Regalos por favores. Los cabecillas de la mafia china de blanqueo de dinero desmantelada en la Operación Emperador sobornaban presuntamente a funcionarios públicos con bolsos, ordenadores, cajas de vino, 'masajes' e, incluso, pagando el colegio de una hija. Así se desprende de los informes policiales incorporados a la causa que instruye en la Audiencia Nacional el juez Fernando Andreu y en los que se analizan los cientos de horas de intervenciones telefónicas realizadas durante la compleja investigación. Un policía, un guardia civil, una trabajadora de la subdelegación del Gobierno en Zamora y un concejal del equipo de Gobierno socialista del Ayuntamiento de Fuenlabrada (Madrid) fueron detenidos por ello y aún hoy siguen imputados en la causa. En los documentos también hay referencias a tratos sospechosos con otros políticos, un agente local y un ex policía, aunque ninguno de ellos ha sido acusado hasta ahora.
Yongping Wu Liu era el miembro de la red que mantenía la mayor parte de los contactos con los funcionarios. Él trataba con el policía, el guardia civil y el concejal detenidos
De hecho, José Borrás, concejal de Participación Ciudadana y Seguridad en el consistorio de la localidad madrileña, es el único cargo público inculpado. Forzado a dimitir días después de su arresto, ha negado reiteradamente que recibiera ningún tipo de regalo a cambio de hacer gestiones a favor de los integrantes de las empresas de la trama, situadas en el Polígono Cobo Calleja del municipio. Sin embargo, en el sumario aparecen numerosas referencias a su estrecha relación con algunos de los supuestos cabecillas de la red y, más en concreto, con Yongping Wu Liu, alias Miguel Calvo. Este ciudadano, del que los informes policiales resaltan que "cuenta con numerosos contactos a todos los niveles, de los que se sirve para la expansión de sus negocios y para obtener ciertos beneficios fruto del cargo que tenga la persona con la que trata”, llamó en numerosas ocasiones al concejal socialista para pedirle favores o para quedar con él con el fin de entregarle regalos.
Una de estas llamadas se produjo el pasado 31 de diciembre. Tras felicitarse por la próxima llegada del Año Nuevo, Yongping Wu Liu le pidió verse "para darte unos regalos". Nueve días después, el presunto mafioso chino volvió a telefonear al edil de Fuenlabrada para encontrarse y, ante la circunstancia de que el concejal se encuentraba "malito", Miguel el Calvo le anunció que subiría entonces a su casa para entregarle su regalo y darle otro para el alcalde del municipio. Borrás, sin embargo, rechazó esto segundo y le pidió que lo dejase en el coche y que ya se lo entregaría él en persona al primer edil.
Según la Fiscalía, el concejal socialista recibió supuestamente estos regalos y otros "tratos de favor" en restaurantes de la trama (en alguno de los cuales ejercían la prostitución de modo clandestino mujeres asiáticas) como pago a las gestiones que realizó supuestamente en favor de la red gracias a su cargo. Es lo que el Ministerio Público calificó en un escrito de "favores mutuos" entre la trama y "alguno de los miembros del Ayuntamiento". Para la Fiscalía, Borrás era, de hecho la "persona de contacto" para la red de Gao Ping en el Ayuntamiento, para la que supuestamente realizaba "contraprestaciones por los favores dispensados", entre ellos el aviso de futuras inspecciones o facilitar la concesión de licencias para las aperturas de nuevos locales en el municipio.
'Legalizar' a la niñera del socio
También hay numerosas referencias en el sumario sobre María Pilar G.V., funcionaria de la subdelegación del Gobierno en Zamora, a la que los miembros de la trama bautizaron como La Vieja. En concreto, en una de las conversaciones telefónicas, uno de los integrantes destacados de la red, Wei Lin, mano derecha de Gao Ping, presumía ante la mujer de éste, Linzhen Yang, de la capacidad de la funcionaria para regularizar ciudadanos chinos. "La Vieja me ha dicho que fácilmente podría traerme unas cuantas personas de China cada año. Ya me ha traido a la niñera del socio de la empresa de telecomunicaciones", destacaba Lei, quien a continuación aseguraba que como compensación por sus gestiones "le pago hasta los gastos escolares de su hija, que estudia en Oviedo".
La mano derecha de Gao Ping presumía en una llamada de pagarle el colegio a la hija de una funcionaria de la subdelegación de Zamora
En uno de los informes policiales se destaca que a cambio de agilizar los trámites para conseguir los papeles de residencia, "María Pilar recibe determinados regalos como relojes y bolsos de un alto valor económico". Los agentes destacan que uno de esos favores fue lograr para Chuhong Wu, hermana del jefe de la trama, Gao Ping, la tarjera de residencia a pesar de que "no cumple los requisitos de estancia mínima en territorio español para renovarla" ya que ha pasado bastante tiempo viviendo en China. La propia Lizhen Yang se refería a la funcionaria en otra conversación como la española a la que un miembro de la trama "supo utilizar y enganchar".
Entre los miembros de las Fuerzas de Seguridad salpicados por la trama, del que más menciones aparecen en el sumario es del inspector Miguel Ángel G.G., destinado en el Grupo V de la Brigada de Extranjería y Documentación. Según la Fiscalía, él se encargaba de "facilitar, agilizar y realizar trámites de extranjería [para los miembros de la trama] a cambio de dádivas y recompensas". Las pesquisas han demostrado que el agente tenía una "relación personal y directa" con el máximo líder de la organización, Gao Ping, aunque también mantenía relaciones estrechas con la mujer de éste, Lizhen Yang, y con Yongping Wu Liu, Miguel el Calvo, "con el fin de obtener alguna ventaja o beneficio personal". "A cambio de estos favores --recalca el ministerio públicoen un escrito--, Miguel Ángel es utilizado por el resto de los investigados".
Favores a domicilio
En una de las conversaciones, la propia mujer de Gao Ping daba indicaciones a otro miembro de la trama para que entreguase "dos cajas de vino" a Yongping y que éste se las regalase al policía. Cuando su interlocutor le preguntó a Lizhen por qué, ésta le indicó que el agente les iba a ayudar a encontrar a clientes desaparecidos que debía dinero a la trama. El 26 de diciembre de 2011, era el propio Miguel Ángel el que llamaba a la mujer de Gao Ping para anunciarle que se iba a pasar a verla y llevales los datos que le pidió. La trama apuntó aquel regalo con un gasto más en la contabilidad de una de sus empresas.
A cambio de quitar una multa de tráfico por exceso de velocidad, un guardia civil recibió supuestamente un ordenador portatil
En el caso del guardia civil arrestado, identificado como Pablo José J.M., los pinchazos telefónicos revelaron que Yongping Wu Liu se puso en contacto con él en febrero de 2012 para conseguir que le quitase una multa que le habían puesto agentes de Tráfico por circular a 170 kilómteros por hora cuando iba camino de Elche. En la conversación, el guardia civil le pidió al presunto mafioso chino que le facilitase todos los datos que aparecían reflejados en la denuncia, entre ellos el número de identificación de sus compañeros y la unidad que le pertenecía, para ponerse en contacto con ellos. "Son 400 euros y 4 puntos", se lamentaba el ciudadano chino en dicha conversación.
Dos horas después, el agente devolvía la llamada a Yongping Wu Liu para contarle que no le habían cogido el teléfono en el cuartel al que supuestamente pertenecían los compañeros que le multaron. No obstante, le aseguraba que el radar que le había cazado remitía las fotos a un centro de León del Instituto armado y que iba a llamar a un guardia de allí para que se la quitasen. Pablo José aprovechó esa llamada para dar al presunto cabecilla mafioso un consejo para la próxima vez que le pase: "Cuando te paren, di que eres amigo de M. [su apellido]. Mi padre es muy conocido en Madrid también". Según el escrito de la Fiscalía Anticorrupción y contra el Crimen Organizado, el integrante del Instituto armado habría pedido a cambio de sus gestiones "un ordenador portátil".