El 11 de febrero de 2020 un empleado del aeropuerto de Barajas dejó escrito ante notario todo lo ocurrido la madrugada del 20 de enero en la que Delcy Rodríguez llegó a España. Su testimonio, que se incorporó a la causa que se abrió en los tribunales por estos hechos, aportó detalles desconocidos sobre su visita secreta. Ahora, cuatro años y medio después, este relato encuentra sustento en lo confesado por Víctor de Aldama.
Dicha acta, a la que ha accedido Vozpópuli, contradice la versión del Ejecutivo, desde donde se negó que el entonces ministro de Transportes, José Luis Ábalos, accediera al aeroplano o que se hubiera celebrado una reunión con la mandataria bolivariana.
Frente a ello, el documento deja patente que el exdirigente socialista bajó a la pista "con el objeto de acceder al avión" y que tanto él como su escolta, Koldo García, entraron en la zona reservada sin identificarse. Del mismo modo, este trabajador advirtió de que se desplegó un "servicio especial y extraordinario de custodia policial" con motivo de esta visita que se frenó 'in extremis' ante las sanciones vigentes de la UE.
"El presidente le pide a Ábalos que vaya al aeropuerto"
Ahora, cuatro años y medio después de esta confesión, un segundo testigo presencial de los hechos confirma lo denunciado por el empleado ante notario y da más detalles acerca de este episodio que pudo haber desencadenado una crisis diplomática.
En su cita en la Audiencia Nacional, Aldama desveló una serie de episodios que salpican de lleno al Gobierno de Pedro Sánchez, si bien dedicó gran parte de su intervención a desgranar lo ocurrido aquella madrugada de enero en Barajas. Lo primero que dijo es que el viaje se comenzó a preparar un mes antes, en diciembre de 2019, para calmar al Gobierno de Nicolás Maduro que estaba enfurecido por haber reconocido Moncloa a Juan Guaidó como presidente de Venezuela.
Aldama libró de cualquier responsabilidad al Ministerio de Asuntos Exteriores, que entonces lideraba Arancha González-Laya, puesto que este departamento advirtió de que pesaban sanciones de la UE sobre ella. Por ese motivo, expuso, la invitación se hizo desde el PSOE y no desde Moncloa, en aras a evitar futuros problemas. Con todo, insistió en que el Gobierno estaba al tanto de su viaje, hasta el punto de que tenían previsto celebrar una cena en la que iban a participar el presidente del Gobierno y cinco ministros (Teresa Ribera, María Jesús Montero, Salvador Illa, José Luis Ábalo y Fernando Grande-Marlaska).
Pese a prometerle que no iba a tener problemas con su entrada en España, dos horas antes de su llegada saltaron "todas las alarmas" porque no podía aterrizar. Koldo García le pidió que se lo trasladara a Delcy, pero Aldama se negó puesto que Moncloa ya le había garantizado que no habría problema alguno con sus sanciones. "El presidente le pide a Ábalos que vaya al aeropuerto. Iba a ser detenida", relató Aldama, explicando de esta forma que el ministro no tenía previsto acudir y que lo hizo al desatarse esta crisis.
Confluencia en los testimonios
Al respecto, dijo que Delcy Rodríguez no bajó del avión, al contrario, subieron él y el entonces ministro de Transportes. "La vicepresidenta le dice muy claro que llame al presidente (Sánchez) delante de ella y que le diga que si ella toca suelo español y es detenida, va a habler un problema grave. El señor Marlaska se encarga de que el comisario en ese momento de Barajas cree una zona Schengen para que la presidenta pueda bajar y del avión vayamos a la sala VIP de la terminal 1 con toda la ejecutiva", explicó el empresario.
Aldama agregó que se bajaron y que se quedaron todos en la zona VIP durante unas cinco horas. "En lo que ahí oigo barbaridades como es llamar la ministra de Defensa (Margarita Robles) para que se preparen dos pilotos militares y cojan el avión privado y se vuelvan a ir", expuso. A preguntas de su abogado explicó que finalmente se descartó esta opción y, ya amaneciendo, la metieron en la pista y se fue rumbo a Turquía.
Se trata de un testimonio que confluye principalmente con lo defendido por el empleado de Barjas en 2020. En concreto, este testigo expuso que inició su servicio a las 23:00 horas de la noche anterior y que entonces no había presencia policial extraordinaria. "Llegando al FBO (operador de base fija) se encontraba personal de la embajada de Venezuela, indicando que venían a recepcionar los pasajeros que venían de un vuelo de Caracas", explica.
De esta forma, se da por válida la versión de Aldama en cuanto a que el avión, en un primer momento, tenía previsto aterrizar, y por eso había personal diplomático esperando a Delcy Rodríguez. A continuación relata que, volviendo de la FBO percibió la presencia de vehículos policiales "no habituales en el lugar". En concreto, habló de entre 15 y 20 policías nacionales y entre 6 y 8 guardias civiles.
El testigo sí vio maletas
En ese momento le contaron que una de las personas que venía en el vuelo no podía acceder a territorio nacional, por lo que procedió al bloqueo de puertas. "Aproximadamente a las 00:10 llega el ministro Ábalos cruzando el acto detector con otra persona (Koldo García) queriendo acceder a zona restriginda". Según explicó, no pudieron hacerlo porque se había cerrado la puerta de acceso. En un momento dado este testigo reprendió a Koldo porque estaba intentando pasar a zona prohibida con la Policía y éste respondió que él "no tenía por qué identificarse".
Al igual que hizo Aldama, dijo que en un momento dado intervino el comisario del aeropuerto. El mando le comunicó que Ábalos y tres personas más tenían que acceder a zona restringida (pistas) sin tener que pasar ninguna medida de seguridad. El objeto, según expuso, era "acceder al avión". Por ese motivo, accedió a lo solicitado y, aproximadamente una hora después, volvieron junto con las personas que provenían del vuelo de Caracas.
Este testigo expuso que a partir de las 01:30 horas los pasajeros del vuelo (incluida Delcy Rodríguez, a la que ya había identificado) fueron "alojados en las zonas VIP de la Terminal Ejecutiva". El acta añade que Ábalos abandonó la zona sobre las 02:00 horas de la mañana. El resto, incluido Koldo, se quedó en el reservado hasta las 06:00 horas; momento en que el testigo les perdió la pista porque terminó su turno y se fue.
En el único punto en el que no coinciden el comisionista cercano a Delcy Rodríguez y el testigo es en relación con las maletas que portaba en el avión. Aldama negó que transportara oro asegurando que este material pesa mucho para un avión privado (Falcon 900) y que para eso está la valija diplomática. El testigo apuntó en dirección opuesta. "El personal de Sky Wallet trasladan dos carros con maletas al exterior de la zona pública para ponerlos en los vehículos sin pasar ningún control de aduanas", aseveró.
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación