Nervios en ERC. La dirección del partido busca ultimar un pacto con el PSC antes de que finalice julio y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se reúne este miércoles con Pere Aragonés para intentar encarrilar un acuerdo fiscal y exclusivo para Cataluña. La piedra angular que figura en la cúspide del requisito de los republicanos para poder investir a Salvador Illa. Sin embargo la complejidad de las conversaciones es mucha y la situación delicada a nivel interno también.
La secretaria general, Marta Rovira, ha dirigido con mano férrea las conversaciones de los encuentros presenciales con la mano derecha de Salvador Illa, Lluïsa Moret, para atar un cupo catalán que le permita a ERC sacar pecho en la crítica situación que atraviesan además de dar credibilidad a su gestión. Sin embargo, todo pacto tiene que ser validad por las bases, el principal escollo que ve ahora mismo la dirección, que se ha esforzado al máximo estas últimas semanas para correr un tupido velo a los trapos sucios que afloran a nivel interno.
Sin embargo, la cantidad de voces que sobresalen tras el varapalo de las elecciones generales y el paso atrás de Junqueras a medida que se acerca el congreso extraordinario de noviembre para enderezar la estrategia no hacen más que elevar el tono en medio de la caza de brujas desatada. Buen ejemplo de ello es la dimisión de Ernest Maragall tras el escándalo de los carteles, un ataque de falsa bandera que ha generado aún más extrañeza entre la dirección municipal republicana en Barcelona, pendiente de entrar en el ayuntamiento, y la cúpula de Calabria.
Consulta a las bases el 1 de agosto
En este contexto y en previsión a un pacto inminente, la dirección espera consultar a sus bases el 1 de agosto si llegan a un preacuerdo con los socialistas para investir a Salvador Illa al frente de la Generalitat, tal y como ha avanzado Nació Digital. Tal y como está el terreno, y después de aplazarse la consulta de ERC sobre la entrada del partido al gobierno de Collboni, las opiniones siguen muy divididas en medio del cisma entre el bando de Oriol Junqueras y Marta Rovira. En esta línea, ya hay militantes organizándose en contra de la secretaria general. La chispa final del enfado han sido los carteles contra los Maragall.
"Esta forma de dirigir el partido hace tiempo que se constata que se ha ido alejando de los principios de transparencia y participación. La existencia de una estructura de dirección paralela al partido alrededor de la actual secretaria general y en contra del expresidente fue recibida con estupor por la militancia de base", ha expresado, en un comunicado, el colectivo primero de octubre, el grupo que sigue defendiendo al vía unilateral dentro de ERC. Siguen exigiendo una renovación total de la dirección, una opinión extendida en la militancia, y a abrir la participación a la critica de los componentes 'rasos' republicanos después de denunciar censura. Además anuncian que celebraran una asamblea participativa el próximo 25 de julio para expresarse.
