España

Sanidad cifra en un 7% los españoles que se oponen a la vacunación

El rechazo a las vacunas contra la covid-19 empieza a ser un problema de calado para combatir la pandemia en diversos países desarrollados, como Estados Unidos o Francia. España, en cambio,

  • Manifestación de antivacunas en Madrid / -

El rechazo a las vacunas contra la covid-19 empieza a ser un problema de calado para combatir la pandemia en diversos países desarrollados, como Estados Unidos o Francia. España, en cambio, se congratula de ser uno de los Estados con más aceptación a la vacuna del mundo. El Ministerio de Sanidad, no obstante, no ha dado a conocer hasta la fecha qué porcentaje de españoles han rechazado vacunarse.

Según fuentes del seno de la Ponencia de Vacunas, los expertos que asesoran en la materia al Ministerio de Sanidad, la estimación nacional es que el 7% de los españoles se muestran contrarios a vacunarse de la covid-19. Estos son los datos que está manejando el Ministerio de Sanidad

Se trata de una cifra muy superior a la que habían publicitado hasta la fecha comunidades como Andalucía o Extremadura, donde el rechazo a la vacuna no alcanzaría el 2%.

Los antivacunas no son un problema, de momento, para el Gobierno español, pero conviene estar atentos a su desarrollo, máxime cuando la variante Delta implica que haya un 90% de vacunados para alcanzar la inmunidad de grupo.

La imposición de la vacunación obligatoria en nuestro país ha empezado a rondar la mente y los escritorios de los integrantes de la Ponencia de Vacunas, especialmente en el caso de los profesionales sanitarios y sociosanitarios. Sin embargo, por el momento no se contempla esta opción porque, entienden, sería contraproducente.

“La campaña funciona bastante bien, y la vacunación obligatoria puede generar más rechazo que beneficio. Depende mucho del contexto. En Alemania puede tener sentido, y en España podemos estar creando un problema donde no la hay. Igual en un mes es necesario replantearlo, pero por ahora no”, afirman fuentes de dicho grupo técnico.

Al margen de este tema, la Ponencia se centra estos días en la hipotética vacunación en menores de 12 años una vez que haya certezas científicas que lo avalen y en la posible inoculación de una tercera dosis en residencias. Sobre este último tema, la Ponencia permanece expectante a los resultados del estudio de serología puesto en marcha por el Instituto de Salud Carlos III.

Rechazo a la vacuna en Europa

Los datos que maneja el Ministerio de Sanidad coinciden en buena medida con los publicados por el Eurobarómetro en junio de este año. Según la encuesta liderada por el Parlamento Europeo, un 4% de los españoles está dispuesto a no vacunarse nunca, y un 5% no se ha decidido todavía a hacerlo. Estamos hablando de un 9% de la población donde la vacunación peligraría.

La situación es, a pesar de ello, mucho más optimista que en otros países de la Eurozona. Así, en Francia un 18% de sus habitantes no tiene todavía intención de vacunarse, en Austria un 19% y en Alemania un 12%. En regiones como Bulgaria el rechazo a la vacuna supera el 30% y en Polonia el 20%.

En dicho Eurobarómetro también se recoge que un 6% de los españoles está totalmente en contra de que todo el mundo se vacune, y otro 10% más lo está parcialmente. En Alemania, el porcentaje de personas que se oponen frontalmente a que se vacune a toda la población asciende al 18%. El rechazo es del 20% en Francia y del 22% en Países Bajos.

Los especialistas señalan que la principal razón del apoyo español a la vacunación es que la cultura del calendario vacunal está muy arraigada en la sociedad, y que también influye de manera importante la alta confianza que genera en nosotros el Sistema Nacional de Salud.

Países como Francia y Estados Unidos están ya aprobando medidas para forzar a la vacunación de sus ciudadanos. En Francia el pasaporte sanitario (certificado de vacunación, PCR o test de antígenos) es obligatorio para poder acceder a centros comerciales, bares, restaurantes y terrazas al aire libre.

Mientras, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha impuesto la vacunación obligatoria para todos los trabajadores públicos. Además, todas las compañías que tengan 100 empleados o más, en las que trabajan al menos 80 millones de personas, deberán garantizar que sus trabajadores están vacunados o realizar un test, como mínimo, cada semana.

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