilló por sorpresa a la mayoría de vocales del CGPJ, algunos de los cuáles recelan de que realmente se vaya a ir. "Está muy enfadado porque le han atacado a nivel personal pero me cuesta creerlo", cuentan vocales a este medio.
Lo que parece descartarse, al menos a corto plazo, es que su dimisión vaya a ir seguida del resto de vocales del Consejo. "Nadie se lo plantea ahora, pero nunca se sabe", razonan. El propio Lesmes descarta cualquier tipo de salida masiva del CGPJ. "La renuncia colectiva sería irresponsable e inaceptable", expuso ante la cúpula de la carrera judicial. Con todo, este movimiento supone una presión añadida al Partido Popular. Su renuncia implicaría que la presidencia pasara de un conservador a un progresista, ya que Rafael Mozo asumiría la presidencia en su condición de vocal de mayor antigüedad en el consejo.
Tiempo al Gobierno
Antes de llegar a ello Lesmes busca otras alternativas. La primera sería la tan deseada renovación del órgano. La segunda restaurar todas las competencias. Esta última es clave porque los vocales se están encontrando con problemas para encontrar sus candidatos al TC en el Tribunal Supremo. Algunos de sus más destacados miembros, como Manuel Marchena (presidente de la Sala de lo Penal), Pablo Llarena (instructor del procés) o Antonio del Moral (miembro del tribunal que juzgó el procés) han cerrado la puerta a ser candidatos de este bloque al TC.
La falta de nombres hizo que se propusiera buscar candidatos entre catedráticos y juristas fuera del Supremo, pero esa opción parece descartada por completo. Se entra en una encrucijada porque no quieren nombrar a magistrados que no sean del Supremo, pero tampoco quieren descabezarlo. Dejarle ahora mismo sin dos miembros menos no es una opción viable teniendo en cuenta que ya hay 14 vacantes. La salida, según las voces consultadas, pasa porque el actual Consejo recupere su potestad para efectuar nombramientos. Así podrían elegir a sus nombres del TC sin perjudicar a este órgano.
Por ello consideran que, con su ultimátum, Lesmes da tiempo al Gobierno para que opte por una vía u otra. No obstante, su rosario de quejas no fue solo contra el Ejecutivo. El presidente también señaló a Alberto Núñez Feijóo. Su plan de reformar primero la ley para que los jueces se elijan entre ellos y luego ya renovar el CGPJ no parece gustarle. Ahora toca nombrar y, más adelante, se verá. "Una vez cumplido el deber de renovación, y solo entonces, será hora sin duda de abordar otros debates", expresó.
Los corrillos del Supremo
Como no podía ser de otra forma, sus duras palabras contra Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo (presente en el acto) fueron el asunto principal del que se debatió en los corrillos posteriores al encuentro. Magistrados del Supremo, del Constitucional, representantes de las asociaciones judiciales, vocales del CGPJ, miembros de la Fiscalía General y de la clase política se dieron cita en el acto.
Frente a la atmósfera distendida de otros años, esta vez las caras eran de preocupación y tensión. Una periodista comentó con cierta ironía que las noticias sobre el mundo judicial no solían interesar en demasía a la ciudadanía. "Seguro que mañana sí se leen estas crónicas", respondió, por su parte, una alta fuente presente en las tertulias.
Sea como fuere, y aunque las posiciones políticas parecen enconadas, el duro mensaje de Lesmes sirvió para que la ministra de Justicia, Pilar Llop; Alberto Núñez Feijóo y el propio Lesmes departieran durante más de quince minutos en un breve encuentro al que se terminó uniendo el Rey Felipe VI. A su salida Llop instó al líder de la oposición a sentarse a negociar la renovación del CGPJ. El PP se mantiene en la necesidad de negociar sus requisitos antes de sellar el acuerdo.
Termopidas
Como todos los conservadores...fueran como Lesmes...es para salir corriendo...y para colmo dice que dimitirá después de poner los candidatos del TC...este Ilustrísimo es auténtico enemigo del PP...quiere morir matando...Dimita...nadie es imprescindible...Deje de amenazar y váyase...que no le va a seguir nadie...