Las amenazas contra los alumnos de la Ciudad Universitaria tenían una finalidad económica. La Policía Nacional ha detenido a dos jóvenes que difundían estos bulos con un objetivo: conseguir los datos personales de los estudiantes para luego cometer ciberestafas. Más de 6.000 universitarios dejaron de asistir a las clases por el temor a un posible ataque en sus centros docentes. Recibían imágenes con armas de fuego y munición.
La investigación de estos sucesos ha sido desarrollada por los agentes de la Brigada Provincial de Información. Todo comenzó el pasado 31 de octubre, cuando se celebraba una fiesta con numerosos grupos de estudiantes y un individuo hizo correr el bulo de que en una facultad se iba a cometer un ataque con armas.
Más de 6.000 universitarios no fueron a clase
La noticia se hizo viral por su difusión masiva a través de las redes sociales y otras aplicaciones de mensajería instantánea. Los detenidos aprovecharon el temor generalizado para iniciar sus actuaciones delictivas que consistían en enviar amenazas acompañadas de fotografías de armas de fuego y munición.
No contento con el pánico causado, el pasado cinco de noviembre, cuando se iba a cometer el supuesto ataque a la universidad, más 6.000 alumnos no acudieran a sus centros docentes por el temor a que se cumplieran las amenazas. Además, llegaron a intimidar a los estudiantes que les recriminaban estos mensajes con cometer actos violentos contra ellos y sus familias.
Buscaban datos para ciberestafas
Ls pesquisas de los policías ha permidio desvelar que detrás de las amenazas que difundieron los arrestados estaba la obtención de los datos personales de la comunidad educativa. Los arrestados, con los datos telefónicos de los estudiantes que obtenían en los “chats” y mediante ingeniería social, contactaban con ellos telefónicamente para obtener sus datos de identidad o incluso fotocopias de los documentos personales.
Una vez que obtenían los datos personas llegaban a abrir cuentas bancarias para cometer estafas y otros ilícitos penales. Las gestiones llevadas a cabo por los investigadores permitieron detectar hasta seis acciones delictivas relacionadas con la apropiación de datos personales en las que cometieron estafas. Actualmente la operación continúa abierta por lo que no se descartan nuevas detenciones.