El Ayuntamiento de Madrid, que dirige Manuela Carmena, ha rectificado y finalmente no cerrará Gran Vía de forma permanente al tráfico privado desde Navidad, sino que este gran eje reabrirá en enero de 2018 -tras el parón navideño- y su acceso no se limitará a residentes hasta el establecimiento de la Zona de Cero Emisiones Central, en junio de ese año.
Sin embargo, esta gran avenida sí vivirá cortes parciales en el tráfico rodado debido a las obras para ampliar sus aceras, que harán que los coches pierdan un carril por sentido en beneficio de los peatones y que se extenderán durante 10 meses desde su comienzo en el próximo mes de enero.
"Las restricciones al tráfico tendrán que ver con el uso del espacio público disponible, exclusivamente", ha asegurado hoy el delegado de Desarrollo Urbano Sostenible (DUS), José Manuel Calvo, en la rueda de prensa posterior a la Junta del Gobierno.
Los cortes se irán avisando según vayan avanzando las obras, ha añadido el delegado.
Sin embargo, el jueves Calvo afirmó, en una entrevista en Onda Madrid y preguntado sobre si el corte sería definitivo que "no tendría mucho sentido reabrir la Gran Vía" al tráfico después de Navidades "para empezar la obra un mes o quince días después".
"Lo que haremos será mantener esa estructura para que puedan a empezar a operar las empresas que harán la obra", afirmó.