No son pocos los estudios que la Universidad de Harvard publica a diario. Sin ningún régimen específico, dando cabida a todo tipo de temáticas e investigaciones factibles. La última llevada a cabo: un ensayo sobre un alimento muy concurrido por todos los seres humanos que favorece, sin ser del todo conocido, la aparición de padecimientos como la diabetes del tipo 2.
La diabetes es una de las enfermedades más prevalentes en nuestra sociedad. En España, el número de personas que padecen de esta afección ha ido aumentando de forma dramática durante los últimos años, de tal forma que en los registros más recientes (2021) se convirtió en el segundo país con mayor prevalencia de Europa, solamente por detrás de Turquía. Según estos datos recopilados por la Federación Internacional de Diabetes (IDF), España cuenta con 5.1 millones de casos de diabetes diagnosticados, teniendo nuestro país una prevalencia del 14.8% (teniendo en cuenta la población entre 20 y 79 años). Esto supone que, desde 2019, el número de casos con diabetes registrados en nuestro país han aumentado un 42%.
Por otro lado, el 90% de todos los casos de diabetes son de tipo 2, una variante asociada con la obesidad. Según el último informe de la Organización Mundial de la Salud, esta enfermedad causa dos millones de fallecimientos al año en el mundo, lo que la sitúa entre las principales causas de muerte a nivel global. Ante ese panorama, el ejercicio físico y la disponibilidad de espacios que lo faciliten pueden convertirse en poderosas herramientas en la lucha.
Con base a frenar el crecimiento de estos datos, la prestigiosa Universidad de Harvard ha dado noticia sobre un ensayo llevado a cavo por Emily A. Hu, An Pan, Vasanti Malik y Qi Sun, profesores del departamento de nutrición. En él, se explican, entre otras muchas ideas, la evidencia correlativa entre del consumo de un alimento muy recurrente y el riesgo creciente de diabetes tipo 2.
La Universidad de Harvard advierte sobre el alimento que fomenta la diabetes
Dicho estudio de la escuela americana, publicado por el British Medical Journal (BMJ), expone cómo el consumo habitual de arroz blanco podría aumentar el riesgo de padecer diabetes tipo 2. Los autores analizaron los estudios realizados en dos países asiáticos y dos occidentales, concluyendo además que la tendencia es mayor y más fuerte entre la población asiática, puesto que ellos son quienes consumen este alimento con mayor frecuencia.
Los científicos de la Universidad de Harvard mencionan que aquellos que toman cinco o más raciones de arroz blanco a la semana aumentan su riesgo hasta en un 17%. Esto se debe a que los niveles de glucosa en sangre crecen en función del consumo de este alimento, lo que a su vez propicia una mayor posibilidad de presentar este tipo de diabetes. En general, los alimentos con un índice de glucosa bajo aumentan los niveles de la sangre lentamente, una fórmula que se vuelve más exponencial si los índices de la comida son altos. Esto es lo que ocurre con el arroz blanco, lo que fomenta un menor control de la enfermedad en aquellos que la padecen.
El arroz blanco está ligeramente procesado, lo que hace que su índice de glucemia sea considerado alto (70 sobre 100). Por ello, los investigadores de la Universidad de Harvard recomiendan sustituir su consumo por el de otros productos que llegan a satisfacer de igual manera a este alimento. Por ejemplo, el arroz integral, el cual tiene valores nutricionales casi idénticos a los del arroz blanco y su índice de glucosa es menor (50 sobre 100). Además, otro de los consejos que se dan en el ensayo es una posible reducción de la cantidad de arroz blanco que se toma (dos o tres porciones a la semana). Este tipo de elecciones reduciría el riesgo de diabetes en un 11%.
Cabe destacar, por último, que la Universidad de Harvard es considerada como la mejor universidad del mundo según el Ranking de Universidades de Shanghái, una de las clasificaciones universitarias más conocidas mundialmente. Esta universidad fue fundada en 1636 y es la institución de enseñanza más antigua de Estados Unidos. Fue la casa de aprendizaje de 161 premios Nobel, 48 premios Pulitzer, 108 medallas olímpicas y 8 presidentes estadounidenses, entre otros muchos reconocimientos.