Mucha satisfacción pero con los pies en el suelo y sin triunfalismos. Así se puede resumir el estado de ánimo en el seno del Partido Popular de Andalucía después de recibir, este miércoles, el último sondeo encargado por la formación política que lidera Juanma Moreno, a su vez presidente de la Junta.

De los datos de esta encuesta interna a los que ha tenido acceso Vozpópuli se desprende que Moreno Bonilla estaría a 6 escaños de la mayoría absoluta, que está  en 55. Así pues, el actual gobernante centrista escalaría hasta los 49 parlamentarios (38,5%), frente a los 26 cosechados (20,75%) en las elecciones autonómicas de 2018. Fue el peor resultado en escaños y porcentaje conseguido por el PP (antigua AP) en esta comunidad autónoma. Gabino Puche sacó 26 diputados pero mejor porcentaje que Moreno (20,75%) cuando se enfrentó a Manuel Chaves en 1990. Se trató de los primeros comicios ganados por el ahora condenado en el ‘caso ERE’.

Siempre según este último 'tracking' de mayo, del que dispone el equipo de Moreno Bonilla, el PSOE de Juan Espadas bajaría tres escaños y estaría en 30 (23,51%); Vox, con Macarena Olona, ascendería a 17 (14,4%). Son cinco más de los que tiene ahora mismo esta formación. La coalición Por Andalucía, a la izquierda del PSOE, lograría 8 (7,6%). La gran novedad de este sondeo son los 4 diputados que conseguiría Ciudadanos (5,7%). toda una sorpresa, después de que numerosas encuestas publicadas les dieran cero o, si acaso 2, como muy mucho 3. La plataforma de izquierda radical andalucista, de corte nacionalista, que lidera la anticapitalista Teresa Rodríguez irrumpiría con un escaño por Cádiz, precisamente él de ella.

Llama la atención que a pesar de conseguir poco más del 1% de porcentaje en el global de Andalucía la gaditana anticapitalista ex de Podemos logra su acta de diputada porque acapara más del 3% del voto en su circunscripción, explican fuentes cercanas al sondeo encargado desde el PP-A.

Las fuentes populares consultadas profundizan en la tesis defendida toda esta semana por Moreno: si él consigue esos 49 escaños estaría legitimado para gobernar en solitario. Se cumple la máxima de lograr el PP-A más diputados que toda la izquierda junta, así como quedarse cerca de la mayoría absoluta para frenar las intenciones de Vox de conformar un futuro gobierno en San Telmo.

De cumplirse en las urnas este vaticinio demoscópico el PP y Cs sumarían 53 escaños y se quedarían a 2 de la mayoría absoluta. Tal escenario refuerza el deseo de Moreno, del que ya informó este medio digital, acerca de intentar forzar a Vox a apoyar, con su abstención, la investidura de Moreno con el horizonte de la reedición de un bipartito de centroderecha. Una opción, además, que tendría difícil no apoyar con su abstención el PSOE, que tanto ha hablado de cordón sanitario para intentar frenar nuevos gobiernos autonómicos de los de Abascal, para no repetir lo sucedido en Castilla y León.

A todo lo anterior se suma otra coyuntura que favorecería los intereses de Moreno para salir investido. La candidata de Por Andalucía, Inmaculada, Nieto, lejos de retractarse, como le pedía Espadas, se ha reafirmado en su tesis de abstenerse para evitar que Vox entre en un gobierno con el Partido Popular. La dirigente de Izquierda Unida hacía tal anuncio este miércoles en un foro de Europa Press. Habló de hacer "una reflexión profunda" ante la hipótesis de una abstención para evitar lo que, a su juicio, "sería un escenario indeseable", como así define Nieto un hipotético Ejecutivo PP-Vox.

De llevarse a un debate de investidura los resultados que arroja el último sondeo, así como la posible abstención de Por Andalucía, contando con el voto contrario de PSOE y Vox, Moreno estaría en disposición de lograr más síes que noes en la votación. Un resultado ( 61 a favor y 48 en contra) que le facultaría, de forma automática, para ser investido de nuevo presidente.

"Pensar nunca puede ser un error", replicó la rival por la izquierda a Espadas, después de que éste tachara sus palabras en El País sobre una posible abstención de "error" y "barbaridad" porque –dijo el socialista– "no se le puede pedir el voto a alguien de izquierdas para que acabe en la abstención" para que gobierno el PP en Andalucía.

La búsqueda a la desesperada del votante de centro y centro izquierda, en una batalla abierta con Juanma Moreno, lleva a Juan Espadas a asegurar que él "siempre" va a optar por gobernar "en solitario" desde el palacio de San Telmo, sede de la presidencia de la Junta de Andalucía.

Con esta estrategia Espadas intenta ahuyentar el 'fantasma' del llamado "Gobierno Frankenstein" que agita el presidente de la Junta, Juanma Moreno, a su vez candidato del PP-A, cuando habla de "batiburrillo de partidos" al referirse a la suma del PSOE, la coalición Por Andalucía y Adelante Andalucía. Llama la atención que el gobernante centrista se encarga siempre de nombrar especialmente a la candidata de la última formación mencionada, Teresa Rodríguez, a la que se refiere con el térmimo "nacionalista".

Este miércoles, durante un acto organizado por el diario Sur en Málaga Moreno introdujo un argumento novedoso en su discurso de precampaña. El candidato del PP-A abogó por "concentrar el voto en una nueva mayoría social". Así definió el gobernante el espectro ideológico que va desde el centro derecha hasta el centro izquierda, el que linda con la socialdemocracia o la traspasa. Lo dijo tras volver a apelar a los "votantes socialistas descontentos con las políticas de Pedro Sánchez".

De hecho, el presidente de la Junta no ha dudado en imponer una serie de "líneas rojas" a Vox para afirmar que, de no respetarlas, un gobierno con la derecha radical "no sería viable". Entre las principales banderas a defender por Moreno, empleadas para marcar territorio en el centro izquierda, están las políticas contra la violencia de género, de la que reniegan los de Abascal, la lucha contra el cambio climático, también negado por el partido opositor, así como la defensa de la Constitución y el Estatuto andaluz, rechazado de plano por Vox.

Moreno no tiene reparos en mostrar en público una preocupación que le ronda: "si hay un diputado más que nosotros entre los partidos de la izquierda habrá un gobierno Frankenstein". Es su llamamiento a evitar la desmovilización de votantes del Partido Popular. Fuentes cercanas al presidente de la Junta aseguran, ante un escenario de mucho calor y playas el 19 de junio que "este tipo de abstención es transversal y afecta a derecha e izquierda".

Sánchez y Espadas desembarcan de nuevo en Andalucía este fin de semana

Por su parte, Espadas repite el mantra de que "si votamos ganamos". Una frase acuñada por un militante socialista de la provincia de Almería que resume la movilización del voto de la izquierda traducida en votos en urna. Mientras tanto, este próximo fin de semana, último antes del arranque de campaña –fijado para el 3 de junio– Pedro Sánchez volverá a bajar a Andalucía, concretamente el sábado para arropar a su candidato. También hará lo propio Alberto Núñez Feijóo, que acompañará a Moreno el domingo en un céntrico hotel de Sevilla.

Por lo que respecta a la posible repetición de elecciones, tras las que se celebren el 19 de junio, Moreno trata de conjurarse contra dicho escenario, después de haber dicho que no lo descartaba. El aval con el que cuenta, a priori, para ahuyentar el fantasma de la doble cita electoral son, precisamente, los buenos sondeos que tiene y que le acercan al famoso techo de Javier Arenas (50 escaños), logrado en 2012. Fue la amarga victoria del gran patrón del centro derecha andaluz. El mismo que acuñó el término "andalucismo constitucional" que ahora dice representar Moreno Bonilla.

Arenas también luchó contra su propio partido para que se incluyera para Andalucía –tras consensuarlo con el PSOE– el término "realidad nacional" en el nuevo Estatuto de Autonomía redactado en 2006 y votado, tras su reforma, en 2007. Siempre dentro de la "unidad indisoluble de la nación española".

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