Movimientos en Junts que podrían anticipar cambios en la cúpula. El presidente del Parlament, Josep Rull, ha anunciado hoy que no optará a la reelección como presidente del Consell Nacional de Junts per Catalunya, cargo que ostenta en el partido desde el congreso de 2022. Oficialmente, y según ha declarado a Catalunya Ràdio, Rull habría tomado la decisión de no permanecer en el cargo para salvaguardar la «neutralidad» de su figura mientras sea presidente del hemiciclo catalán.
Su decisión, sin embargo, se produce en vísperas del congreso de la formación neoconvergente que se celebrará a finales de octubre en la localidad barcelonesa de Calella de Mar. Todo indica que el encuentro servirá al factótum de Junts, Carles Puigdemont, para consolidar su liderazgo y ser escogido como presidente del partido. Se trataría de convertir en una realidad orgánica la posición moral y simbólica que ocupa en la actualidad.
65.000 euros anuales de retribución
En círculos neoconvergentes se comenta que Puigdemont podría reemplazar a Rull —sobre cuya marcha del Consell se había especulado en los últimos días—por Laura Borràs, actual presidenta de Junts. Ello le permitiría neutralizar definitivamente a una figura en declive desde que fue investigada por corrupción por su etapa al frente del Institut de les Lletres Catalanas. El movimiento no solo anularía a su rival y consolidaría el liderazgo de Puigdemont, sino que también podría satisfacer a Borràs.
Y es que el cargo no solo le garantizaría un papel de cierta relevancia en Junts, sino que le brindaría un considerable desahogo económico, pues pasaría a recibir 65.000 euros anuales. Una opción más atractiva para ella que la ocupar, como también se había rumoreado, la vicepresidencia del partido —de menor remuneración al no ser un cargo institucional— Detrás de la operación, según Crónica Global, podría estar Jordi Turull, mano derecha de Puigdemont y hombre de gran ascendiente en las filas neoconvergentes.
Por otra parte, en la entrevista, Rull ha abierto la puerta a que Puigdemont pueda intervenir de manera telemática en los plenos de la Cámara Catalana. Una posibilidad ventajosa para el líder prófugo, pues le permitiría no perder protagonismo mientras no se le aplique la ley de amnistía y pueda regresar a Barcelona sin correr el riesgo de ser detenido e ingresado en prisión. Ante la anomalía que esta situación supondría, Rull ha recordado que el exconseller Lluis Puig, diputado de Junts y también fugado de la Justicia, ha participado de esta forma en algunas comisiones.
“Esta es una vía que no podemos cerrar de ninguna manera”, ha manifestado Rull. A este respecto, ha augurado que esta legislatura girará en torno a la «presencialidad» de Puigdemont en la Cámara Catalana. Con todo, Rull ha asegurado que aún no ha abordado el asunto con el líder de Junts y ha aclarado que deberá ser éste el que decida si “por su figura” es adecuado intervenir telemáticamente o no.
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