España

Los nueve héroes de Leiza que plantaron cara a la amnistía en el fortín inexpugnable de Bildu

La imagen de nueve personas protestando en este feudo de EH Bildu en Navarra contra la amnistía se ha hecho viral. Esta es su historia.

  • Los nueve asistentes a la concentración en Leiza contra la amnistía

Madrid, Barcelona, Valencia, Málaga, Sevilla... las principales ciudades de España vivieron este fin de semana las multitudinarias concentraciones en protesta contra la amnistía. La reivindicación era idéntica en todas ellas: exigir al PSOE que no cediese esta ley ante los independentistas catalanes. Pero hubo nueve personas que no llegaron a su destino, la manifestación convocada en Pamplona. Ese día asistían a un funeral que les impedía acudir a la cita. Y que, ante la imposibilidad de llegar a la capital navarra, decidieron sacar una sencilla pancarta y protestar en la plaza de su pueblo. Fue en Leiza, fortín inexpugnable de Bildu, que con apenas 2.800 habitantes escribe en su historia más reciente algunos episodios rasgados por el terrorismo de ETA.

La imagen se ha hecho viral. "Amnistía, no, ez ['no', en euskera]", reza la sencilla pancarta con la que los nueve manifestantes se plantaron en la plaza principal de Leiza. Junto a ellos, una bandera de Navarra. No necesitaban más elementos para protestar contra la amnistía. Tampoco otro lugar para expresar sus ideas. Porque ese es su pueblo, donde han vivido toda su vida y donde han asistido a los funerales de aquellos asesinados por ETA.

En esa imagen se ve claramente a Silvestre Zubitur, traje negro, camisa de color lila y corbata de rayas. Marmolista de profesión, ha sido concejal en el Ayuntamiento de Leiza durante varias legislaturas. Casi siempre de la mano de Unión del Pueblo Navarro (UPN), aunque en una legislatura lo fue de Derecha Navarra y Española.

En las imágenes compartidas en redes sociales se aprecia el campanario de la parroquia de San Miguel. Allí se celebró el funeral en memoria de José Javier Múgica Astibia, asesinado el 14 de julio de 2001. Su mujer, Reyes Zubeldia, escuchó el estruendo desde su casa. Sabía que su marido, también concejal de UPN, estaba en la diana de ETA sólo por presentarse en las listas del partido regionalista.

Quizá la imagen más representativa de Reyes Zubeldia tuvo lugar en el transcurso del juicio por el asesinato de su marido. Durante varios minutos sostuvo la mirada al exjefe militar de ETA, Javier García Gaztelu, alias Txapote, y a sus compinches. Múgica era compañero y amigo del citado Silvestre Zubitur.

De Múgica a Beiro

Un Silvestre Zubitur que también participa año tras año del pequeño grupo que homenajea al guardia civil Juan Carlos Beiro, también asesinado por ETA en Leiza. Fue en septiembre de 2002. Los asesinos habían colocado una bomba detrás de una pancarta en un talud a las afueras del pueblo, que rezaba: "Guardia civil mátalo aquí". La explosión acabó con su vida e hirió a un compañero.

Los pocos vecinos que recuerdan a Juan Carlos Beiro reciben cada año a su viuda, María José Rama, y a sus dos hijos, huérfano de padre. El acto es tan solemne como sencillo: visitan de nuevo el talud y colocan una placa en recuerdo al guardia civil, flanqueada de una bandera de España y otra de Navarra. Entonan unos bertsos y, al concluir, retiran de nuevo la placa hasta el año siguiente. Saben que si la dejan en el lugar los radicales no tardarán en dañarla, reventarla o adulterarla.

Leiza fue, además, epicentro de protestas contra la autovía del Leizarán, un proyecto que el Gobierno terminó modificando ante las presiones de ETA para evitar que la carretera discurriese por esta zona. Los operarios y directivos del plan fueron objeto de incontables actos de sabotaje o atentados.

Este municipio navarro es uno de los fortines inexpugnables de EH Bildu. En las últimas elecciones municipales obtuvieron 9 de 11 ediles. Los dos restantes son los de UPN, con la candidatura encabezada por Silvestre Zubitur.

Imagen viral de las protestas contra la amnistía

La plaza en la que protestaron los nueve de Leiza se presta a las continuas reclamaciones abertzales, con pintadas en las que se exige la liberación de los presos de ETA encarcelados. Hasta hace poco se reclamaba su acercamiento a cárceles vascas o navarras, pero el fin de la política de dispersión ha trasladado el foco de sus mensajes hacia la condonación de las condenas de los terroristas.

Los productores de la película Ocho apellidos vascos encontraron en este pueblo, clavado en el valle del Leizarán, rodeado de verdes montañas y a unos 50 kilómetros al norte de Pamplona, el escenario ideal para el rodaje de su película.

Y ahora, la imagen de los nueve manifestantes contra la amnistía se ha hecho viral. La fotografía ha circulado por redes sociales, alimentada en buena medida por figuras como el escritor Arturo Pérez-Reverte: "Para el archivo. Cuando un guiri me pregunte qué significa la expresión española 'tener cojones', le enseñaré esta foto de los diez hombres y mujeres de Leiza, Navarra: un pueblo de 3.000 habitantes donde la mitad vota a Bildu".

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