Ada Colau otea el final de su etapa al frente de la alcaldía de Barcelona. La regidora de la segunda ciudad de España está volcada con la plataforma que prepara la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz. Las fuentes consultadas entre los comunes y el resto de partidos del espacio del cambio que la catapultaron en 2015 aseguran que Colau tiene en mente saltar a Madrid.
La alcaldesa sostiene en público que su cabeza está en Barcelona, justo cuando comienzan a arreciar las críticas por su gestión en materia de seguridad. Pero lo cierto es que algunos de los suyos también la ven de salida. Aunque hay quien insinúa que puede aterrizar en la capital manteniendo su condición de primera edil, igual que José Luis Martínez-Almeida, en Madrid, compatibiliza el mando en Cibeles con la portavocía nacional del PP.
Según ha podido saber Vozpópuli, el anhelo de Colau no es tanto arribar al Congreso como número uno por Barcelona de la futura plataforma de Díaz. En su cabeza está, llegado el caso y siempre si los partidos de la coalición tienen los números para repetir Gobierno, escalar hasta algún ministerio. En más, en su entorno la ven en Vivienda. Todo un símbolo para quien fue el rostro, antes de su entrada en la política de partido, de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca.
Una relación "excelente"
Más allá del salto de Colau, en el cuartel electoral de Yolanda Díaz se cuida al detalle cada palabra y foto con ella. No obstante, el entorno de la también titular de Trabajo explica que ambas tienen una "excelente relación". La tercera asamblea nacional de los comunes, en Barcelona, fue un ejemplo de ese sumo cuidado. La vicepresidenta segunda insinuó que la jefa de los 'comunes' optaría a la reelección: "Si decides, libremente, asumir el reto de repetir la alcaldía de Barcelona, vas a contar conmigo".
Ese mensaje se entendió como un marcaje de Díaz a Colau, consciente de que su desembarco total en la plataforma puede lastrar el crecimiento de la herramienta política que cocina la vicepresidenta. Hay quien considera que Colau, de la época del primer Podemos, genera un rechazo similar al de Pablo Iglesias o Irene Montero y que, por eso, Díaz no puede entregarse en exceso a la alcaldesa. En plata: que su figura está amortizada a nivel nacional. Aunque las fuentes consultadas en el entorno de los 'comunes' aclaran que ese mensaje estuvo "pactado".
La vicepresidenta segunda está dispuesta a replicar el modelo electoral del primer éxito de Podemos. Y, para ello, piensa apoyarse en personas que trasciendan los partidos, procedentes de la sociedad civil. Esa fue, precisamente, la llegada de Colau a la política desde la Plataforma de Afectados por la Hipoteca. Y Díaz no está dispuesta a perder ese capital político.
Algo similar ocurre con Manuela Carmena, aunque en el caso de la exalcaldesa de Madrid, Díaz tiene más complicado involucrarse con ella públicamente, al menos de momento, por lo que implica su figura en el espacio del cambio. Y es que Carmena terminó mal con Podemos y con Más Madrid. Y esos dos partidos son capitales para que la plataforma se mantenga en pie.
Otro cantar es la situación política en el Ayuntamiento de la ciudad condal, donde Colau sacó adelante sus presupuestos con el apoyo de los concejales de Barcelona pel Canvi, de derechas, tras recibir el 'no' de ERC a apoyar las cuentas; algo que no la ha hecho perder popularidad entre los suyos, inmersos en plena competición con los republicanos.
Ada Colau es una mujer con un liderazgo muy marcado. Está a acostumbrada a definir sus tiempos, estrategias y ritmos. Y quienes la conocen apuntan a su inteligencia política como el salvoconducto que la mantiene conectada aún al juego. Los dados dirán qué será de ella.