Semana clave para comprobar la estabilidad del Gobierno de Pedro Sánchez. El martes, la Mesa del Congreso, con mayoría del PSOE y Sumar, decidirá si tramita o no la cuestión de confianza que le exigió Junts al presidente del Gobierno.
La decisión que tomen los dos partidos que forman el Ejecutivo, a día de hoy más proclives a ni tan siquiera tramitar la petición, es trascendental para el futuro de la relación con Junts. El menosprecio que los socialistas han tenido hasta ahora a esta solicitud teledirigida desde Waterloo (Bélgica) por parte de Carles Puigdemont, a modo de aviso a navegantes, ha provocado un profundo descontento en el partido separatista.
Tanto que Puigdemont ha pedido a los suyos elevar el tono de voz a la espera de decidir, "en los próximos días", si rompen finalmente relaciones o no con el PSOE. La última palabra la tendrá él. Y no se descarta que a media semana, como ocurrió hasta en dos ocasiones la anterior, se produzcan nuevas reuniones entre los pesos pesados de los dos partidos.
Puigdemont y su equipo más cercano, que la semana pasada, mantuvieron varias reuniones con los negociadores socialistas en Suiza, se han dado de margen hasta este martes para "reconducir las cosas" con el Gobierno.
Los "incumplimientos reiterados" y "las faltas de respeto hacia nosotros, gobernando con soberbia como si tuvieran mayoría absoluta" han colmado la paciencia de los separatistas. La consigna desde Waterloo, que en la última semana, además de registrar la cuestión de confianza, también votaron junto al PP la suspensión del impuesto a las eléctricas, es "ser más duros en lo dialéctico", contra Sánchez y su Gobierno.
El fugado, de esta forma, va sembrando el terreno a un más que posible divorcio. Algo que dejaría sin opciones al Ejecutivo de cara a aprobar unos presupuestos para 2025. La semana pasada, tal como avanzó este periódico, fuentes cercanas a la ministra de Hacienda optaban ya por no negociar las cuentas mientras la relación con sus socios fuera tan tensa.
Puigdemont, este sábado, en línea con lo que avanzó horas antes 'Vozpópuli', ya adelantó a sus bases en el Consell Nacional que "hay que prepararse para cualquier eventualidad, tenga el coste político y personal que tenga".
Con ello, el expresidente de la Generalitat, vino a advertirles de que hay un riesgo real a que la ruptura y la no aprobación de los Presupuestos, pueda llevar a Sánchez a optar por un adelanto electoral. Junts tiene en la actualidad siete diputados en el Congreso de los Diputados, la cifra más baja de las últimas dos décadas, fruto de las horas bajas que vive el separatismo.
Pero esos siete escaños nunca habían tenido tanto poder como el que tienen ahora. En sus manos está alargar la agonía de Sánchez, frenar en seco sus expectativas o darle oxígeno hasta 2027, fecha en la que se agotará un mandato que según sus proclamas prevé exprimir.
El PSOE se inclina por no tramitar la cuestión de confianza
En el PSOE consideran que hay argumentos para que la Mesa del Congreso no califique la iniciativa registrada por Junts en la que pide al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que se someta a una cuestión de confianza, lo que evitaría que fuera debatida y votada en el Pleno del Congreso.
El portavoz del Grupo Socialista en el Congreso, Patxi López, recordó la semana pasada en rueda de prensa que la admisión o no a trámite de esa proposición no de ley corresponde al órgano de gobierno de la Cámara.
López recalcó que tanto el Reglamento del Congreso como la propia Constitución dejan claro que "el recorrido de una cuestión de confianza no es una proposición no de ley", puesto que la potestad para utilizar esa herramienta es del jefe del Ejecutivo.
El portavoz socialista, utilizando una falsa retórica, ya que cada vez pierden más votaciones fruto de los desencuentros con sus socios, también insistió en que el Gobierno de coalición "se gana la confianza todas las semanas, sacando adelante las cosas".
Fuentes socialistas, consultadas por 'Vozpópuli', sostienen que existen precedentes que podrían llevar a la Mesa de la Cámara, en la que tienen mayoría el PSOE y Sumar, a no calificar la iniciativa de Junts. Aunque esta decisión, en estos términos, supondría un revés importante para la tranquilidad de Pedro Sánchez en una semana cargada de citas judiciales contrarias a sus intereses.
