Leonardo Marcos, quien fuera director de la Guardia Civil antes de ser destinado a la Embajada de España en Washington, ha arremetido contra los agentes que investigan el conocido como caso Koldo, en relación a la supuesta existencia de una trama acusada de enriquecerse con varios contratos fitosanitarios firmados con la administración durante la pandemia. El exdirector del Instituto Armado sugiere que no hay razones para que su nombre figure en el informe de la Unidad Central Operativa (UCO) ante los “indicios tan débiles” sobre su supuesta filtración de las pesquisas, tal y como apunta uno de los investigados y que él mismo niega.
El episodio tuvo lugar en la comisión de investigación que se desarrollaba este lunes en el Senado, donde se ha citado a una batería de autoridades públicas y privadas para aclarar los términos en los que se adjudicaron los contratos, en un caso que instruye actualmente la Audiencia Nacional. En concreto, Leonardo Marcos respondía a las preguntas de la diputada de Unión del Pueblo Navarro (UPN), María Caballero, cuando puso en duda las actuaciones de la UCO.
El gesto es particularmente relevante, teniendo en cuenta que se trata de una de las unidades más destacadas de la Guardia Civil encargada -entre otros- de casos de corrupción y a la que él mismo dirigió entre el 13 de junio de 2023 y el 17 de septiembre de 2024, fechas en las que ostentó la dirección del Instituto Armado.
La diputada de UPN interpelaba al exdirector de la Guardia Civil -que participó en la comisión mediante videoconferencia al encontrarse en Washington- sobre si tenía algún tipo de relación con el comandante Rubén Villalba, investigado en el caso y a quien los agentes de la UCO destacan como un activo destacado en la presunta trama.
Leonardo Marcos, en el informe
Y es que uno de los informes presentados por la UCO recoge una conversación entre Rubén Villalba y el propio Koldo García, exasesor de José Luis Ábalos, en la que apuntaban a un supuesto chivatazo de Leonardo Marcos a los miembros de la trama, alertando de las pesquisas que se cernían sobre ellos.
“Los propios investigadores parece que han aclarado la tendencia de ciertos implicados a alardear de relaciones que no tienen”, se precipitó a afirmar Leonardo Marcos en la comisión de investigación del Senado ante la aparición de su nombre en el informe de la UCO. Acto seguido, puso en tela de juicio la actuación de los investigadores en este caso específico: “La pregunta, a lo mejor, no es por qué aparece mi nombre ni por qué este señor plantea mi nombre; a lo mejor la pregunta es por qué, con todos esos indicios tan débiles, acaba mi nombre en ese informe. Esa sí que sería la pregunta”.
El exdirector de la Guardia Civil aseguró no tener conocimiento del contenido del informe de la UCO, aunque a continuación hizo referencias específicas al mismo: “Creo que me estoy refiriendo a dos párrafos que deben ser de cuatro líneas cada uno”, apuntó, en relación a su aparición en el documento.
Asimismo, el exdirector de la Guardia Civil aseguró que no tenía “ninguna” relación con Rubén Villalba, a quien calificó como “un comandante más de los muchos que hay en la Guardia Civil”. “La única relación que he tenido con este señor” es que “yo le suspendí de funciones en cuanto tuvimos conocimiento de que podría estar implicado en comportamientos irregulares. Y también promoví su cese en el destino que le había sido adjudicado [en relación a su destino en la Embajada de España en Venezuela]”.
Del mismo modo negó tener cualquier tipo de relación con Koldo García, lo que calificó como una “absoluta falsedad”: “No le he visto nunca, nunca he hablado con él por ningún medio, nunca he estado reunido con él, nunca hemos hablado, nunca nos hemos escrito, nunca nos hemos enviado whatsapps, nunca nos hemos descrito por telegram ni por ningún otro procedimiento. No le conozco”.
Sobre las razones que llevaron al comandante Villalba y Koldo García a señalarle por un presunto chivatazo, Leonardo Marcos aseguró que “no se puede demostrar ni siquiera” esa conversación, a pesar de que los agentes de la UCO la incluyeron en su informe: “No estoy en la cabeza de esa persona, debería usted preguntárselo a quien hace esa afirmación”, añadió a la diputada de UPN.
Denuncias de asociaciones
Asimismo, enmarcó las denuncias interpuestas por la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) y Jucil por el presunto chivatazo en una supuesta maniobra de “venganza” tras los meses en los que permaneció como director general del Instituto Armado: “Es inevitable preguntarme si no estamos ante una maniobra, un intento de venganza, por los expedientes disciplinarios que no tuve más remedio como director general de la Guardia Civil que abrirles algunos de sus dirigentes por determinadas actuaciones que podrían suponer graves quebrantamientos de la neutralidad política”.
Una comparecencia que tampoco satisfizo al Partido Popular (PP). Fuentes internas indican a Vozpópuli que el exdirector de la Guardia Civil entró en contradicción con el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska -la semana pasada participó en la misma comisión de investigación-, quien achacó la “dimisión” de Marcos y posterior traslado a la Embajada de Washington a “motivos personales”.
“Marcos ha insistido en ‘motivos profesionales’, convirtiendo su ‘dimisión’ en un cese”, apuntan fuentes del PP: “En lo que ha coincidido con Marlaska es en negar, constantemente, que supiera nada de los delitos que se imputan a los guardias civiles investigados, lo que demuestra una clara dejación de funciones”.
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