La progresiva equiparación del impuesto del diésel al de la gasolina que contempla el proyecto de Presupuestos Generales del Estado de 2021 ha llevado al PNV a revisar su posicionamiento ante las cuentas públicas y considera esta medida "un mal comienzo" para seguir negociando con Hacienda.
Fuentes del PNV han señalado a EFE que están "desagradablemente sorprendidos por el anuncio del impuesto al diésel realizado por el Gobierno español" después de que Hacienda se hubiera comprometido con no incluirlo en las cuentas de 2021 para no perjudicar al sector automovilístico.
"La decisión conocida hoy en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros incumple lo acordado entre EAJ-PNV y el Ministerio de Hacienda, y preocupa mucho por el efecto que puede tener en la industria del automóvil, clave en la Comunidad Autónoma Vasca", han resaltado desde el grupo parlamentario que no prejuzga el voto del Grupo Vasco al Proyecto de Presupuestos, pero lo considera un mal comienzo.
Un sector muy afectado
Las mismas fuentes señalan que "a partir de este momento el grupo parlamentario da un paso atrás y se reserva su postura, ya que va a proceder a revisar sus posicionamientos y a analizar el conjunto del proyecto presupuestario con mucho detenimiento".
"El sector del automóvil en Euskadi se vería gravemente perjudicado ante una subida impositiva drástica", señalaba el PNV minutos antes de que el Consejo de Ministros aprobara un Presupuesto que contempla que el diésel pagará un impuesto de hidrocarburos de 34,5 céntimos por litro, frente a los 30,7 céntimos actuales, todavía por debajo de los 40,07 céntimos de la gasolina.
La subida, que no afectará a los profesionales ni al gasóleo bonificado, supondrá una subida de 2,3 euros por depósito de 50 litros, es decir, 3,45 euros más al mes para un consumidor medio que haga 15.000 kilómetros anuales.