El incendio declarado a las 12,20 de ayer en la Sierra Ferrer, entre Tárbena y Xaló en la provincia de Alicante ha quemado ya casi 1.000 hectáreas en el perímetro, aunque en el interior hay zonas que se han preservado y esa cifra podría rebajarse a algo más de 600. Los bomberos esperan poder controlarlo a lo largo de la jornada de hoy.
Las expectativas de poder controlar el fuego durante la pasada noche no se han cumplido al no haber una humedad relativa alta que hubiera ayudado a las tareas de extinción. No obstante, los bomberos han señalado que son optimistas en poder controlarlo hoy cuando se puedan incorporar los medios aéreos.
Inversión térmica
El retraso en la utilización de los hidroaviones y otros medios aéreos con alta capacidad de extinción de incendios forestales ha venido motivado por el hecho de que en el fondo del barranco donde las llamas continúan muy activas hay "una inversión térmica" que hace peligrosas sus maniobras en esa zona.
El Centro de Coordinación de Emergencias ha asegurado que durante la noche se ha priorizado la seguridad del personal para evitar situaciones peligrosas y ha confirmado que siguen desalojadas 180 personas que ayer dejaron sus hogares como medida de precaución.
En el lugar del incendio están trabajando 6 medios aéreos (los de menor capacidad hasta que puedan incorporarse los de mayor tonelaje), 12 dotaciones de Bomberos de la Diputación de Alicante, 2 coordinadores forestales, 10 unidades de los Bomberos Forestales de la Generalitat, más 3 helitransportadas, así como 226 integrantes de la Unidad Militar de Emergencias.
El secretario autonómico de Seguridad y Emergencias, Javier Montero, ha agradecido "todo el trabajo realizado por estos efectivos" y ha detallado que ha permanecido durante toda la noche una "llama activa en zonas principalmente no accesibles". Tres bomberos han resultado heridos durante las tareas de extinción.
Carreteras cortadas
Fuentes de la Generalitat confirman que siguen cortadas las carreteras comarcales CV-715 y CV-752 que comunican esta población con su vecina Parcent para evitar que se puedan producir desgracias personales y también para mantener despejadas vías que pueden ser fundamentales para el traslado de los medios de extinción.
La delegada del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Pilar Bernabé, ha señalado que las personas desalojadas pertenecen a numerosas viviendas diseminadas a lo largo de los términos de Tárbena y también de Parcent y no ha podido precisar si se ha producido algún daño material en los citados inmuebles.
Cruz Roja ha habilitado un albergue provisional para las personas afectadas en la Casa de Cultura de Tárbena, con una capacidad inicial de 50 plazas, y ha movilizado a ocho personas, entre voluntariado especialista en montaje, jefe de operaciones, responsable de distribución, traductora de inglés/francés y psicóloga.
Bernabé también ha lamentado que "la temporada de incendios ya no existe porque se han desestacionalizado" ya hay que realizar tareas de prevención "durante todo el año".
Precisamente, la consellera de Justicia e Interior, Elisa Núñez, ha coincidido con Bernabé en este aspecto, aunque ha asegurado que "el anterior Gobierno valenciano no hizo los deberes en materia de prevención y en el incendio de Tárbena nos hemos encontrado con una masa forestal y un monte bajo sin cuidar".
Situación 2
El fuego ha obligado a establecer la situación 2 del Plan Especial Frente al Riesgo de Incendios Forestales (PEIF), según ha indicado el Centro de Coordinación de Emergencias de la Generalitat.
El origen de este incendio ha sido localizado en una quema agrícola autorizada que, por razones que aún se desconocen, se descontroló. Es el segundo incendio forestal que tiene la misma causa, ya que el pasado sábado se declaró otro incendio en el Camino viejo de Gata, cerca Barranco de la Hiedra, entre las localidades de Jávea y Gata de Gorgos también en la provincia de Alicante.
La zona del incendio está presentando una pertinaz sequía y en el último medio año tan solo han caído 50 litros por metro cuadrado, lo que ha provocado una sequedad extrema del terreno afectado ahora por las llamas.
