El sentimiento independentista se encuentra en retroceso. Tras el repunte que vivió durante el 'procés', los partidarios de levantar una frontera que separe a Cataluña del resto de España han experimentado un descenso notable, cayendo hasta el 38%. En parte, por el desgaste que supuso el golpe de 2017 para la comunidad catalana, cuya población alcanzó cotas inéditas de polarización política y cuyas mayores empresas abandonaron la región. Pero también porque otras inquietudes han desplazado al proyecto secesionista del ánimo de los más jóvenes, ya sean de corte ideológico —el feminismo, el ecologismo— o más terrenal —la vivienda, la economía—.
A nadie se le escapa, por otra parte, que parte de la juventud ha abandonado el consumo de medios de comunicación convencionales —tan importantes en la configuración de las identidades políticas, como demostró TV3— en favor de las redes sociales, acaparadas por 'youtubers', 'tiktokers' y toda suerte de 'influencers'. Que, en muchas ocasiones, se expresan en castellano —cuando no en inglés— y optan por abrirse a un mundo interconectado frente al ensimismamiento que se asocia a los nacionalismos. Conscientes de ello, los Ejecutivos nacionalistas se han volcado en promocionar estrellas de este ámbito que se expresen en catalán y sean activistas de esta lengua, tratando —según sus críticos— de que, al menos, la querella lingüística no decaiga.
Un ejemplo paradigmático de este tipo de 'influencers' es Juliana Canet (Barcelona, 1999), una 'youtuber' e 'instagrammer' catalanoparlante que, tras su debut en 2016, fue fichada al poco tiempo como presentadora de contenido juveniles en La Xarxa, TV3 y Catalunya Ràdio. Bajo una apariencia que recuerda a las estrellas juveniles de la factoría Disney, Canet pronto despuntó por sus comentarios beligerantes en favor de la secesión, llamando durante las protestas de Tsunami en 2019 a "quemar contenedores" porque "se ha demostrado que el puto paficismo no sirve de nada". Más tarde, con ocasión de las protestas por el encarcelamiento del rapero Pablo Hasel, abundó en la misma tesis sosteniendo que la "violencia" de aquellos días estaba "justificadísima".
"Nunca haré contenido en castellano"
Otra de sus fijaciones es la lingüística. En una entrevista en 'El Nacional', confesó sentirse preocupada ante un futuro en el que incluso sus hijos hablen en español todo el tiempo: "Es una idea devastadora". Además, Canet ha dejado dicho que "nunca" hará "contenido en castellano" por su compromiso con el catalán, si bien ha reconocido que en el idioma de Cervantes no se desenvuelve con solvencia. Consecuentemente, ha trabajado solo en medios nacionalistas en los que el castellano es anecdótico —en la actualidad, colabora en 'Que no surti d'aquí' en Catalunya Ràdio y en el 'Club tàndem' de la plataforma 3CAT—.
Hace un año, dio por muerta la causa independentista y abogó por la abstención, pero sus puyas contra España sigue asomándose de vez en cuando. Recordemos, si no, que el año pasado, después de que el cómico Manuel Vidal fuese despedido del 'late night' 'Zona Franca' por vincular a los votantes del PSC con el nazismo, reaccionó en X con el siguiente tuit: "Qué asco estos putos españoles de mierda".
Junto a Canet, las otras 'influencers' con mayor popularidad en la órbita nacionalista son las jóvenes agrupadas bajo el nombre 'Can Putades'. Se trata de tres chicas separatistas de La Garrotxa que se dieron a conocer publicando videos de Tik Tok sobre su experiencia como estudiantes en Barcelona y en los que suelen predicar las bondades del monolingüismo en catalán. A principios de año, por ejemplo, lanzaban en un vídeo el siguiente recordatorio: "Pequeño recordatorio: Hablad en catalán. Cada día que pasa se escucha más lengua invasora [el castellano] a nuestro alrededor y menos la nuestra».
Los "colonizadores" españoles
Pero no era la primera vez que lanzaban mensajes de esa índole. Unos meses antes, el 12 de octubre de 2023, colgaron un vídeo en el que, en clave sarcástica, felicitaban a los "españoles" por la Fiesta Nacional. En la pieza, las tres jóvenes se referían a los ciudadanos del resto de España como los "mejores colonizadores de Europa" y les acusaban de haber acabado con un "montón de culturas". Y lejos de disculparse tras la polémica suscitada, las 'tiktokers' atribuyeron las quejas a la "catalanofobia". Como en el caso de Canet, sus tres protagonistas no han tardado en incorporase como colaboradoras en los medios nacionalistas: ahora mismo, trabajan como reporteras en 'El Nacional' y tienen un 'podcast' en 3CAT llamado 'On és la pasta?'.
Por lo demás, el pasado noviembre el gobierno catalán concedió una beca a una serie de 'influencers' catalanes cifrada en 312.000 euros. Gracias a ella, 24 jóvenes recibirán entre 9.000 y 18.000 euros por la elaboración de sus contenidos en redes sociales, bajo la condición de que se expresen únicamente en catalán. Entre los agraciados —algunos de ellos con experiencia periodística en TV3 o diarios como 'El Nacional'—, solo es conocida la 'tiktoker' Celia Espanya, cuya participación el año pasado en el programa 'First Dates' se convirtió en viral al rechazar a un chico de Valencia por no ser "catalanet".