Como comentaba con mis compañeros en la redacción, el amor a veces te lo da todo y otras te arruina. Este es el caso de aquellas personas que hayan caído en alguna de las populares ciberestafas que están teniendo lugar en las páginas de citas y las redes sociales recientemente. Las ciberestafas están en auge con el crecimiento de Internet, y el ámbito del amor ha conseguido escaparse de estos delitos.
El dicho de que "el amor es ciego" aquí alcanza un nivel superior. 'Romance scam' o estafas amorosas es el nombre que reciben estos fraudes cibernéticos. La soledad que se esconde detrás de estas fechas festivas ayuda a que el número de casos incremente. Los delincuentes aprovechan el estado de vulnerabilidad emocional en el que se encuentran las víctimas para que sus estrategias sean más eficientes.
"Es un tipo de estafa en la que el delincuente se aprovecha de la vulnerabilidad emocional de la víctima para hacerle creer que se está gestando una relación sentimental entre ellos, cuando en realidad lo que quiere es pedirle dinero una vez que se ha ganado su confianza", comenta Enric Soler, profesor de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) y psicólogo relacional.
"La Navidad es una época vinculada a las relaciones emocionales y en que parece que estar solo sea una desgracia", reflexiona Soler. "Al tener más tiempo libre, y añadiendo la fantasía de 'año nuevo, vida nueva', no es extraño que haya muchas víctimas que se pongan a disposición de este tipo de estafadores", apunta.
Marc Balcells, profesor de los Estudios de Derecho y Ciencia Política de la UOC y experto en criminología, indica que estos delincuentes "a menudo" actúan en bandas organizadas, lo que les permite tener "potencial para estafar a muchas víctimas a la vez".
En 2022, 70.000 personas en Estados Unidos presentaron denuncias por este tipo de delito. Los delincuentes consiguieron estafar un total de 1.300 millones de dólares, lo que supone una media de 4.400 euros por víctima. Instagram y Facebook, en ese orden, son los principales canales elegidos para realizar las ciberestafas amorosas, según señala la Comisión Federal del Comercio de los Estados Unidos.
Aunque en España el índice de estos delitos no es tan alto, los casos son constantes. El pasado mes de febrero una mujer en Alicante sufría una estafa de 57.000 euros.
Los perfiles detrás de las ciberestafas amorosas
Los delincuentes detrás de las ciberestafas amorosas o 'romance scam' tienden a ser personas con rasgos de personalidad narcisista y psicopáticos, según explica Soler. El psicólogo añade que no tienen compasión en utilizar la "estrategia manipuladora" necesaria "sin la más mínima empatía hacia la víctima".
Estos ciberestafadores se esconden tras el anonimato de las redes sociales. Balcells especifica que, o bien roban las fotos de un perfil ya existente, o bien, directamente suplantan su identidad, lo que supondría un segundo delito dentro del fraude. De acuerdo con el criminólogo, el perfil por el que más suelen caer las mujeres víctimas de estas ciberestafas es "un hombre de mediana edad, atractivo, con estabilidad emocional, laboral y económica".
Por el otro lado, las víctimas más comunes suelen ser mujeres de mediana edad que dan mucha importancia a tener pareja. "Es posible que muchas hayan tenido experiencias amorosas traumáticas o duelos por separaciones que no han conseguido superar. Llenando el vacío que haya dejado la anterior pareja, ni que sea virtualmente, creen que podrán ahorrarse el dolor de esa pérdida", explica Soler.
Los diferentes estudios realizados sobre las estafas amorosas apuntan que estas mujeres tienen trabajo e independencia económica, con una media de ingresos de 35.000 euros netos anuales. Asimismo, el 60% dispone de un título universitario y, de este porcentaje, un 40% también tiene un máster. La cifra restante (40%) cuenta con estudios secundarios o varios títulos obtenidos en sus centros de trabajo.
"Son mujeres que buscan una relación duradera en el tiempo y comparten un ideal romántico del amor, y así se lo hacen saber al delincuente en las primeras citas, hecho que todavía propicia más su victimización", detalla Balcells. Las víctimas también comparten una duración de más de dos años en estos sitios web de citas, llegando a quedar con algún pretendiente, pero sin haber tenido nunca una relación seria.
El 'modus operandi' de los ciberdelincuentes
Los delincuentes hacen un primer contacto con las víctimas a través de las páginas de citas o de las redes sociales. Después de una temporada hablando diariamente y ganándose la confianza de estas mujeres, pasan a comunicarse por medio del correo electrónico, aplicaciones de mensajería instantánea -como WhatsApp-, o, incluso, por llamada telefónica. Esto da paso a poder profundizar en la relación.
"Es un trabajo de engaño hecho concienzudamente, que sigue patrones previamente planificados para contentar a la víctima, que vive su amor en una nube alejada de la realidad", detalla el criminólogo. Una vez la víctima revela su amor, el delincuente comienza a enrevesar su historia para pedirle dinero y llevar a cabo su ciberestafa.
"Una muerte trágica y repentina" o "el intento de viajar al país de la víctima para verla, con todos los impedimentos posibles para hacerlo, como el pago del billete, las facturas o las tarifas médicas que le hayan quedado pendientes" son algunas de las tácticas que usan, según ejemplifica Balcells. El criminólogo añade que, aunque el delincuente se haya presentado a la víctima como solvente, describe todas las circunstancias posibles para 'demostrar' que tiene problemas económicos. Estas ciberestafas amorosas comienzan con cantidades pequeñas, detallan expertos, y van aumentando según la víctima va enviando el dinero.
Usar perfiles falsos dificulta "enormemente" atrapar a los autores de las ciberestafas, indica Balcells. No obstante, Soler recuerda que la información digital deja huella, por lo que siempre se puede acabar pillando a estos ciberdelincuentes. El psicólogo explica que "la vergüenza que siente la víctima por haber sido estafada" es una razón común por la que no se termina de llevar a cabo la denuncia. Los expertos concluyen con que el primer paso para evitar estas ciberestafas es conocer este tipo de delitos.