Pastor belga malinois, 10 años, atiende al nombre de Brujo… y busca nuevo hogar tras una vida dedicada a la Guardia Civil en su lucha contra los narcos. Las imágenes hablan por sí solas. Este “agente canino” ha participado en algunas de las intervenciones más destacadas en la región de Málaga de los últimos años: “No se le pasa un alijo”, destacan los agentes que han trabajado con él. “Un auténtico crack” al que le ha llegado la hora de jubilarse. Y, ahora, la recién constituida asociación Benemeritvm busca un “match” para Brujo con una nueva familia.

“Es un perro que llama la atención”, asegura Mariola a Vozpópuli. Ella es agente de la Guardia Civil, con décadas de servicio en diversas unidades del cuerpo que han requerido el apoyo del servicio cinológico. Brujo está especializado en la lucha contra el narcotráfico. Junto con su guía José ha realizado “grandes servicios” en la detección de sustancias estupefacientes en puntos estratégicos de Málaga, tanto por vía marítima como terrestre.

Sonada fue una intervención en 2018 en la que localizó 300 kilos de hachís en un contenedor a bordo de un barco con el que los narcotraficantes aspiraban a surtir de droga a Europa desde África. O la localización de un cofre en un vehículo en el que se habían escondido otros 200 kilos de la misma sustancia. Son apenas unos ejemplos de los servicios prestados por Brujo en la Guardia Civil en los últimos años.

El buen carácter de Brujo, tanto con personas como con otros perros, está asegurado: “Además de su trabajo diario ha participado en numerosas exhibiciones con niños, siempre cariñoso con ellos”, afirma Mariola. Pero la prioridad no es encontrarle un hogar rápidamente, sin filtros, sino una familia adecuada, que cumpla con una serie de requisitos establecidos.

Las familias adecuadas

Benemeritvm, asociación constituida hace cuatro semanas y que busca dar salida a los perros de la Guardia Civil, cuenta con dos estructuras principales: la primera, formada por guardias civiles aún en servicio, da acogida a los agentes caninos en la Unidad Cinológica Central, en El Pardo (Madrid), puesto que muchos de ellos proceden de otros puntos de España; allí les dan los cuidados necesarios… y establecen un perfil detallado del perro.

En base a las conclusiones obtenidas en esa toma de contacto se busca la familia adecuada a cada animal, en función del carácter, edad o cualquier otra circunstancia. Es en este punto donde entra en juego la otra estructura de Benemeritvm, constituida por civiles, y de la que forma parte Ana Núñez Cifuentes, analista en Prevención de Blanqueo de Capitales y Financiación Terrorista, condecorada con la medalla al mérito de la Guardia Civil por su labor con diferentes unidades del cuerpo, especialmente con el servicio cinológico; junto a Mariola, impulsora principal del proyecto.

“Es la parte mas exigente, encontrar a los adoptantes que cumplan los requisitos adecuados para cada perro, en base al perfil que hemos hecho previamente -explica Mariola-. Buscan un adoptante compatible y que podría establecer un match con el perfil del perro. Es muy minucioso, con un estudio de la forma de ser del adoptante, su entorno, modo de vida… Queremos conseguir un cien por cien de compatibilidad para asegurar el bienestar tanto del perro como del adoptante”.

Desde la asociación inciden en que “lo último que queremos es que las cosas no vayan bien”: “No hay reparo en rechazar al adoptante; no porque no sean válidos, sino porque sus circunstancias no se adaptan a lo que requiere el perro. Por ejemplo, en principio no encajan los adoptantes que tengan gatos. Si tienen niños muy pequeños, tenemos cuidado de que el perro no tenga un nivel de energía muy elevado. Los requisitos van variando”.

Los perros en la Guardia Civil

Pero, ¿en qué momento le llega la jubilación a un perro de la Guardia Civil? Principalmente bajo dos circunstancias: por motivos de edad o porque el animal no está preparado para aguantar el nivel de presión que deben soportar en algunos operativos especialmente exigentes. “Son seres vivos y es perfectamente normal que algunos no lleguen a ese nivel”, detalla esta guardia civil.

Porque si Brujo ha estado dedicado a la lucha contra el narcotráfico, el Instituto Armado también cuenta con el apoyo del servicio cinológico para el desarrollo de intervenciones tan diversas como la búsqueda de personas, seguridad e intervención. Los guías, no obstante, añaden que “todo lo que tiene un olor es susceptible de ser trabajado”. Y citan como ejemplos los restos biológicos, cebos envenenados o el papel moneda, entre otros.

La Guardia Civil tramita cada tres meses las bajas de los perros. “La llegada es constante, unos 15 o 20 perros por trimestre”, detallan desde Benemeritvm. Brujo es uno de ellos, pero Kali, Peter Parker, Oso, Tizo, Poli o Pigo también esperan su turno para encontrar una familia.

*La dirección de Benemeritvm para inscribirse en un proceso de adopción es adopciones@benemeritvm.org

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