La tensión alcanza niveles de primer orden tras el cruce de misiles entre Hezbolá e Israel y los militares españoles desplegados en el Líbano actúan en consecuencia a la escalada de las hostilidades. Mantienen sus operaciones y ni la base ni los efectivos se han visto afectados, pero sí que se han activado protocolos después de que algunos de los proyectiles se hayan lanzado o hayan impactado desde posiciones no muy lejanas de su base principal, en Marjayoun. Fuentes consultadas por Vozpópuli afirman que los militares han asumido las "medidas de seguridad" apropiadas tras el impacto de cohetes "en la zona".
El intercambio de cohetes entre Hezbolá e Israel se sostiene a su vez en movimientos que preocupan en la frontera del Líbano, no muy lejos de las posiciones que ocupan las tropas españolas; cerca de 600 efectivos desplegados en una misión de la ONU que asumen como propósito principal el cumplimiento de los acuerdos fronterizos firmados precisamente entre autoridades israelíes y libanesas. La línea divisoria se conoce con el nombre de Blue Line, por el color azul de los hitos que componen la divisoria.
La tensa calma que se vive en la frontera ha aumentado varios peldaños tras los últimos acontecimientos. El recién constituido gobierno de Israel dirigido por el primer ministro Naftali Bennett instó a las autoridades libanesas a “asumir la responsabilidad de lo que está sucediendo en su patio trasero”: “Israel no tolerará disparos contra su territorio”. Las Fuerzas de Defensa de Israel difundieron imágenes en las que su sistema de defensa aérea interceptó algunos de los cohetes lanzados desde territorio libanés.
Plan de defensa en el Líbano
Fuentes oficiales del Estado Mayor de la Defensa (EMAD) consultadas por este diario afirman que el contingente español tomó las “medidas de seguridad propias” a consecuencia de “los impactos en la zona”. Tras aclarar que “ni las instalaciones de la base ni el contingente español se vieron afectados”, destacaron que “actualmente se están llevando a cabo las misiones habituales del contingente”.
Cabe recordar que uno de los principales sistemas de protección con el que cuentan los efectivos se ubica bajo la propia base de Marjayoun en la que están desplegados 600 militares españoles -integrados en un contingente multinacional de la ONU-. Ahí se dibuja una red de túneles que en su día excavaron militares ingenieros españoles, debidamente reforzados para proteger al personal en caso de crisis.
Vídeos de hemeroteca del propio EMAD muestran cómo es la activación del plan Blue Porcupine, para proteger a los efectivos ante la proximidad de la caída de los cohetes. Blue, por el azul de la línea fronteriza, y Porcupine [puercoespín, en inglés], por la maniobra de recogimiento y defensa.
También a través de sus redes sociales, donde colgaron algunas fotografías del acceso a la intrincada red de túneles que sirve de refugio para los militares españoles y el personal de la ONU desplegado en esta base de Marjayoun.
Mandato español
La misión española en el Líbano es una de las más exigentes que asumen actualmente las Fuerzas Armadas; más aún tras la retirada de las tropas de Afganistán. España mantiene desde hace 15 años un contingente numeroso en la localidad de Marjayoun, en la frontera con Israel y muy próxima a Siria. Actualmente hay cerca de 600 efectivos españoles en el país.
La ministra de Defensa Margarita Robles visitó hace dos semanas al contingente desplegado en el Líbano y destacó la cooperación entre ambos países. También confirmó que plantearía a la ONU que España asuma el mando de la misión UNIFIL el próximo año: “Yo creo que España merece ese mando de la misión, sobre todo por su compromiso firme con Naciones Unidas y la paz”.
La Brigada Multinacional Este que lidera España, al mando del general de brigada Javier Mur Lalaguna, está compuesta por unos 3.500 efectivos de nueve nacionalidades, incluidos los 600 militares de la Brigada Aragón I y nueve intérpretes españoles.