Tras un intenso miércoles de negociaciones en Bruselas, la legislatura europea echará andar la semana que viene en Estrasburgo. Han sido nueve días los que el Partido Popular Europeo (PPE), a instancias de su capítulo español, liderado por Alberto Núñez Feijóo, ha hecho de dique contra Teresa Ribera, candidata a vicepresidenta ejecutiva de Transición Limpia, Justa y Competitiva y comisaria de Competencia de la Comisión Europea. Una elección que, por otro lado, si bien es cierto que el escenario óptimo del PP consistía en empujar a Pedro Sánchez hasta el relevo de Ribera por otro dirigente socialista, se ha desbloqueado una vez cumplida la premisa impuesta por Manfred Weber de que la todavía vicepresidenta tercera compareciera en el Congreso.

Finalmente, entre la intervención de Ribera en el Congreso y su posterior presencia en el Senado, a eso de las cinco de la tarde, el presidente del PPE rubricó junto a la socialista Iratxe García y la macronista Valérie Hayer un acuerdo que no sólo incluía a Ribera en la ecuación. Y es que populares, socialistas y liberales votarán a favor de Raffaele Fitto, candidato de la primera ministra italiana Giorgia Meloni, presidenta del Grupo de Conservadores y Reformistas (ECR).

Pero no sólo Fitto será vicepresidente económico con el voto de los socialistas, algo que como ha podido saber Vozpópuli de hasta tres fuentes comunitarias, ha sembrado discordia en el seno de la Alianza de Socialistas y Demócratas (S&D) por el empeño del PSOE de blindar la candidatura de Ribera. También Olivér Várhelyi, candidato del primer ministro húngaro Víktor Orbán, formará parte de la próxima Comisión, eso sí, con una cartera más reducida que la prevista inicialmente. El acuerdo alcanzado por PPE, S&D y Renew incluye que derechos reproductivos y gestión de crisis no estén bajo el paraguas del único comisario de Patriotas, el grupo que preside Santiago Abascal desde el domingo pasado. 

Paradójicamente, serán los 20 eurodiputados del PSOE y no los 22 del PP los que votarán 'sí' a Fitto y Várhelyi. ¿El motivo? El 'no' rotundo de Feijóo a apoyar cualquier paquete de comisarios que incluya a Ribera. Así lo trasladan a este periódico fuentes de Génova, donde reconocen que aún se debaten entre el 'no' y la abstención en la votación de la semana que viene en el Parlamento Europeo de Estrasburgo.

Los eurodiputados del PP tendrán que pasar el trago de no apoyar el nombramiento de sus compañeros de filas Henna Virkkunnen, finlandesa; Valdis Dombrovskis, letón; Dubravka Suica, croata; Andrius Kubilius, lituano; Jozef Síkela, checo; Costas Kadis, chipriota; Maria Luís Albuquerque, portuguesa; Magnus Brunner, austríaco; Jessika Roswall, sueca; Piotr Serafin, polaco; Wopke Hoekstra, holandés; Ekaterina Zaharieva, búlgara; Apostolos Tzitzikostas, griego; y Christophe Hansen, luxemburgués. En total, 15 de los 27 asientos de la Comisión Europea, contando con el de Ursula von der Leyen, que seguirá al frente del Ejecutivo comunitario por segunda legislatura consecutiva. 

Además, la escaramuza PP/PSOE por la guerra de responsabilidades políticas por lo sucedido en la Huerta Sur de Valencia el 29-O ha erosionado la relación de Feijóo con Von der Leyen, cuyo nombramiento (y el de su Colegio de Comisarios) han retrasado Weber y Feijóo durante más de una semana. "El PP español se ha mantenido siempre coherente", aseguran en Génova, donde recalcan, eso sí, que Von der Leyen ha "sabido siempre" la hoja de ruta del líder del PP a lo largo de estos nueve últimos días.

"Para Sánchez ya no hay líneas rojas"

Sin embargo, también aquí hay lucha por el relato. Porque lo que el PSOE trata de escenificar como una insensata e inerte dilación del PP que ha puesto en jaque a la Gran Coalición de socialistas, populares y liberales en Bruselas, en Génova lo consideran una victoria discursiva de calado. "Cuando nuestro objetivo era internacionalizar el problema que tenía Pedro Sánchez con Teresa Ribera, nunca pensamos que llegaríamos a ver al presidente del Gobierno negociando con eso que llaman extrema derecha", celebraban en el equipo de Feijóo este martes, adelantando que harían presa con los contactos iniciados por Sánchez con Meloni y Orbán, dos pendencieros ultraderechistas hasta esta semana. 

Fue el vicesecretario de Política Autonómica y Local del PP, Elías Bendodo, quien verbalizó este miércoles lo que Génova llevaba 48 horas esbozando en privado: que Sánchez había cruzado otra "línea roja" tras negociar los líderes de Italia y Hungría y que Feijóo había cumplido el objetivo de "internacionalizar" lo ocurrido tras la DANA. Lo que el PP considera una "dejación de funciones de la vicepresidenta Ribera", más centrada en prepararse para su aventura europea, según escenificó en sede parlamentaria Ester Muñoz por la mañana. "Toda Europa se ha dado cuenta que la vicepresidenta Ribera no ha estado a la altura de su responsabilidad en la DANA de Valencia y que evidentemente no es adecuada para asumir esa comisaría", ha manifestado en los pasillos del Congreso.

"El comisario de Orban acaba de contar con el apoyo de los socialistas, y también lo ha tenido el de Meloni. Por tanto ya es oficial: el socialismo de Pedro Sánchez ha pactado con la "internacional ultraderechista" y ha facilitado su entrada en el Gobierno comunitario", apuntaban fuentes de Génova a última hora de este miércoles.

Sánchez no milita en nada que no sea él mismo.

El @ppopular defiende sus principios mientras que el PSOE traiciona los suyos.

Caretas fuera. Ya apoya lo que él mismo tacha de extrema derecha.

— Alberto Núñez Feijóo (@NunezFeijoo) November 21, 2024

Además, estas mismas aseguran que el nombramiento de Ribera "está condicionado". "Se activa como consecuencia de su falta de compromiso con la petición que le hizo del PPE de que, en su comparecencia en el Congreso o en el Senado, se comprometiera a dimitir si resultaba imputada". Es, por lo tanto, un nombramiento que pasó la prueba "gracias a que los socialistas apoyaron a Orban y a Meloni, y aún así es una aceptación condicionada, exigente y crítica", aseguran por último.

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