La descomposición de Sumar, las diferencias de los socios en el Congreso de los Diputados, los sucesivos órdagos de Carles Puigdemont, las investigaciones judiciales a José Luis Ábalos, Begoña Gómez o el Fiscal General del Estado; la decapitación del líder del PSOE de Madrid y su reemplazo por el ministro Óscar López. El tótum revolutum de acontecimientos políticos y judiciales de las últimas semanas pasa factura al Gobierno. Si hoy se celebrasen elecciones en España, las dos formaciones que sustentan la coalición perderían hasta 2,5 millones de votos. Lo que, a su vez, llevaría a PP y Vox a una suma de 191 escaños. Muy por encima del umbral de la mayoría absoluta.
Es la principal conclusión que arroja el último barómetro de Hamalgama Métrica para Vozpópuli: el mapa político en España cambia en favor de los partidos de la oposición. Con este panorama, Alberto Núñez Feijóo lograría un espaldo de la Cámara Baja más que holgado para descerrajar -esta vez sí- el Palacio de la Moncloa.
Desde las últimas generales, su formación cosecharía 14 parlamentarios más y la distancia con su rival quedaría varios puntos por encima: 6,8%. No obstante, el líder popular experimenta un ligero retroceso con respecto a los últimos sondeos publicados por este diario. Una tendencia que se debe, básicamente, al notable ascenso de Vox, que pasaría de 33 a 40 escaños.
La DANA más trágica de la Comunidad Valenciana -con un balance de 223 muertos- ha acarreado un coste político a los dos grandes partidos implicados en la gestión: PP y PSOE. En la marejada social por la falta de reflejos de Carlos Mazón y la inacción de Sánchez pesca votos Abascal, que recupera terreno tras el acusado descenso que sufrió el 23-J.
No obstante, el ascenso de Vox también se explica por la estrategia del PP, que en los últimos meses ha dado un "giro al centro" a su agenda programática con medidas como la gratuidad de las escuelas de cero a tres años, o la reforma para reducir la jornada laboral. Los populares están en pleno proceso de cortejar a los caladeros que antaño se decantaron por el PSOE para ensanchar el bloque de la derecha. Así lo explican desde Génova: "Si quitamos diputados a Vox, nos siguen faltando cuatro escaños para gobernar, nuestra misión es quitarle escaños al PSOE, para que nos dé la suma". Por lo pronto, el trasvase de votos procedente de las filas socialistas es del 8,9%, mientras que el PP mantiene una fidelidad muy elevada: del 91,1%. Según este estudio, no cede ni un solo votante a su principal contrincante en la izquierda.
Vox consigue crecer gracias a una parte del electorado del PP, en total se queda con 4.8% de sus electores. A juicio de dirigentes próximos a Feijóo, esto también tiene que ver con el contexto político actual, muy marcado por la polarización. Lo normal, explican, es que el que más eleva la voz es el que más voto de castigo se lleva a su terreno. En ese aspecto, resulta llamativa la bajada del antisistema Alvise Pérez, ahora con un pie en los tribunales por un presunto delito de financiación ilegal. Hace escasos días, la Fiscalía Anticorrupción pidió su imputación por aceptar 100.000 euros en negro para su campaña electoral. Esto lleva a su plataforma, Se Acabó la Fiesta, a un resultado del 1,8% que sería insuficiente para lograr representación. En cuanto a los votantes que se quedaron en casa en las últimas elecciones y los que se estrenarán en las siguientes, el PP es el partido que despunta.
La variación en el número de votantes desde las últimas generales arroja varias conclusiones. La más evidente: que la ruptura entre Sumar y Podemos lleva a la izquierda a la debacle. La coalición que encabezó Yolanda Díaz entra en números rojos con un desplome de 1.619.473 votos menos. Podemos se queda con un trozo importante de la tarta: más de un millón de votantes. Y el PSOE sigue en caída: pierde hasta 915.303 papeletas. A pesar de que Sánchez mantiene un suelo electoral por la vampirización a sus socios.
En el llamado bloque de investidura, apenas hay cambios sustanciales. Dentro del independentismo catalán: ERC se anotaría un diputado menos y Junts uno más. Sus equivalentes en el País Vasco se mantendrían inalterados. Bildu y PNV volverían a sacar los mismos resultados: 6 y 5 diputados respectivamente. La gran diferencia sobre el 23-J es que si se mantiene este pronóstico, en las próximas generales la gemotería variable que mantiene a Sánchez en el poder perdería toda su capacidad de influir. Con los datos que hay encima de la mesa, Feijóo no podría ser elegido sólo con los votos del PP. Ni tampoco gracias a acuerdos puntuales con los nacionalistas vascos. Sí o sí, tendría que contar con el concurso de Vox. Aunque ahora, precisamente, la relación entre ambos partidos atraviesa su peor momento.
Ficha técnica de la encuesta de Hamalgama
Universo: Españoles de 18 y más años.
Tamaño de la muestra: 1.000 entrevistas
Error muestral: 3,16% para el conjunto de la muestra y un grado de confianza del 95,5%.
Metodología de trabajo: CATI (Entrevista telefónica administrada por ordenador). Teléfonos móviles y fijos cuyos titulares son particulares.
Procedimiento de muestreo: Polietápico, estratificado por conglomerados, con selección de las unidades primarias de muestreo (municipios) y de forma aleatoria proporcional las unidades últimas (individuos) por edad y género.
Estratificación: Cruce de la provincia con el tamaño de hábitat, dividido en 4 categorías:
1. Menos de 2.000 habitantes.
2. De 2.001 a 10.000 habitantes
3. De 10.001 a 50.000 habitantes.
4. Más de 50.000 habitantes.
Trabajo de campo: 10 al 12 de diciembre de 2024.