"Dominaba las peleas callejeras. Siempre iba vestido de militar como rambo". Esa ha sido la descripción que ha ofrecido el principal acusado del crimen de un indigente en la calle General Díaz Porlier. La víctima murió de una patada en la cabeza y la Fiscalía pide 18 años de prisión para este hombre, que también era un sin techo.
Tanto la víctima como el acusado, Eduardo A.V., son indigentes que habían mantenido rencillas previas entre ellos y con los compañeros que dormían en el parque situado en el número 90 de la calle General Díaz Porlier de Madrid. La Audiencia Provincial ha comenzado este martes el juicio por este asesinato, que se ha iniciado con la composición del jurado popular y con la declaración de Eduardo.
Según el escrito de acusación de la Fiscalía Provincial de Madrid, sobre las nueve de la noche del 14 de junio de 2020 el acusado se aproximó a I. G., apodado Álex el loco, con quien había mantenido una discusión. “Aprovechando que es encontraba tumbado encima de un banco, dormido y bajo los efectos del alcohol, con el fin de acabar con su vida", expresa.
Una fuerte patada en la cabeza
El Ministerio Público sostiene que Eduardo "cogió carrerilla y súbitamente le propinó una fuerte patada en la cabeza que le causó un traumatismo cráneo-encefálico cerrado/hemorragia/hematoma subdural agudo que le produjo la muerte".
Este hombre se encuentra en prisión provisional desde el 28 de junio de 2020. La víctima, de nacionalidad rumana, no tiene familia conocida en España. Esta versión está en las antípodas de la declaración este martes del acusado ante el tribunal aunque ha admitido que conocía a la víctima.
Eduardo ha alegado que la discusión previa se produjo porque la víctima robó el móvil de su amiga Begoña y lo trataba de vender en las inmediaciones de la Estación de Avenida de América. También ha acusado al Grupo de Homicidios de la Policía Nacional de obviar la información relativa a Basili, otro indigente rumano que era muy próximo a Álex el loco y que estuvo presente la noche del asesinato.
En un primer enfrentamiento el hombre que acabó asesinado dejó sin camisa a Eduardo, ante la llegada de la Policía Municipal de Madrid. "Después nos echó de la zona la Policía y nos fuimos a dormir Begoña y yo a una fachada de una clínica dental a unos 50 metros", ha manifestado.
Un Rambo de militar
Ya por la mañana fue despertado por la empleada de la clínica Sanitas, que fue la encargada de llamar a la Policía Nacional porque vio un montón de sangre en el suelo. "Yo creo que fue porque estuvo vomitando. No se si la autopsia hizo un análisis completo", ha lamentado este hombre.
En su relato, ha confesado que tiró por encima del fallecido, mientras dormía, pequeños escombros y escayolas, algo que enfadó a su compañero en el parque Basili. Este hombre aseguró que al día siguiente le iba a decir a Álex lo que le había hecho durante la noche.
Al ser preguntado por la figura del fallecido, ha afirmado que "dominaba las peleas callejeras, era como Rambo, siempre iba vestido de militar". "A tres kilómetros a la redonda le conocía todo el mundo y no le dejaban entrar en ningún lugar", ha valorado.
El juicio de este homicidio seguirá en las próximas fechas en la Audiencia Provincial de Madrid con declaraciones de los testigos, policías y sanitarios que trabajaron en el suceso.