El Gobierno de Artur Mas, con el presupuesto de la Generalitat, de todos los catalanes, contribuye a la financiación de las diócesis de obispos soberanistas. Estos prelados devuelven luego el favor con apoyos más o menos explícitos al procés. Así funciona esta causa-efecto, el cepillo del nacionalismo. Según ha podido constatar Vozpópuli, el Ejecutivo convergente ha subvencionado con 200.000 euros a estos obispados que simpatizan con la secesión. Entre ellos se encuentran los de Barcelona, con el cardenal Lluís Martínez Sistach al frente, o Solsona, donde el titular Xavier Novell pidió el voto para la "candidatura del sí" (Junts Pel Sí) en la cita electoral del pasado 27 de septiembre.
En concreto, tal y como aparece en la documentación consultada por este diario, estas ayudas otorgadas por la Generalitat son las que se corresponden con el cupo del primer semestre año. El órgano que ha firmado la concesión ha sido la Oficina de Apoyo a la Iniciativa Cultural, dependiente del departamento de Cultura, que tiene como máximo responsable al conseller Ferran Mascarell. Teniendo a dichos obispados como destinatarios, tales subvenciones han ido dirigidas fundamentalmente a cubrir proyectos de "conservación preventiva y conservación-restauración de bienes culturales muebles y de elementos históricos y artísticos integrados en bienes inmuebles que forman parte del patrimonio cultural catalán". Estas asignaciones fueron recogidas por el Diario Oficial de la Generalitat de Cataluña en su edición del 25 de septiembre, dos días antes de los comicios.
La principal asignación ha recaído en el Arzobispado de Barcelona, donde el importe económico ha ascendido a los 157.273 euros. La finalidad, según aparece en la concesión, es la "restauración de la capilla de los Dolores de la Basílica de Santa María de Mataró", que incluye "recuperación de las pinturas murales, nueva instalación eléctrica y tratamiento de xilófagos del retablo". Asimismo, la parroquia de los Santos Mártires Justo y Pastor, en la Ciudad Condal, ha sido agraciada con 11.000 euros para la "restauración de las pinturas murales situadas en la cúpula de la capilla del Santísimo".
El arzobispo de Barcelona, Martínez Sistach, representa un perfil moderado en el soberanismo de la Iglesia catalana, manteniendo cierta distancia con los independentistas católicos. No obstante, es un firme defensor del derecho a decidir y así se ha manifestado en más de una ocasión: "El derecho a decidir es conocer la voluntad del pueblo, y la doctrina social de la Iglesia lo permite".
El obispo de Solsona instó a los votantes a "facilitar un reconocimiento internacional al proceso de la independencia"
Otro arzobispo nacionalista que sigue esta línea es el de la Diócesis de Urgell, Joan-Enric Vives, copríncipe de Andorra y posible sucesor de Martínez Sistach. En una entrevista en el diario El Punt Avui, Vives manifestó que estarán al lado de lo que "el pueblo democrática quiera", incluida la independencia. "Es lo que hace la Iglesia en todo el mundo", sentenció. El Obispado de Urgell ha sido subvencionado con 16.277 euros para la "conservación-restauración del retablo de la Piedad de Jeroni Xanxo (1548-1550)".
Por su parte, el Obispado de Gerona ha recibido 4.307 euros que serán invertidos en la "restauración de dos tallas policromadas del antiguo retablo mayor de la Basílica de Sant Feliu". Y de otros 4.114 euros dispondrá la Catedral de Gerona, que podrá hacer lo propio con "la pintura sobre tela de la capilla del Rosario". Al frente de esta diócesis está monseñor Francesc Pardo, quien no tuvo reparo, por ejemplo, en pronunciarse a favor de la consulta separatista del 9 de noviembre de 2014. En la hoja parroquial de aquel día, señaló que "conocer qué desean los ciudadanos es fundamental para asumir decisiones, sean las que sean, y para configurar el presente y el futuro". "Siempre es necesario el discernimiento, la información, el razonamiento y la posibilidad de decidir", apostilló, pese a que la consulta, que terminó en un simulacro de referéndum, había sido declarada ilegal por el Tribunal Constitucional.
El Obispado de Solsona ha conseguido 9.341 euros para "intervención, conservación y restauración de un nivel de la cara del campanario de la Catedral de Santa María" y 13.406 para la restauración del Retablo Mayor de San Saturnino de Malanyeu (la Nou, Berguedà)". Podrá estar satisfecho monseñor Novell, que pidió a los párrocos de su diócesis repicar las campanas el 27-S para celebrar "un día de libertad". Coincidiendo con la jornada electoral, también emitió una glosa titulada Per ells (Por ellos), donde animó a depositar en la urna la papeleta de Junts pel Sí (CDC y ERC). "Conocéis la candidatura que quiere aglutinar el 'sí' que facilite un reconocimiento internacional al proceso de la independencia", decía el escrito.
De Joan Piris al alicantino Giménez Valls
En el momento de solicitud de las ayudas, el Obispado de Lérida tenía como mandamás a Joan Piris, que también se ha alineado con consultas populares soberanistas en Cataluña. La Generalitat le ha adjudicado 7.612,00 euros para la "consolidación del soporte pétreo del portal sur de la iglesia de San Martín". Piris ha sido recientemente sustituido por el prelado alicantino Salvador Giménez Valls, antiguo obispo de Menorca, quien ya ha dejado entrever que no abraza el nacionalismo. "Cuando [el pueblo] se acentúa demasiado y se pone como absoluto –y esto lo hemos hecho algunos clérigos–, resulta que todo lo demás, incluido Dios, queda como relativo", ha manifestado, levantando las primeras ampollas entre los católicos separatistas del lugar.
El único obispado entre los beneficiarios de estas ayudas cuyo titular ha evitado en los últimos años contribuir a la causa nacionalista, salvo algún episodio aislado como el cese del párroco de San Vicente de Castellet (acosado por los independentistas), es el de Vic, el prelado Romà Casanova. Las subvenciones a esta sede han sumado 24.772 euros. El resto de las diócesis de la Conferencia Episcopal Tarraconense (Tortosa, Tarragona, Sant Feliu de Llobregat y Terrassa) no han sido premiadas con estas asignaciones culturales.