El consumo se ha desplomado en la ciudad de Valencia desde que la catastrófica riada del 29 de octubre arrasara buen parte de las poblaciones de su área metropolitana donde ahora la movilidad es muy dificultosa. Las fuentes consultadas por Vozpópuli aseguran que la caída ha sido de más de un 60% en sectores como la hostelería, la restauración y el comercio.
El primer mes después de la DANA el consumo en las poblaciones afectadas ha caído entre un 75 y un 80% según las cifras oficiales. La ciudad de Valencia, mientras, ha podido mantener su ritmo diario aunque con muchos matices.
Una gran tragedia
La cifra de 17 fallecidos en las tres pedanías situadas al otro lado del nuevo cauce del río Turia (Horno de Alcedo, Castellar-Oliveral y La Torre) son la peor tragedia para la ciudad desde el accidente de Metro (43) y por encima del incendio de Campanar (10).
El casco urbano, más allá de esas tres pedanías, no sufrió desastre alguno por la DANA. Las consecuencias se dejan notar con fuerza, eso sí, en la capital del Turia en aspectos como la movilidad y el consumo.
La conexión con las poblaciones del sur de la capital se han dañado especialmente y las líneas de Metrovalencia hacia esa zona no se reestablecerán hasta el próximo verano, según las previsiones del Gobierno valenciano.
Desplazamientos en autobús
Esto provoca que los desplazamientos se hagan en autobús y que se haya producido un incremento en el uso del transporte público en superficie con los consiguientes problemas de aglomeraciones. Incluso la llegada masiva de autobuses ha incidido en la calidad del aire que ha caído en picado por esas partículas contaminantes unidas a una masa de polvo sahariano y el que emite la manta de barro fino al elevarse con las rachas de viento en la 'zona cero' de la tragedia.
Hacia el norte de la ciudad, Metrovalencia ya ha recuperado esta semana la conexión por esta modalidad de transporte aligerando un poco la utilización de los autobuses. En cualquier caso, quedan meses para que la normalidad que se vivía antes de la DANA sea una realidad.
Esas dificultades para el desplazamiento se han trasladado también al consumo en la ciudad. La conexión de las ciudades-dormitorio de Valencia se han resentido y la caída en restaurantes, hoteles y comercio ha sido superior al 60%, con numerosas cancelaciones de comidas y cenas navideñas en el horizonte.
Maratón y la Navidad
Las fuentes municipales consultadas por este medio han reconocido que la celebración de la Maratón de Valencia el pasado fin de semana ha supuesto un alivio al dejar índices de ocupación hotelera superiores al 90% y una inyección para los comercios y sector de la hostelería. Pese a ello la caída en la ocupación de establecimientos de hostelería en la ciudad ha sido cercana a 20 puntos respecto al mes anterior.
Acontecimientos como ese, no obstante, son puntuales y la cadena de consumo debe proseguir con acciones continuadas de fomento del turismo. La campaña navideña asoma y el Ayuntamiento de Valencia espera que sirva para reactivar el nivel de visitas y compras que la ciudad estaba alcanzando en los últimos meses antes de la riada.
La dependencia de Valencia del área metropolitana queda bien clara cuando se conoce que en los primeros días tras la DANA casi 600 funcionarios del Ayuntamiento no pudieron acudir a sus puestos de trabajo.
Limpieza
La riada también ha puesto a prueba las tareas de limpieza, ya que las dos principales contratas –FCC y Sociedad de Agricultores de la Vega– han tenido pérdidas en casi el 60% de su maquinaria (camiones de recogida, barredoras...) en sus centros logísticos de Ribarroja del Turia y Paiporta.
Los refuerzos con servicios municipales de otras ciudades y la llegada de maquinaria de otras sedes de las propias empresas han ido reestableciendo el nivel de limpieza en la capital previo a la catástrofe natural.
Las fuentes consultadas en el Gobierno municipal consideran que si la campaña de Navidad funciona bien (ya ha empezado la colocación de árboles y alumbrado) se podrá salvar una situación que, ahora mismo, podría abocar al cierre a diferentes establecimientos. El consumo sufre también con el "bajo ánimo" de la ciudadanía desde el pasado 29 de octubre y que ha limitado la actividad bulliciosa de la capital del Turia.